?D¨®nde est¨¢ el cambio clim¨¢tico, que yo lo vea?
Economistas, cient¨ªficos, divulgadores, t¨¦cnicos y periodistas se plantean c¨®mo hacer que la ciudadan¨ªa asuma como propia la cuesti¨®n medioambiental igual que sucedi¨® con la seguridad vial
"?D¨®nde est¨¢ la contaminaci¨®n, a ver, que yo la vea?". El ciudadano madrile?o responde a las preguntas de la reportera indignado por las restricciones de circulaci¨®n de tr¨¢fico en el centro. Si no ve la contaminaci¨®n no se la cree. Este se?or y otros menos vehementes que ¨¦l son el gran reto para los expertos en medioambiente. El desaf¨ªo consiste en conseguir que la sociedad sienta como propio el problema del cambio clim¨¢tico como en su d¨ªa sucedi¨® con otros como la seguridad vial. El objetivo es tambi¨¦n que todos aquellos que muestran una gran concienciaci¨®n sobre contaminaci¨®n en las encuestas, dejen de utilizar el coche para recorrer distancias m¨¢s que asequibles o moderen el nivel del termostato.
La iniciativa Moving for Climate Now del Pacto Mundial?de Naciones Unidas en colaboraci¨®n con Iberdrola ha reunido a t¨¦cnicos, abogados, cient¨ªficos, periodistas y economistas del mundo medioambiental en la iniciativa. Durante la semana previa a la Cumbre del Clima (COP24 en ingl¨¦s), que comienza este lunes, estos expertos del sector realizan en bicicleta el¨¦ctrica el trayecto entre Viena (Austria) y Katowice (Polonia), anfitriona de la cumbre. Durante las comidas, las rutas ciclistas y los debates nocturnos ha surgido una cuesti¨®n recurrente: ?C¨®mo lograr que el debate medioambiental no sea solo para los convencidos?
"Cuando vinculas qu¨¦ es el cambio clim¨¢tico con temas de salud consigues un gran impacto. Convencer a la gente de que reducir tus emisiones contaminantes mejora tu bienestar hoy y no ma?ana, es fundamental", asegura el economista e investigador del Basque Centre for Climate Change Ibon Galarraga. Su centro trabaja desde hace una d¨¦cada en la concienciaci¨®n y el estudio de los efectos de este fen¨®meno y est¨¢ enfocado en mostrar los beneficios y costes de actuar o no. "En econom¨ªa tradicionalmente al futuro le das mucho menos valor que al presente, le das m¨¢s importancia al dinero que tienes ahora que al que podr¨ªas tener ma?ana. Nosotros incidimos mucho en nuestros estudios en la parte econ¨®mica porque a los gestores p¨²blicos les interesa que les hables en t¨¦rminos econ¨®micos y de presupuesto", defiende.
Lo cierto es que hay pocos negacionistas al estilo Trump, al menos en la poblaci¨®n de a pie. El Banco Europeo de Inversiones public¨® a principios de noviembre por primera vez una encuesta sobre la percepci¨®n de los ciudadanos estadounidenses, chinos y europeos sobre calentamiento global. Un 78% de los encuestados en Europa declar¨® estar alarmado, frente al 65% de los chinos y al 63% de los estadounidenses.
"Esto requiere una acci¨®n much¨ªsimo m¨¢s grande, como la que se emprendi¨® con objetivos como que la gente se pusiera el cintur¨®n o dejara de fumar. Aparte de las medidas legislativas hacen falta campa?as de concienciaci¨®n por parte de las instituciones explicando qu¨¦ es, qu¨¦ puede perder y como prepararse", se?ala ?ngel Cano, de Climate Reality Spain, la fundaci¨®n del exvicepresidente de EE UU Al Gore. Los j¨®venes parecen llegar con las ideas m¨¢s claras que sus generaciones precedentes y, por lo que dejan entrever algunas encuestas, los llamados millenials entienden lo acuciante del problema. La encuesta anual Global Shapers que publica el Foro Econ¨®mico Mundial evidenci¨® que el a?o pasado la mitad de los participantes coloc¨® al cambio clim¨¢tico como su preocupaci¨®n fundamental por encima de otros como las guerras.
