El nuevo esp¨ªritu de Tod's
Un gui?o ¡°a la mujer aristocr¨¢tica con alma de chica mala¡±. Es el 'leitmotiv' de la nueva colecci¨®n que el dise?ador Alessandro Dell¡¯Acqua, figura clave en los noventa, ha concebido para Tod¡¯s, buque insignia de la artesan¨ªa made in Italy. El creador se vio en 2009 despose¨ªdo de la marca que fund¨® y resurgi¨® de sus cenizas con su actual firma, N?21. Ahora nos desvela su proyecci¨®n sobre el futuro de la moda.
Se llamar¨¢ Tod¡¯s Factory, nombre que remite al laboratorio art¨ªstico que fund¨® Andy Warhol, pero tambi¨¦n a la tradici¨®n manufacturera del imperio del calzado italiano. Bajo ese ep¨ªgrafe se inscribir¨¢ una serie de colaboraciones in¨¦ditas con la que esta marca familiar, convertida en referente del lujo global, comienza un nuevo cap¨ªtulo en su historia. Cuatro veces al a?o, Tod¡¯s crear¨¢ una colecci¨®n c¨¢psula con un dise?ador ajeno a la firma. El estreno, desvelado durante la ¨²ltima semana de la moda en Par¨ªs, corre a cargo de Alessandro Dell¡¯Acqua, napolitano de 55 a?os y reformado enfant terrible de la moda italiana, que reinterpreta seis modelos cl¨¢sicos de Tod¡¯s con la intenci¨®n de rejuvenecerlos. El mocas¨ªn Gommino se convierte en bot¨ªn hasta el tobillo, mientras que las bailarinas adquieren puntas de terciopelo o aplicaciones en stretch. Adem¨¢s, les ha sumado una decena de prendas, como gabardinas cortas, parkas de nailon y pantalones ajustados.
¡°Tod¡¯s representa la excelencia italiana. Es el emblema de una burgues¨ªa cl¨¢sica pero intrigante que solo existe en mi pa¨ªs y a la que he querido zarandear con un toque m¨¢s cool y urbano¡±, afirmaba Dell¡¯Acqua a finales de septiembre en un sal¨®n del Ritz de Par¨ªs. ¡°Mi colecci¨®n se dirige a una mujer aristocr¨¢tica, pero con esp¨ªritu de chica mala¡±. A escasa distancia, el propietario de Tod¡¯s, Diego Della Valle, justificaba su elecci¨®n: ¡°Escogimos a Alessandro por su sentido de la artesan¨ªa. Hoy d¨ªa, la calidad es lo que debe primar. De nada sirve el marketing si no hay un buen producto¡±. La iniciativa inscribe a la marca italiana en la tendencia imparable de las colecciones c¨¢psula, aunque Dell¡¯Acqua parezca lamentar su proliferaci¨®n. ¡°Son el resultado de la aceleraci¨®n de la industria, en la que se exige una novedad permanente. Un desfile pasa de moda solo un minuto despu¨¦s de terminar¡±, denuncia. ¡°Ser creativo lleva su tiempo. Si haces ocho colecciones al a?o, es imposible serlo. Soy partidario de dise?ar solo dos, separadas por un intervalo de seis meses, para poder preservar esa creatividad. En realidad, creo que no necesitamos tantos vestidos¡±.
El dise?ador, m¨¢s reposado y menos impetuoso que en otro tiempo, sigue sintiendo rebeld¨ªa en su fuero interno. Creci¨® en un hogar lleno de mujeres. Su madre, su abuela y sus t¨ªas eran las que ejerc¨ªan el poder. ¡°Era casi como una pel¨ªcula de Almod¨®var ambientada en el sur de Italia. Todas ten¨ªan una feminidad inconsciente, casi involuntaria, que no era sexy, pero s¨ª carnal y er¨®tica¡±, asegura. ¡°Quiz¨¢ por eso me fascina la naturalidad y detesto el artificio. Me gusta que el tirante de un vestido se caiga solo, pero no que te lo bajes adrede¡±. El dise?ador creci¨® en el distrito napolitano de Fuorigrotta, un lugar ¡°extremadamente humilde¡± que, en su descripci¨®n poblada de almas en pena y edificios decadentes, parece remitir al barrio imaginario de las novelas de Elena Ferrante. ¡°Los libros suceden donde crec¨ª. Me reconozco mucho en lo que cuenta esa autora¡±.
Dell¡¯Acqua se form¨® en la Escuela de Bellas Artes de N¨¢poles, pero su educaci¨®n sentimental tuvo lugar en las salas de cine. ¡°Mi abuelo me llevaba cada d¨ªa. Fue ¨¦l quien me hizo ver todos los cl¨¢sicos neorrealistas de Rossellini y De Sica, aunque entonces no entendiera nada. M¨¢s tarde descubr¨ª Novecento, de Bernardo Bertolucci, pese a tener solo 13 a?os. No ten¨ªa edad para ver un filme como ese. Supongo que por eso me marc¨® tanto¡±. Seg¨²n Dell¡¯Acqua, su cultura cinematogr¨¢fica le llev¨® a la moda. Y tambi¨¦n la musical: una de sus ¨²ltimas colecciones se inspiraba en Nuda, una canci¨®n de Mina. ¡°Aqu¨ª estoy, radiografiada?/ desnuda hasta cuando voy vestida¡±, rezan sus letras.
