D¨ªa Universal del Ni?o: La igualdad de g¨¦nero tambi¨¦n se juega en la calle
Los expertos aseguran que los ni?os y ni?as carecen de espacios en la ciudad para divertirse juntos
Los ni?os y ni?as que juegan en la calle acotan la brecha de g¨¦nero. Unicef, la agencia de Naciones Unidas que trabaja para defender los derechos de la infancia, sostiene que ¡°en el momento en el que juegan en la calle no hay diferencias entre sexos, sino un proceso de inclusi¨®n¡±. As¨ª lo advierte Luc¨ªa Losoviz, responsable de Pol¨ªticas Locales y Participaci¨®n de Unicef. Sin embargo, los expertos aseguran que para favorecer la inclusi¨®n tiene que haber m¨¢s peque?os jugando en las calles. Y, por ello, animan a las ciudades a crear m¨¢s espacios, ya que solo el 18% de los menores entre 3 y 12 a?os reconoce que sale de casa a jugar, seg¨²n una encuesta que ha preguntado a 1.200 ni?os y ni?as por sus h¨¢bitos de juego, y que ha realizado la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en colaboraci¨®n con Unicef, organizaci¨®n responsable de que el 20 de noviembre sea el D¨ªa Universal del Ni?o.
La igualdad de g¨¦nero tambi¨¦n se juega en la calle, porque en ella los menores se relacionan sin diferencias. ¡°La calle garantiza los juegos en equipo como el pilla-pilla, donde los menores interact¨²an de igual a igual y crean normas juntos¡±, explica Losoviz, quien a?ade que ¡°cuantos m¨¢s puntos de encuentro se fomenten en las ciudades, m¨¢s se har¨¢ por lograr la igualdad¡±. Para conseguirlo, Unicef ha desarrollado el programa Ciudades Amigas de la Infancia, que promueve la recuperaci¨®n de plazas y espacios amigables para el juego.
¡°M¨¢s de la mitad de los ni?os y ni?as practican los mismos juegos, por lo que las diferencias entre ellos cada vez son menores¡±. As¨ª lo asegura otra investigaci¨®n que firma el profesor de la Universidad de Castilla La-Mancha Pedro Gil-Madrona, y que aborda la participaci¨®n conjunta de ni?os y ni?as en actividades f¨ªsicas. Y eso que, seg¨²n se alerta en el art¨ªculo, firmado por cuatro profesores m¨¢s, ¡°la discriminaci¨®n por sexo todav¨ªa est¨¢ presente en el ¨¢mbito del juego¡±.
El reto lo comparten las ciudades, que deben repensar el espacio p¨²blico para devolverlo a los ni?os. ¡°Los carteles de prohibido jugar son habituales en las plazas: normativa y sociedad rechazan que los ni?os jueguen, porque molestan¡±, comenta por correo electr¨®nico Jon Aguirre Such, socio de la firma de arquitectura Paisaje Transversal. Este, adem¨¢s, cuestiona la forma en la que se construyen los lugares de recreo. ¡°La soluci¨®n m¨¢s socorrida suele estar vinculada al f¨²tbol o el baloncesto. Pero, ?todo el mundo lo practica?¡±, reflexiona. Por ello, Aguirre defiende que se incorpore la perspectiva de g¨¦nero interseccional proveniente del feminismo. ¡°El dise?o de la ciudad debe incorporar a las mujeres y a la infancia, a quienes el urbanismo ha dado la espalda¡±, sostiene.
Algo en lo que coincide Losoviz: ¡°La definici¨®n de los lugares p¨²blicos es b¨¢sica para determinar la igualdad¡±. Y pone de ejemplo la pista de monopat¨ªn que ¡°tiene un sesgo masculino¡± y que utilizan mayoritariamente ni?os en los parques. La responsable de Unicef alerta de que las ni?as tienen que ser escuchadas y decidir qu¨¦ espacios quieren. Para Losoviz, el urbanismo tiene que cambiar de paradigma y pensar en el bienestar de las personas. ¡°Las ciudades se han desarrollado con la visi¨®n del trabajador¡±, lamenta.
