Del bel¨¦n a la loter¨ªa, los trabajadores que hacen posible la Navidad
No existe solo una Navidad, sino una gran celebraci¨®n hecha de m¨²ltiples acontecimientos. De la iluminaci¨®n de las calles a los abetos, belenes, loter¨ªas, campanadas y cabalgatas, centenares de personas trabajan durante meses en la trastienda de estos festejos
EN SU UNIVERSO encantado, los Reyes Magos viven bien acompa?ados: junto a ellos habitan antiguos egipcios, princesas medievales, oficiales militares. Tambi¨¦n alg¨²n que otro aguerrido vikingo, curas con su sotana, botones de hotel, jueces, j¨®venes setenteros con sus tremendas campanas. En un edificio discreto de una calle modesta de Madrid, cada estancia que se abre saluda con un potente golpe de naftalina y un derroche de est¨ªmulos visuales en forma de ropajes. Casi cualquier traje de cualquier ¨¦poca se puede hallar en este almac¨¦n, uno de los varios que posee la centenaria sastrer¨ªa Cornejo, responsable del vestuario de innumerables producciones teatrales y cinematogr¨¢ficas. Aqu¨ª la serie Juego de tronos, la pel¨ªcula Exodus y la cabalgata de Reyes de Madrid ?coexisten en una misma sala. Los ¨²ltimos tres a?os, la figurinista Almudena Rodr¨ªguez ha ejercido como encargada del dise?o de los atuendos de sus majestades de Oriente y la extensa comitiva que les acompa?a: en total viste a unas 300 personas entre actores y voluntarios, muchos a base de recuperar y mezclar trajes usados que tiene a su disposici¨®n en Cornejo; otros, muy en especial el tr¨ªo de Reyes, con nuevos y sorprendentes dise?os. ¡°El proceso empieza con las labores de documentaci¨®n, buscando colores y tejidos que funcionen con el concepto de la cabalgata¡±, explica. En los ¨²ltimos a?os, el Ayuntamiento de la capital ha dado forma a una trilog¨ªa tem¨¢tica que, tras haber presentado los leitmotivs del poder de la imaginaci¨®n primero y luego el de los inventores y las ciencias, clausura este 2019 en torno a la idea de las artes y las humanidades. ¡°Por eso los personajes este a?o van a ser m¨¢s hist¨®ricos y abstractos, con un concepto m¨¢s na¨ªf y pict¨®rico¡±.
Desde el mes de septiembre hasta el 6 de enero ¡ª¡°cuando terminamos todos agotados pero llenos de emoci¨®n¡±¡ª, Rodr¨ªguez y su equipo casi solo respiran para insuflar vida a las Navidades. Como ellos, numerosos profesionales y alg¨²n que otro voluntario se aplican a lo largo del a?o entre bambalinas para hacer realidad la magia de estas fiestas, muchas veces con el p¨²blico infantil en mente: creativos, t¨¦cnicos, trabajadores del campo o empleados p¨²blicos que a veces comienzan sus tareas bajo el sol del verano, o incluso antes, para poder cumplir con sus obligaciones antes de la llegada de estas fechas. ¡°Desde mayo estamos pr¨¢cticamente al cien por cien con las Navidades¡±, corrobora Nacho Santos, director art¨ªstico del programa cultural de la Navidad del Ayuntamiento madrile?o, que se encarga de idear y gestionar la cabalgata, retransmitida por RTVE y con un presupuesto de en torno a un mill¨®n de euros. ¡°Solo en la cabalgata trabajamos 2 directores art¨ªsticos acompa?ados de 5 coordinadores y un equipo de 15 personas, apoyados por los diferentes departamentos del ?rea de Cultura y Deportes, ?rea de Seguridad, Salud y Emergencias, y Medio Ambiente y Movilidad¡±, explica Santos, que cifra en 2.000 las personas involucradas en la organizaci¨®n de todos los festejos. ¡°Pero la visi¨®n final de la cabalgata solo la tenemos los directores art¨ªsticos¡±, aclara sobre el secreto que se suele guardar en torno a este acontecimiento. ¡°Los dem¨¢s tienen solo visiones parciales, as¨ª que hay mucha gente del equipo que cuando ve la cabalgata se sorprende¡±.
