?Por qu¨¦ vamos al zoo?
LOS ZOOS SON esos lugares que uno adora en la infancia, detesta en la adolescencia ¡ªcuando empieza a ser consciente de lo que supone para los animales¡ª y a los que a menudo regresa cuando tiene hijos o sobrinos o ahijados, si es que los tiene, y m¨¢s a¨²n si es con los nietos. Las excursiones al zoo son, en ese sentido, circulares, lo mismo que la vida. Y para muchos supone la ¨²nica forma de enfrentarse a una bestia como esta: un oso polar llamado Bill cuyas fauces divierten a los peque?os porque se saben seguros al otro lado del cristal en este zoo de Gelsenkirchen (Alemania). Bill fue padre hace un a?o. Desde entonces ha sido separado de su osezno y de la madre, para evitar que se coma a la cr¨ªa.?
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