En el estudio Arquitectives son conscientes de las barreras a la diversi¨®n que imponen las ciudades. Por eso las transforman pensando en los m¨¢s peque?os. ¡°Nuestras intervenciones fomentan el uso de la calle y la orientan hacia el juego¡±, cuenta por tel¨¦fono Cristina Llorente, socia de Arquitectives, para quien la actuaci¨®n que desarrollaron hace cuatro a?os en Campos (Mallorca) es el ejemplo perfecto. En la plaza de este municipio montaron una estructura con 500 cajas de sand¨ªas. El resultado: los ni?os y las ni?as la construyeron juntos, y los adolescentes se contaban confidencias en uno de los bancos del recinto. Se crearon ¡°nuevos usos del entorno¡±, comenta Llorente.
Esta firma se decanta por ¡°no definir el uso previo de un lugar¡±; dejan que sean los menores quienes decidan qu¨¦ hacen en ¨¦l. La misma visi¨®n tiene el arquitecto y vicerrector de la Universidad Aut¨®noma de Madrid Santiago Atrio: ¡°Una cancha de baloncesto ya es un espacio disgregador¡±, argumenta. Por eso es partidario de la neutralidad para que sean ni?os y j¨®venes quienes definan el uso y la relaci¨®n que quieran tener en ¨¦l, que ser¨¢ igualitaria¡±. Como ocurri¨® en Campos. Y como ha conseguido Pontevedra. All¨ª, siguieron la visi¨®n que el pedagogo italiano Francesco Tonucci plasm¨® en La ciudad de los ni?os. Ahora, Pontevedra ha recuperado el centro para los ni?os, a quienes ¡°hay que dar el espacio para que puedan crear y ser aut¨®nomos¡±, comenta por Anabel Gul¨ªas, concejala de urbanismo del municipio gallego, quien a?ade que los cambios se deben afrontar en clave feminista. ¡°Calles y parques iluminados que sean seguros para que padres, madres y ni?as lo ocupen sin miedo¡±, argumenta.
Cosme tiene 40 a?os y es un asiduo del parque junto a sus hijos Claudia y ?lvaro, de 11 y 6 a?os, aunque ¡°solo los fines de semana¡±, cuando puede ocuparse de estar con ellos. Reconoce que no se quedar¨ªa tranquilo si les deja solos en la calle. Pero, los deberes de los ni?os tampoco le dejar¨ªan otra opci¨®n, asegura.
La falta de lugares no es el ¨²nico motivo por el que los ni?os no salen de casa a jugar. ¡°Tienen poco tiempo¡±, seg¨²n Gonzalo Jover, catedr¨¢tico de Teor¨ªa de la Educaci¨®n en la Facultad de Educaci¨®n de la UCM. Este a?ade que "se ha concentrado demasiado el tiempo de los ni?os en muchas actividades extraescolares, que son interesantes, pero que les impiden jugar m¨¢s¡±. La encuesta de h¨¢bitos de juego advierte de que los ni?os ¡°no se divierten a diario, sino cuando las actividades de la semana se lo permiten¡±.
Jugar no es perder el tiempo
El propio Jover apunta que ¡°da la sensaci¨®n de que jugar es una p¨¦rdida de tiempo, y no lo es¡±. Y esto vale para todos los ni?os, ¡°porque en todas las sociedades las personas se desarrollan jugando¡±. Hacerlo, seg¨²n los expertos, potencia la actividad f¨ªsica y activa el desarrollo social, emocional y psicol¨®gico.
¡°La interacci¨®n con otros, a trav¨¦s de los juegos simb¨®licos, desarrolla competencias fundamentales para su vida presente y futura como la empat¨ªa, la capacidad para resolver conflictos y la cooperaci¨®n¡±, comenta Losoviz. La adquisici¨®n de estas competencias, sostienen estos expertos, permite a los menores tener potencial para transformar la sociedad y sensibilizar a sus iguales, colegio y familias.
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