Las ONG fueron las que empezaron a transmitir mensajes muy simples con im¨¢genes muy potentes. Fueron las primeras que entendieron que la gente desconecta con mensajes muy t¨¦cnicos
Mensajes directos y visuales
La ciencia ha hecho su parte, las investigaciones est¨¢n encima de la mesa. 300 cient¨ªficos de 13 agencias federales diferentes entregaron hace solo una semana a Doland Trump el informe m¨¢s completo sobre los terribles efectos del cambio clim¨¢tico analizados de forma milim¨¦trica. 1.600 p¨¢ginas que los expertos de este sector tienen ahora que hacer llegar a los ciudadanos. Las redes sociales pueden desempe?ar un papel muy importante a favor o en contra del avance de la concienciaci¨®n. Carlos Fern¨¢ndez Guerra antiguo community manager de la polic¨ªa fichado por Iberdrola hace tres a?os hace balance: "Las ONG fueron las que empezaron a transmitir mensajes muy simples con im¨¢genes muy potentes. Fueron las primeras que entendieron que la gente desconecta con mensajes muy t¨¦cnicos".
Fern¨¢ndez Guerra habla de un fen¨®meno que muchos en el sector de la comunicaci¨®n conocen de sobra: "Estamos acostumbrados a ver much¨ªsimos contenidos en redes muy compartidos y que las estad¨ªsticas muestran que nadie se ha le¨ªdo. Hacer algo exageradamente t¨¦cnico contribuye a la desinformaci¨®n pero hacerlo demasiado simple hasta mentir, tambi¨¦n. Todos los datos que demos tienen que estar avalados".
Los tribunales han supuesto otro de los escenarios de esta batalla sociol¨®gica en la que a veces se convierte todo lo referente al calentamiento global. En octubre pas¨® a la historia el proceso judicial que 21 j¨®venes de entre nueve y 18 a?os comenzaron en 2015 contra el Gobierno de Estados Unidos por considerar que con sus pol¨ªticas que contribu¨ªan al cambio clim¨¢tico amenazaba sus derechos constitucionales a la vida, a la libertad y a la propiedad. Ana Barreira, fundadora del Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente y abogada con m¨¢s de dos d¨¦cadas de experiencia a sus espaldas resume as¨ª los retos en el campo judicial: "Hay que educar desde muy peque?os para que tengamos generaciones que entiendan la problem¨¢tica. Por otro lado, en las universidades los juristas tienen que aprender que hay una rama del derecho que es la protecci¨®n ambiental y ahora mismo hay que formar a los jueces que son los que tienen que aplicar la ley en caso de que fallen las administraciones p¨²blicas".
?Qu¨¦ puede hacer un medio tan masivo como la televisi¨®n? "Hay que poner ejemplos muy concretos. Si hablas de ideas generales la audiencia desconecta, hay que hablar de lo que impacta a la gente. A una abuela le afecta lo que le va a pasar a su nieto", apunta Luis Aliaga, reportero de Telecinco. "El principal problema es que la gente lo ve como un problema lejano. Que est¨¦ disminuyendo la poblaci¨®n del oso polar no nos afecta, pero la llegada del mosquito tigre s¨ª. Hay que hablar de los problemas cercanos. Adem¨¢s creo que el mensaje tiene que ser positivo, las personas se tienen que creer que son h¨¦roes y hero¨ªnas que van a salvar el planeta", apunta Isabel Moreno, f¨ªsica y presentadora de Televisi¨®n Espa?ola.
La expedici¨®n del Moving For Climate Now llega justo a tiempo para la inauguraci¨®n de la COP24 donde entregar¨¢n un manifiesto a Patricia Espinosa, Secretaria Ejecutiva de la Convenci¨®n Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Clim¨¢tico. Una cita que comenzar¨¢ marcada por el principio del fin de la era de los combustibles f¨®siles. Los argumentos a favor de un cambio de rumbo aumentan.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.