Luchar contra la deforestaci¨®n, tarea diaria y de todos en Costa Rica
En este pa¨ªs defender los bosques no depende de un acuerdo gubernamental sino que defender la biodiversidad es un trabajo permanente para los pueblos ind¨ªgenas
El m¨¢s reciente informe del Grupo Intergubernamental de la ONU de Expertos en Cambio Clim¨¢tico (IPCC, por sus siglas en ingl¨¦s) nos alerta sobre el riesgo inminente que implica este proceso y pone ¨¦nfasis en la urgencia de redoblar los esfuerzos para adoptar las medidas necesarias para evitar que la temperatura del planeta siga aumentando. Adem¨¢s, fija el plazo de 12 a?os para tomar estas medidas antes de que el planeta entre en un colapso ambiental y clim¨¢tico.
El tiempo se acaba y la acci¨®n es ahora. M¨¢s all¨¢ de la implementaci¨®n de nuevas tecnolog¨ªas y la reducci¨®n de emisiones, hay una medida totalmente necesaria y efectiva que no puede demorar: la conservaci¨®n de los bosques tropicales.
Al inicio de la nueva edici¨®n de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Clim¨¢tico, que comenz¨® en Katowice (Polonia) este lunes, quiero llamar la atenci¨®n de la comunidad internacional sobre el verdadero contexto de los programas para enfrentar esta amenaza y del trato que se nos est¨¢ dando a quienes estamos luchando y poniendo en pr¨¢ctica soluciones efectivas.
Hace m¨¢s de una d¨¦cada, la comunidad internacional acord¨® poner en marcha el programa Reducci¨®n de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) causadas por la deforestaci¨®n y degradaci¨®n de los bosques, la conservaci¨®n y el incremento de la captura de CO2, tambi¨¦n conocido como REDD+, enfocado en evitar la deforestaci¨®n y aumentar la conservaci¨®n, mediante el pago de incentivos econ¨®micos a quienes protegen los bosques. Para este cometido se crearon dos organismos multilaterales: el Fondo Cooperativo del Carbono Forestal (FCPF) y el Programa REDD de Naciones Unidas (UNREDD), que impulsan una agenda de soluciones al cambio clim¨¢tico basadas en en la conservaci¨®n de los bosques.
Compa?¨ªas privadas, gobiernos de pa¨ªses desarrollados (donantes), gobiernos de naciones en desarrollo con bosques (pa¨ªses REDD+) agencias implementadoras, organizaciones de la sociedad civil, organizaciones de pueblos ind¨ªgenas y de comunidades locales son algunos de los principales actores que hemos intervenido en este complicado esquema de conservaci¨®n y financiamiento, en el cual una de las premisas es que los pa¨ªses desarrollados inviertan fondos para proteger los bosques de los pa¨ªses en desarrollo. Se supone que un buen porcentaje de estos fondos debe llegar directamente a quienes desde tiempos ancestrales hemos conservado los bosques, los pueblos ind¨ªgenas y las comunidades locales.
Para nosotros, los pueblos ind¨ªgenas de Costa Rica, conservar un bosque va mucho m¨¢s all¨¢ de firmar un contrato con el gobierno, para nosotros es una tarea diaria, en la cual nos enfrentamos a quienes buscan saquear nuestra biodiversidad, y a quienes presionan la expansi¨®n de la frontera agr¨ªcola y el cambio del uso del suelo.
Lo l¨®gica inicial del programa parti¨® del hecho que los bosques son un almac¨¦n de carbono muy importante y que si se lograba detener su deforestaci¨®n y degradaci¨®n, se estar¨ªa contribuyendo a reducir en un 20% las emisiones de CO2.
Costa Rica fue el primer pai?s en desarrollo que logro? aumentar su cobertura forestal, pasando de un 20% en la de?cada de los a?os 80, para alcanzar un 53% del territorio nacional en la actualidad
Para el mecanismo REDD+, los ¨¢rboles en pie tienen un mayor valor econ¨®mico y estrat¨¦gico que cuando son talados de manera no sostenible, por lo que se desarrollaron una serie de capacidades en los gobiernos de pa¨ªses con bosques en materia de monitoreo, reporte y verificaci¨®n (el llamado MRV), con el fin de estimar con precisi¨®n y transparencia, la reducci¨®n de emisiones del sector forestal y se acord¨® que al final del proceso de preparaci¨®n, se firmar¨ªa un acuerdo de compensaci¨®n entre pa¨ªses desarrollados y pa¨ªses REDD+, donde cada tonelada de CO2 de reducci¨®n de emisiones documentada recibir¨ªa una contraprestaci¨®n econ¨®mica.
