De ni?o migrante a trabajador de la hoja de coca
Los menores de edad que desde Venezuela llegan a los pa¨ªses vecinos se enfrentan al riesgo de trata, explotaci¨®n sexual, narcotr¨¢fico y reclutamiento forzoso, alertan distintas organizaciones
Acostarse con una prostituta en algunas zonas de Colombia puede costar entre 15.000 y 30.000 pesos, algo como cuatro-ocho euros. Incluso 5.000 pesos (1,3 euros), seg¨²n algunos informes. Y el trabajo sexual, alertan distintas organizaciones internacionales, a veces representa la ¨²nica opci¨®n para las mujeres que huyen de la crisis social y econ¨®mica que golpea a Venezuela y que buscan abrigo en otros pa¨ªses de la regi¨®n. Tambi¨¦n para las menores de edad. La explotaci¨®n sexual no es la ¨²nica amenaza para la infancia migrante. Secuestro, reclutamiento forzoso en las filas de grupos armados no estatales o en el narcotr¨¢fico son algunos de los riesgos a los que se enfrentan.
Unos tres millones de refugiados y migrantes se encuentran fuera de Venezuela, seg¨²n el ¨²ltimo recuenta de OIM, el Organismo de las Naciones Unidas para la Migraci¨®n, y Acnur, la Agencia para los Refugiados, aunque el Gobierno de Nicol¨¢s Maduro niega la emergencia migratoria. Alrededor de 2,4 millones est¨¢n en Am¨¦rica Latina y el Caribe.
Incluso cuando los ni?os logran sobrevivir a los peligros a lo largo del camino, las amenazas para su seguridad no desaparecen. A pesar de los esfuerzos de los Gobiernos de los lugares de acogida, en muchas comunidades los servicios b¨¢sicos est¨¢n bajo una presi¨®n extrema debido al fuerte aumento de demanda. Alrededor de 430.000 ni?os en Colombia, Brasil, Guyana, Trinidad y Tobago, Ecuador, Per¨² y Panam¨¢, necesitan alg¨²n tipo de asistencia, estima Unicef, incluidos los menores venezolanos que emigran o est¨¢n en tr¨¢nsito hacia otros pa¨ªses.
Los migrantes y refugiados venezolanos en Colombia ya superan el mill¨®n y m¨¢s de la mitad de ellos son mujeres y ni?as
Los migrantes y refugiados venezolanos en Colombia ya superan el mill¨®n y m¨¢s de la mitad (60%) son mujeres y ni?as, explica en conversaci¨®n telef¨®nica Mar¨ªa Paula Mart¨ªnez, directora de Save the Children en el pa¨ªs. De mantenerse el ritmo actual del flujo ¡ªcon alrededor de 3.000 personas que cada d¨ªa cruzan los pasos fronterizos formales e informales¡ª, el Gobierno colombiano estima que para finales de 2021 habr¨¢ cuatro millones de venezolanos en el pa¨ªs.
¡°En este momento llegan los m¨¢s pobres, algunos incluso lo hacen caminando¡±, dice. La falta de papeles o de dinero para comprar un billete de autob¨²s les lleva a andar entre 10 y 15 d¨ªas, con un promedio de 16 horas diarias de ruta, a menudo sin disponer de suficientes reservas de agua y comida para el viaje. El 2% de los caminantes, seg¨²n Cruz Roja, tiene entre 6 y 17 a?os.
¡°Una vez aqu¨ª, se establecen en asentamientos informales junto con la poblaci¨®n residente pobre y las v¨ªctimas del conflicto. Todos comparten las mismas necesidades, como la falta de acceso a servicios b¨¢sicos de agua potable, higiene y saneamiento¡±, agrega Mart¨ªnez. Algunos ni?os llegan solos ¡ªlas estad¨ªsticas oficiales colombianas no recolectan informaci¨®n sobre ellos¡ª, otros est¨¢n malnutridos y sin vacunar, lo que ha causado que volvieran a aparecer enfermedades que se hab¨ªan erradicado como la tuberculosis. ¡°Que decidan quedarse o no, los m¨¢s peque?os se enfrentan al riesgo de reclutamiento forzoso por parte de grupos militares no estatales o de organizaciones criminales y de ser v¨ªctimas de trata. Algunos acaban encontrando trabajo en el cultivo de la hoja de coca¡±. Unicef estima que 357.000 ni?os en el pa¨ªs necesitan ayuda humanitaria.
El 60% de la infancia venezolana en Colombia no va a la escuela, lo que incrementa los riesgos para su seguridad. La situaci¨®n de precariedad en la que viven sus familias y las dificultades para obtener la documentaci¨®n apta para un empleo formal fomentan su ingreso temprano en el mercado del trabajo. Las chicas, sobre todo las que est¨¢n separadas de sus parientes, encuentran a menudo en la prostituci¨®n la ¨²nica salida, quedando expuestas a violencia, abusos, secuestros, enfermedades de transmisi¨®n sexual y abortos clandestinos.
Tras Colombia, Per¨² es el pa¨ªs que m¨¢s refugiados y migrantes venezolanos alberga, medio mill¨®n, de los cuales 80.000 son ni?os y ni?as. ¡°Un promedio de 2.000-2.500 personas cruza la frontera cada d¨ªa, con picos de hasta 12.000. Si seguimos as¨ª¡±, asegura Olga Isaza, representante adjunta de Unicef en Per¨², ¡°para finales de 2019 se estima que ser¨¢n 1,3 millones, incluidos 200.000 menores de edad¡±.
Las ni?as son las m¨¢s expuestas al peligro, se?ala Isaza. ¡°La principal amenaza es la trata. Hemos escuchado casos de taxistas que las ofrecen transporte gratuito hasta Lima o trabajo nocturno. Son se?ales de alerta muy claras¡±.
El principal reto, seg¨²n la experta del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, est¨¢ en garantizar la inclusi¨®n de los migrantes en el sistema educativo peruano. ¡°En la actualidad, alrededor de 30.000 ni?os y adolescentes ya van a clase, pero hay que implementar un sistema que permita convalidar el historial de estudios¡±.
El acceso a la escuela es una de las principales preocupaciones tambi¨¦n en el resto de la regi¨®n. En Colombia, el 51% de los menores venezolanos no asiste a clase, seg¨²n datos de Acnur, mientras que en Ecuador este porcentaje es del 44%. ¡°El acceso a las aulas est¨¢ garantizado por ley en todos los pa¨ªses de la zona, incluso para los ni?os que se encuentran en situaci¨®n administrativa irregular¡±, recuerda desde Bogot¨¢ Olga Sarrado, portavoz de la agencia de la ONU para refugiados. ¡°Sin embargo, a¨²n existen muchas barreras que lo impiden. Hay familias que no pueden permitirse el pago de libros, transporte o uniformes. Faltan los profesores y las infraestructuras escolares no est¨¢n listas para acoger a un n¨²mero cada vez mayor de alumnos¡±.
El 22 y 23 de noviembre, representantes de Estado de la regi¨®n volver¨¢n a reunirse en Quito para abordar las pol¨ªticas de acogida de los refugiados. ¡°Esperamos que en esta cumbre se busque una soluci¨®n regional a la crisis y que todos obtengan una documentaci¨®n regular para asegurarnos de que no queden excluidos de los servicios¡±, a?ade Sarrado.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.