Igualmente curiosa resulta la visi¨®n del oc¨¦ano de vi?as en la comarca del Vinalop¨®, en Alicante. Para quien no conozca la peculiar costumbre, parecer¨ªa que los lugare?os se afanan en transformar estas plantas en una especie de abetos navide?os, con sus paquetes de regalo colgando. En realidad, lo que pende de los sarmientos son unos ¡°bolsos¡± de papel blanco con los que, a partir del mes de julio, se van cubriendo los racimos. De este modo quedan protegidos de las inclemencias clim¨¢ticas y preservan sus cualidades durante m¨¢s tiempo. As¨ª, ¡°embolsadas¡±, muchas de estas uvas con denominaci¨®n de origen aguardan el final de a?o, cuando dos millones de kilos de la variedad aledo ¡ªdos de cada tres de las que se consumen el 31 de diciembre en Espa?a¡ª terminan medio atragantados entre risas y abrazos en plenas 12 campanadas. Antes de esa fecha, centenares de hombres habr¨¢n recogido uno a uno los racimos en el campo, comprobando su estado de maduraci¨®n ¨®ptimo por el color de las pieles, para que despu¨¦s otros tantos centenares de mujeres los limpien y clasifiquen por categor¨ªas antes de empaquetarlos. En total, hasta 13.000 puestos directos e indirectos se alimentan de esta fruta en la zona, que en realidad poco tiene que ver con el difuso origen de la tradici¨®n de las campanadas: su referencia m¨¢s antigua se remonta a un anuncio de 1898 en el peri¨®dico El Imparcial, donde se promocionaban las ¡°uvas de la suerte¡± que al parecer tomaban las familias madrile?as acomodadas, acompa?¨¢ndolas, por influencia francesa, de unas copas de champ¨¢n.
M¨¢s atr¨¢s, a 1812, se remonta la tradici¨®n del sorteo del Gordo de Navidad, celebrado cada 22 de diciembre. Para noviembre, en la sede de Loter¨ªas y Apuestas del Estado, Maribel Rodr¨ªguez, secretaria de direcci¨®n, ya se est¨¢ turnando con otra docena de compa?eros para revisar las 100.000 bolas que girar¨¢n en los bombos. Una a una y manualmente. M¨¢ximo 2.000 por jornada, para no perderse. Sentada ante una mesa, Maribel va chequeando a ojo las bolas, que pesan 3 gramos, miden 18 mil¨ªmetros y est¨¢n fabricadas en madera de boj. Comprueba que los n¨²meros resultan legibles para los ni?os que los cantar¨¢n: los residentes del colegio de San Ildefonso. Pregunta si una en concreto se distingue bien: es el 67120. Resulta perfectamente visible, a pesar de que los unos y los sietes, y en menor medida los cuatros, son los d¨ªgitos que con m¨¢s frecuencia se borran por el desgaste. ¡°Cada a?o sustituimos entre el 0,2% y el 0,4% de las bolas, cuyos n¨²meros se graban a l¨¢ser¡±, apunta Eduardo Ovies, subdirector de recursos materiales de la empresa. Las esferas que inspecciona Maribel van ensartadas en alambres que componen lo que llaman una ¡°lira¡±, por su parecido con el instrumento. En cada lira entran 500 bolas. Cuando una no es legible, se sustituye por otra negra para, al final del recuento, poder reemplazarla. Meses antes de esta operaci¨®n, los servicios t¨¦cnicos de la casa llevan a cabo una primera revisi¨®n donde colocan las bolas en placas de 250 n¨²meros, similares a una gran tarjeta de bingo, para comprobar que ninguna se ha extraviado. El proceso dura ¡°tres o cuatro meses¡± y arranca casi inmediatamente despu¨¦s del ¨²ltimo sorteo. ¡°Para antes de vacaciones, esta primera revisi¨®n tiene que estar terminada, por mi propia tranquilidad¡±, se r¨ªe Ovies, que subraya que de los 600 empleados de la casa, ¡°de forma directa o indirecta, todos trabajan en la loter¨ªa de Navidad¡±. Para no arriesgarse, el directivo explica que en este edificio se guardan dos juegos de bolas. Un tercero se conserva en una ubicaci¨®n no revelada. ¡°Por suerte, no hemos tenido problemas¡±, respira, ¡°aunque s¨ª recuerdo una an¨¦cdota: una vez a un ni?o se le cay¨® una bola que sali¨® rodando y termin¨® en un florero. Para que no vuelva a ocurrir, ahora ponemos moqueta¡±.
