?Se puede salir de la pobreza sin recursos? Este pa¨ªs africano lo demuestra
A pesar de una casi total dependencia energ¨¦tica y alimentaria, Cabo Verde ha logrado abandonar el grupo de pa¨ªses menos desarrollados
No son¨® el despertador y tengo que salir a toda velocidad de la habitaci¨®n para no llegar tarde. A la salida del hotel me doy cuenta de que, con las prisas, me he puesto la camiseta al rev¨¦s. La recepcionista, muerta de risa, me explica que eso, aqu¨ª en Cabo Verde, significa que hoy ser¨¢ mi d¨ªa de suerte.
Praia es la capital por partida doble: lo es de la isla de Santiago y del pa¨ªs. Lo que m¨¢s me sorprende del centro de esta ciudad es, primero, lo reducido de su tama?o, y segundo, lo pr¨®spera que parece con respecto a las capitales de otros pa¨ªses de la regi¨®n que conozco.
Los datos socioecon¨®micos confirman que la relativa bonanza de Praia refleja correctamente la situaci¨®n de Cabo Verde. Este pa¨ªs cuenta con una tasa de alfabetizaci¨®n superior al 85%, una esperanza de vida al nacer de 73 a?os y unos niveles de pobreza en claro descenso. ?C¨®mo ha conseguido un pa¨ªs marcado por la casi total dependencia energ¨¦tica y alimentaria unos ¨ªndices de desarrollo tan aventajados?
Quiz¨¢ la respuesta est¨¦ en la bandera de Cabo Verde que tiene tres franjas de colores: una azul, una blanca y otra roja.
El azul, color predominante, representa el mar. El mar es probablemente lo que mejor caracteriza la geograf¨ªa de Cabo Verde. Su situaci¨®n geogr¨¢fica explica, en gran medida, la prosperidad de este pa¨ªs que consta de 10 islas volc¨¢nicas, nueve de ellas habitadas. Todas son ¨¢ridas y solo el 20% de la tierra es cultivable.
Despu¨¦s de visitar Praia, voy a Cidade Velha, a menos de una hora en coche. Esta ciudad, la primera urbe europea en los tr¨®picos, fue fundada por marineros portugueses en la d¨¦cada de 1450. R¨¢pidamente, y gracias a su situaci¨®n geogr¨¢fica, se convirti¨® en una preciada estaci¨®n para el comercio transatl¨¢ntico de esclavos. Pero la econom¨ªa de Cabo Verde iba a sufrir una constante decadencia desde mitad del siglo XVIII (a causa de las sequ¨ªas recurrentes) hasta bien entrado el siglo XX (como consecuencia de la p¨¦rdida de influencia de Portugal).
La di¨¢spora es uno de los grandes generadores de ingresos. Pero la mayor fuente de recursos del pa¨ªs es el sector servicios (72% de la econom¨ªa). Y este depende, a su vez, del turismo (m¨¢s del 25% del PIB del pa¨ªs)
La llegada del transatl¨¢ntico constituy¨® un fuerte impulso para la econom¨ªa, ya que convirti¨® el pa¨ªs en una escala importante para el comercio de carb¨®n, agua y ganado. En 1948 se abri¨® el aeropuerto internacional de Sal.
Otro de los colores de la bandera de Cabo Verde es el blanco: simboliza la paz que el pa¨ªs luch¨® duro para conseguir. La paz y la estabilidad son otros de los motivos del ¨¦xito. Estos factores se alcanzaron progresivamente a lo largo de la historia. En el siglo XIX, la poblaci¨®n de caboverdianos educados era superior a la de otras colonias portuguesas. Estos se fueron concienciando del nacionalismo que se generaba en el resto del continente africano. Pronto, junto con los l¨ªderes de Guinea-Bissau, establecieron un movimiento de independencia conjunta. En 1956, Am¨ªlcar Cabral fund¨® el Partido Africano de la Independencia de Guinea y Cabo Verde (PAIGC).
