Cinco consejos para que tu perro no se muera de miedo con los petardos y pueda pasar unas felices fiestas

A pesar de que durante las ¨²ltimas d¨¦cadas la venta de petardos y fuegos artificiales ha descendido en torno a un 20%, son muchas las personas que siguen adquiriendo productos para cerrar el a?o con un espect¨¢culo. Sin embargo, lo que para algunos es sin¨®nimo de disfrute, para otros, como nuestras mascotas, puede ser una verdadera tortura.

El miedo a los ruidos fuertes ¡ªcomo los que producen los truenos, algunos veh¨ªculos de motor y los petardos¡ª afecta a entre un 30% y un 40% de los canes, explica Manuel L¨¢zaro, veterinario del Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid. Y en muchos casos no se trata de un simple susto: "Es importante diferenciar entre miedo a los ruidos y una fobia, que implica una inadaptaci¨®n que puede tener repercusiones ps¨ªquicas o f¨ªsicas", sentencia.

La pirotecnia suele ser de las cosas que m¨¢s les atemorizan junto con las tormentas. La diferencia es que algunos perros desarrollan la capacidad de anticipaci¨®n para detectarlas antes de que comiencen y as¨ª poder resguardarse, mientras que los fuegos artificiales y los petardos son imprevisibles y cogen al can por sorpresa. Tal es el problema, que algunas ciudades, como Roma (Italia), han llegado a prohibir la pirotecnia durante las fiestas de A?o Nuevo, con el objetivo de "proteger la salud de nuestros amigos de cuatro patas", asegur¨® Virginia Raggi, alcaldesa de la ciudad.

El factor sorpresa les impide ponerse a resguardo

La ansiedad es la principal consecuencia. Se manifiesta en forma de ladridos compulsivos, babeo excesivo, tener la cabeza gacha y el rabo entre las piernas y otras caracter¨ªsticas como la incontinencia o la agresividad indica Ixone Capataz Col¨¢s, veterinaria y et¨®loga. "Incluso aunque no nos d¨¦ la impresi¨®n de que lo est¨¦ pasando muy mal, ya que solo le vemos esconderse, es posible que el animal est¨¦ sufriendo un ataque de p¨¢nico", asegura L¨¢zaro.

La reacci¨®n natural del animal es huir o echar a correr, tras originarse el ruido. Esta respuesta involuntaria puede traer consecuencias tr¨¢gicas, en especial si estamos en la calle (desapariciones o atropellos) o incluso dar lugar a que el can se lance por la ventana en un intento desesperado de huida, explica la experta: "Por desgracia, no son pocos los casos en los que se han precipitado por el balc¨®n como consecuencia del impulso fren¨¦tico al tratar de esconderse y escapar".

La terapia es un proceso largo

Para evitar que nuestra mascota pase un mal rato e incluso se ponga en peligro su vida, lo ideal es acostumbrarla desde peque?a a los ruidos fuertes. "Mantenerlos aislados en esta etapa puede generar que desarrollen esta fobia en la madurez", asegura L¨¢zaro. Pero no siempre es posible.

Si la fobia ya se ha desarrollado, ambos expertos recomiendan recurrir a una terapia de desensibilizaci¨®n progresiva de manera controlada. Es decir, ofrecerle herramientas para que pueda combatir su miedo. Este tipo de tratamientos requieren la profesionalidad de un et¨®logo y un adiestrador. Aunque est¨¢ claro que se trata de un proceso largo con el que no se obtienen resultados de hoy para ma?ana.

Medidas "parche"

Capataz Col¨¢s indica que tambi¨¦n existe una serie de medidas que denomina como "parche" y que pueden evitar que entre en p¨¢nico y que ayudan a calmarlo:

- Minimizar el ruido en el hogar. Aunque no se trata de mantener encerrado a nuestro perro durante toda las fiestas, cerrar persianas y ventanas o meter a su mejor amigo en la habitaci¨®n m¨¢s aislada posible puede ayudar.

- Crear un refugio a modo de 'madriguera'. Construir o habilitar una zona donde el perro se sienta seguro. Puede ser un transport¨ªn, una camita bajo una mesa, una tienda de campa?a o una manta. Cualquier lugar donde se sienta c¨®modo y fuera de peligro. "Tiene que ser un espacio que el can asocie a cosas positivas y nunca debemos rega?arle en su madriguera", explica Capataz Col¨¢s.?

- Darles mimos y no castigarlos. La et¨®loga confirma que puede acariciar a su perro para ayudar a calmarle, aunque hay que respetar si no desea estar en nuestros brazos. Si se muestran receptivos, tambi¨¦n puede ayudar intentar jugar con ellos en su refugio con juguetes interactivos que suelen ir rellenos de comida. Y, recuerda la experta, "nunca se debe rega?ar puesto que el miedo es un sentimiento involuntario y podr¨ªa generarles m¨¢s estr¨¦s del que ya padecen.

- Asegurarse de que est¨¢ bien atado. Si est¨¢ en la calle de paseo en el momento del estruendo, es fundamental que, adem¨¢s de su correa, lleve un arn¨¦s de su talla bien ajustado. "Muchos perros, al sentir pavor, se quitan con facilidad su correa y emprenden la marcha, por ello siempre nos debemos asegurar que no les quede holgado", puntualiza la especialista.

- Utilizar f¨¢rmacos (si fuera necesario). Seg¨²n la especialista se pueden dar de forma puntual para disminuir su ansiedad, tanto cuando sufre el ataque como los d¨ªas previos que sabemos que puede haber petardos, pero siempre bajo la supervisi¨®n y las pautas de un veterinario. "Ahora hay medicaciones de dosis muy bajas y seguras que sirven como ansiol¨ªticos y no act¨²an como sedantes", dice la experta, quien se?ala que tambi¨¦n existen espr¨¢is de feromonas sint¨¦ticas que se comercializan en el mercado y que sirven como apaciguantes.