Actualmente tanto el FCPF como UNREDD apoyan a diferentes pa¨ªses para prepararse para REDD+, los m¨¢s avanzados en Am¨¦rica Latina, son Costa Rica Chile y M¨¦xico, pa¨ªses que ya acreditaron su preparaci¨®n y que se encuentran en la negociaci¨®n del acuerdo de pago por resultados, es decir en la negociaci¨®n de las condiciones de compensaci¨®n de emisiones. Estas negociaciones se dan en el Fondo de Carbono (un fondo dentro del FCPF, especializado en la etapa de implementaci¨®n de REDD+), pero enfrentan un problema muy serio de equidad y justicia: los pa¨ªses desarrollados s¨®lo est¨¢n ofreciendo a estos tres pa¨ªses, un pago de $5 USD por tonelada de CO2 equivalente (tCo2e) de reducci¨®n de emisiones por deforestaci¨®n y degradaci¨®n cuando la expectativa m¨ªnima al respecto es de 15 d¨®lares, de acuerdo a los costos calculados por Chile, Costa Rica y M¨¦xico.
Para nosotros, como pueblos que protegemos los bosques d¨ªa tras d¨ªa, y qu¨¦ invertimos nuestro esfuerzo y nuestros recursos, el monto de 5 d¨®lares es insuficiente, y consideramos que no cubre los costos m¨ªnimos en los que incurren nuestras comunidades para realizar las tareas de vigilancia, protecci¨®n, buen manejo y conservaci¨®n de los bosques. El costo de reducci¨®n de emisiones que ha estimado Costa Rica est¨¢ en el orden de los 15 d¨®lares. Sin embargo los pa¨ªses desarrollados insisten en que el costo de la tCO2e en los mercados voluntarios est¨¢ en 5 d¨®lares, uno de sus argumentos es que como los recursos para la compensaci¨®n tienen su origen en recursos fiscales de cada naci¨®n, se vuelve muy dif¨ªcil justificar la raz¨®n por la que se estar¨ªan adquiriendo t¨ªtulos de reducci¨®n de emisiones de CO2 a un precio superior al de t¨ªtulos similares en el mercado voluntario de carbono.
Adem¨¢s, acceder a estos fondos es dif¨ªcil porque tenemos que pasar por tr¨¢mites burocr¨¢ticos, requisitos complejos y al final, el pago no se realiza o es m¨ªnimo. El programa REDD deber¨ªa reconocer este esfuerzo que no solo beneficia a un pa¨ªs sino al mundo y no buscar pagar el m¨ªnimo posible.
A inicios de octubre de 2017, el Gobierno de Costa Rica emiti¨® una nota oficial en la que expresa el malestar por el precio ofrecido al pa¨ªs. Costa Rica tiene un rol protagonista en la conservaci¨®n de los bosques, fue el primer pai?s en desarrollo que logro? aumentar su cobertura forestal, pasando de un 20% en la de?cada de los a?os 80, para alcanzar un 53% del territorio nacional en la actualidad. Adem¨¢s este pa¨ªs ha servido de laboratorio y como modelo a seguir para la comunidad internacional, no solo en lo que se refiere a conservaci¨®n sino a todos los procesos sociales y de gobernanza que hay alrededor.
El mensaje que se le da a Costa Rica y con ella a toda la comunidad internacional que ha cre¨ªdo en proteger los bosques a trav¨¦s de este programa es totalmente negativo. Nosotros hemos puesto las bases para un sistema integral para enfrentar el cambio clim¨¢tico, que implica la existencia de un Mecanismo General de Consulta Ind¨ªgena (MGCI), de sistemas de gobernanza, de reconocimiento y fortalecimiento de derechos, de relacionamiento entre comunidades y de pago por servicios ambientales basados en nuestra cosmovisi¨®n.
A una d¨¦cada del lanzamiento de REDD+, esta iniciativa enfrenta uno de sus retos fundamentales y que definir¨¢ su futuro como una alternativa viable y r¨¢pida para luchar contra el Cambio Clim¨¢tico: quedarse en la l¨®gica mezquina de pagar la menor cantidad posible a quienes protegen los bosques o replantear los t¨¦rminos de la compensaci¨®n de la reducci¨®n de emisiones para construir un entendimiento m¨¢s justo y equitativo como demanda Costa Rica, donde toda la humanidad gane.
Levi Sucre es ind¨ªgena del pueblo Bribri, Talamanca, en Costa Rica y coordinador ejecutivo de la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques (AMPB).
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