Al contrario de lo acontecido en otras potencias europeas, el dictador Antonio de Oliveira Salazar se neg¨® a renunciar a las antiguas colonias portuguesas. Eso provoc¨®, en la d¨¦cada de 1960, una de las guerras de independencia m¨¢s largas de ?frica. La guerra de Portugal se convirti¨® en un esc¨¢ndalo internacional y, finalmente, Cabo Verde obtuvo la independencia en 1975. En 1980 el pa¨ªs se dot¨® de su primera Constituci¨®n (que ratificaba el PAIGC como partido ¨²nico) y, en febrero de 1990, el PAIGC proclam¨® la apertura democr¨¢tica.
Jos¨¦ Brito, exministro de negocios extranjeros y de cooperaci¨®n, resume la situaci¨®n pol¨ªtica actual de Cabo Verde: "Nuestro pa¨ªs goza hoy de un sistema pol¨ªtico estable y consolidado, de un sistema judicial previsible y de una administraci¨®n p¨²blica sin corrupci¨®n".
¡ª?Qu¨¦ representa el color rojo de la bandera?, le pregunto a Artur, el taxista que me traslada de un lugar a otro, mientras nos dirigimos a la ciudad costera de Tarrafal, en el norte de la isla.
¡ªEl rojo representa la sangre que la gente verti¨® buscando la paz¡ La sangre de la poblaci¨®n caboverdiana, me responde orgulloso.
Y no es para menos, ya que su poblaci¨®n es el verdadero tesoro del archipi¨¦lago. "Los recursos humanos son nuestros ¨²nicos recursos naturales", reconoce el exministro Jos¨¦ Brito.
Lo que m¨¢s caracteriza a la poblaci¨®n caboverdiana es, quiz¨¢s, su di¨¢spora: con m¨¢s poblaci¨®n fuera que dentro (m¨¢s de un mill¨®n y medio frente a los aproximadamente 500.000 habitantes de las islas), Cabo Verde es uno de los pa¨ªses del mundo con mayores tasas de emigraci¨®n.
La di¨¢spora es uno de los grandes generadores de ingresos. Pero la mayor fuente de recursos del pa¨ªs es el sector servicios (72% de la econom¨ªa). Y este depende, a su vez, del turismo (m¨¢s del 25% del PIB del pa¨ªs). Manuel Veiga, antiguo ministro de Cultura caboverdiano, se?ala c¨®mo el turismo est¨¢ ayudando a impulsar el crecimiento. "El hecho de que Cidade Velha haya sido consagrada recientemente patrimonio de la humanidad por la UNESCO es revelador", dice. Y resalta la importancia de la cultura para el turismo de las islas. "Representa todo. No tenemos otros recursos naturales¡ La m¨²sica es nuestra tarjeta de visita y Ces¨¢ria ?vora (cantante fallecida en 2011), nuestra embajadora".
2007 fue el gran a?o de Cabo Verde. Es la fecha que marca la entrada del pa¨ªs en la escena internacional mediante su admisi¨®n, como miembro n¨²mero 153, en la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OCM). Pero, sobre todo, en esa fecha abandon¨® el grupo de los pa¨ªses calificados como menos desarrollados de acuerdo con los criterios del Banco Mundial (BM) para integrar el grupo de pa¨ªses con rendimiento intermedio.
A la vuelta, dejo atr¨¢s Calleta de Sao Miguel y por fin llego a Praia. Entro al hotel muy cansado, pero satisfecho de haber conocido un poco mejor este bello pa¨ªs. Me acerco a la recepcionista y le confirmo que, efectivamente, ha sido un d¨ªa de suerte.
Miguel Forcat Luque es economista por la Universidad Complutense de Madrid. Trabaja para la Comisi¨®n de la Uni¨®n Europea. Este art¨ªculo no refleja necesariamente el punto de vista de la instituci¨®n para la que trabaja.?
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