Lleva 30 a?os en el negocio, aunque su debut en solitario no se produjo hasta 1996, cuando se estren¨® como dise?ador de su marca hom¨®nima con una colecci¨®n con t¨ªtulo de delirante tesis doctoral en Ciencias Sociales: El punk en la mujer mediterr¨¢nea. Estrellas como Winona Ryder y Gwyneth Paltrow cayeron rendidas. ¡°Esa d¨¦cada fue el periodo m¨¢s bello para la moda. Surgieron nuevos fen¨®menos y filosof¨ªas que marcaron un antes y un despu¨¦s. Yo odio los a?os ochenta, porque no me reconozco en su exageraci¨®n ni en el tipo de mujer al que se dirige. En ella todo es falso¡±, dice. En cambio, considera que los noventa fueron el colmo de la autenticidad. ¡°Nombres como Miuccia Prada, Helmut Lang o Martin Margiela cambiaron la moda para siempre. Me apasionan las modelos que aparecieron en esos a?os y los fot¨®grafos como Juergen Teller o David Sims¡±. Esa ¨¦poca idealizada dur¨® menos de lo que se suele creer, porque las caras lavadas de las modelos no ayudaban a vender pintalabios. A petici¨®n de la industria, la teatralidad y el glamour recuperaron el terreno perdido. ¡°Pero fue un periodo determinante, que me sigue influyendo a diario¡±, asegura. ¡°Desde entonces, no ha pasado nada nuevo. Desde el a?o 2000, ning¨²n nombre me ha marcado¡±, dice con tono tajante. Antes de mencionar una excepci¨®n: la labor de Hedi Slimane al frente de Dior y Saint Laurent.
Hace pocos a?os defend¨ªa el trabajo de j¨®venes promesas llegadas del otro lado del tel¨®n de acero, como Demna Gvasalia ¡ªel art¨ªfice de Vetements, hoy al frente de Balenciaga¡ª o Gosha Rubchinskiy ¡ªconocido por sus colaboraciones con Adidas¡ª. Hoy Dell¡¯Acqua considera que esa tendencia callejera e inscrita en un fe¨ªsmo desacomplejado tal vez haya ido demasiado lejos. ¡°La moda ha cambiado mucho en los ¨²ltimos a?os y no me parece mal que reencuentre cierta distinci¨®n. Despu¨¦s de un periodo de apertura al streetwear, a lo casual y a lo sport, queremos volver a ver prendas bonitas¡±, se?ala. ¡°Creo que vamos a regresar a una moda menos improvisada, practicada por modistas con oficio, hecha a mano y enmarcada en una noci¨®n m¨¢s cl¨¢sica de la elegancia. Desde la pasada temporada ya veo los primeros cambios y es solo el principio¡±. Pese a excepciones como Alessandro Michele, que sigue triunfando al frente de Gucci, ?Dell¡¯Acqua opina que Italia ha quedado algo desubicada en esta nueva calibraci¨®n entre potencias de la industria. El made in Italy, del que tanto se enorgullecen los aut¨®ctonos, se perdi¨® por el camino. ¡°La gente ha empezado a querer cosas que no forman parte de la mentalidad italiana. He firmado varias colecciones al margen de las tendencias, pero prefiero eso antes que renunciar a mi coherencia. No me gustan los dise?adores que cambian de estilo cada temporada¡±, a?ade.
Su firma personal se llama N?21. La cre¨® en 2009, cuando la crisis econ¨®mica hac¨ªa estragos en el sector del lujo. ¡°Seguramente fue el peor momento de la historia¡±, sonr¨ªe. Tambi¨¦n debi¨® de ser su peor momento personal. Acababa de perder el control de su firma hom¨®nima, tras varios a?os de conflictos con sus accionistas mayoritarios respecto a la l¨ªnea creativa y la calidad de los materiales. Eso le dej¨® en la situaci¨®n kafkiana que antes vivieron modistas como Kenzo Takada: verse despose¨ªdo de la marca que fund¨®. Observaba en los escaparates de Mil¨¢n, su ciudad desde hace d¨¦cadas, vestidos de los que colgaban etiquetas con su nombre, pero de los que ya no era responsable. Admite que fue el inicio de un largo luto, del que a¨²n no se ha repuesto del todo.
Solo le consuela que N?21 siga creciendo a velocidad de crucero. ?Por qu¨¦ en el peor momento posible dio con la combinaci¨®n ganadora? ¡°Me lo he preguntado muchas veces¡±, reconoce. ¡°Creo que fue una cuesti¨®n de precios. La moda no est¨¢ pensada para quedarse en un showroom. Tambi¨¦n tiene que venderse. Y para eso debe tener el precio justo, sin renunciar a la calidad. No puede ser un trapo vendido al m¨ªnimo coste, pero tampoco una prenda inalcanzable¡±. Adem¨¢s de llevar el tim¨®n de N?21, Dell¡¯Acqua es director creativo de Rochas desde hace cinco a?os. Su nombramiento al frente de la m¨ªtica firma parisiense le quit¨® el mal sabor de boca que le provoc¨® su renuncia a dirigir Chlo¨¦ en 2006 tras la salida de Phoebe Philo, decisi¨®n que parece lamentar. Pero solo a ratos, porque Dell¡¯Acqua se ha impuesto una norma: dejar de pensar en el pasado y limitarse a pensar en el futuro. El suyo y el de la moda.?
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