Delitos y delitos
El derecho penal es el ¨²ltimo recurso ante determinadas conductas
El pleno del Congreso acept¨® el pasado martes la propuesta de Unidos Podemos para revisar un conjunto de delitos relacionados en ¨²ltimo extremo con la libertad de expresi¨®n, como las injurias al jefe del Estado y otras instituciones, el enaltecimiento del terrorismo o la ofensa a los sentimientos religiosos. Los grupos que respaldaron la iniciativa coinciden en la reconsideraci¨®n de estos tipos penales, pero no en los l¨ªmites que deben ser considerados en cada caso. La amalgama entre unos delitos y otros no solo no es posible, sino que puede redundar adem¨¢s en una p¨¦rdida de eficacia de la regulaci¨®n para los casos que merecen la intervenci¨®n de los tribunales y en un recorte injustificado de la libertad de expresi¨®n. Los partidarios de mantener la actual regulaci¨®n, el Partido Popular y Ciudadanos, parecen olvidar que la justicia espa?ola no es la ¨²ltima instancia a la que pueden recurrir los condenados.
Editoriales anteriores
Por lo que respecta a las injurias, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos mantiene una doctrina m¨¢s favorable a proteger la libertad de expresi¨®n que las instituciones que puedan ser objeto de expresiones ofensivas, y esta circunstancia debe ser tenida en cuenta para evitar que sus sentencias pueden ser utilizadas contra la justicia espa?ola, y, por extensi¨®n, contra la calidad del sistema democr¨¢tico espa?ol. El enaltecimiento del terrorismo, por su parte, merece una revisi¨®n que tome en cuenta la naturaleza de las amenazas actuales, relacionadas sobre todo con el yihadismo, a fin de prevenirlas con mayor eficacia. Finalmente, y por lo que respecta a la ofensa de los sentimientos religiosos, los casos m¨¢s recientes muestran la dificultad a la que se enfrentan los jueces y fiscales para evaluar este g¨¦nero de delitos, muchas veces a merced de sus propios sentimientos.
El derecho penal es el ¨²ltimo recurso ante determinadas conductas que, no por quedar fuera de su ¨¢mbito, dejan de merecer el reproche y la condena sociales. Ampliar la esfera del derecho penal no se traduce siempre en un aumento de la seguridad material de los bienes jur¨ªdicos que se desea proteger, sino que puede conllevar mayor inseguridad jur¨ªdica para los ciudadanos. Durante los ¨²ltimos a?os, el C¨®digo Penal se ha convertido en un terreno de propaganda desde el que salir al encuentro de las emociones producidas por delitos especialmente odiosos o por conductas que, sin ser punibles, resultan abiertamente repugnantes. Apelar de nuevo en el Parlamento a esas emociones no es el camino, poco importa que el objetivo sea promover la revisi¨®n de penas ya dictadas por la v¨ªa de revisar estos delitos, o dejar las cosas como est¨¢n. Lo que cabr¨ªa esperar, por el contrario, es un debate que demuestre una vez m¨¢s que, en democracia, hay delitos y delitos, y que seguridad y libertad no son incompatibles.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.