En Cortylandia, el espect¨¢culo de aut¨®matas que El Corte Ingl¨¦s coloca cada Navidad sobre la fachada de su edificio de la calle de Preciados de Madrid y en otros de sus principales centros comerciales, tambi¨¦n han de poner de su parte para garantizar la seguridad de su propuesta festiva. ¡°Dada la gran afluencia de p¨²blico, es una gran responsabilidad que no ocurra nada¡±. Juan Luis Est¨¦vez, escultor profesional, recal¨® ¡°por casualidad¡± en la empresa en 1993 y hoy trabaja como director art¨ªstico de este proyecto que se estren¨® hace 40 a?os, en 1979, y en el que tambi¨¦n participan otros tres empleados. ¡°Es un a?o entero de proceso¡±, se?ala. ¡°El 1 de enero comenzamos a pensar en ideas sobre la tem¨¢tica; para marzo se empiezan a modelar las figuras; luego siguen los presupuestos y en mayo o junio se inicia la producci¨®n. A finales de septiembre ya solo quedan detalles y en octubre se inicia el montaje¡±. Durante este 2018, Est¨¦vez y su equipo han perge?ado la f¨¢bula perruna Guau, ya es Navidad, un show del que se realizan pases peri¨®dicos a diario y en el que se despliegan animaciones en 3D y unas 30 figuras de personajes. Algunas menos de las 20.000 que los vecinos de Jerez de los Caballeros (Badajoz) llevan colocando desde agosto, durante unas tres horas al d¨ªa de lunes a s¨¢bado, para componer el que ¡ªdicen¡ª constituye el mayor bel¨¦n b¨ªblico del mundo: un viaje de 450 metros cuadrados desde Nazaret hasta el Antiguo Egipto pasando por Bel¨¦n, Jerusal¨¦n o Petra, todo sin moverse del mercado de abastos del pueblo. Iniciado en los ochenta como bel¨¦n familiar, el populoso y variopinto nacimiento de Jerez fue ganando terreno hasta terminar ocupando este local cedido por el Ayuntamiento. En su creaci¨®n y montaje participan 30 vecinos, todos voluntarios. Ellos componen la facci¨®n no remunerada del ej¨¦rcito de operarios de la Navidad. Ciudadanos que trabajan por amor al arte o que, como los estudiantes que desde hace d¨¦cadas venden abetos en la Facultad de Ingenier¨ªa de Montes de la Universidad Complutense, lo hacen para recaudar fondos para su viaje de fin de curso.
Si algo envuelve este periodo son las luces que alumbran las calles vestidas de invierno. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, se reconoce enamorado de estas fiestas, por eso las ha iluminado. ¡°Sociol¨®gicamente, el concepto de la Navidad ha cambiado: cuando yo era chico no viaj¨¢bamos, pero ahora se va a todas partes. Por eso, hace tres a?os se me ocurri¨® hacer de las luces un atractivo para la ciudad y el turismo¡±, se?ala el regidor en su despacho con vistas a la r¨ªa. Para atraer a propios y extra?os, pens¨® que qu¨¦ mejor que organizar las cosas a lo grande. De ah¨ª los 90 millones de leds, las 1.500 guirnaldas, los 1.000 arcos con luces y las 307 calles y 325 ¨¢rboles alumbrados, entre otras propuestas que, por un presupuesto de en torno a un mill¨®n de euros, han colocado a la ciudad bajo los focos. Eso literal y figuradamente: ah¨ª queda el v¨ªdeo viral protagonizado por el socialista. ¡°Que sepan los alcaldes de Londres, de Tokio, de Nueva York, la alcaldesa de Par¨ªs y el alcalde de Berl¨ªn que vamos a ser el no va m¨¢s. Ya no cito Madrid y Barcelona porque esos se nos quedan peque?itos al lado¡±, declar¨® con sorna Caballero, que posteriormente aconsej¨® al regidor de la Gran Manzana ¡°ponerse unas gafas de sol¡± ante el poder¨ªo lum¨ªnico vigu¨¦s. ¡°La empresa que realiza el trabajo puso luces en Nueva York y en Tokio, y cuando yo les pregunt¨¦ me dijeron que las de aqu¨ª son mejores. De ah¨ª viene la broma, que dio la vuelta al mundo¡±, aclara. Montadas a partir de septiembre, estas luces suponen tambi¨¦n 12 meses de trabajo, desde que las ¨®rdenes salen del despacho de Caballero hasta que el mismo Caballero sale a la calle para presentarlas (este a?o lo hizo en ingl¨¦s, con resultados nuevamente virales). Gracias a ellas, el pol¨ªtico se permite afirmar algo de lo que, en una u otra medida, pueden presumir todos los participantes de la trastienda de las Navidades: ¡°Antes era una celebraci¨®n sin mucho ¨¦nfasis, pero nosotros la transformamos en una fiesta que dura mes y medio¡±.?
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