El tab¨² de estar desnudo en casa delante de los hijos
?Por qu¨¦ algunas personas piensan que es algo imp¨²dico, si la desnudez de sus padres les ayuda a comprender la suya propia?
El encuadre no recog¨ªa m¨¢s que algunos juguetes y dos caras, las de un padre y su hijo disfrutando de un buen ba?o, pero las cr¨ªticas no se hicieron esperar cuando el bloguero y activista LGTBI Perez Hilton subi¨® la fotograf¨ªa a Instagram. El selfie solo pod¨ªa ser el fruto de un "pervertido" o un "degenerado", seg¨²n algunas de las reacciones de quienes expresaron su horror ante la posibilidad de que el ni?o pudiese ver el cuerpo desnudo de su padre. D¨ªas despu¨¦s, Hilton zanjaba el tema declarando que se hab¨ªa duchado con el ba?ador puesto. ?Por qu¨¦ tuvo que justificarse?
La desnudez paterna da lecciones que no todos entienden
Mostrarse desnudo ante los hijos es un asunto delicado que cada familia gestiona a su manera, pero el choque entre las distintas perspectivas revela un oscuro tab¨². Hay un punto de vista que enfoca la exhibici¨®n del cuero humano como algo indigno, probablemente una herencia de prejuicios moralistas y no del conocimiento emp¨ªrico, pues los expertos tienen claro que mostrar el cuerpo a los hijos no es una aberraci¨®n.
Paula Cajide, sex¨®loga, directora del centro Psicointegra y coordinadora de talleres de sexualidad para familias explica que ver a los padres desnudos no ejerce efectos negativos, y opina que "es fundamental normalizar los cuerpos sin sexualizarlos, para que los ni?os adquieran la idea de que no hay nada malo en la corporalidad ni en la desnudez". Seg¨²n ella, "el problema est¨¢ en esa mirada sucia del adulto, perpetuada en la sociedad".
"Conocer los cuerpos de sus padres ayuda a los ni?os a ir entendiendo las transformaciones que experimentar¨¢n los suyos, lo que contribuye a que lleven mejor el proceso", explica la experta. Aceptar la imagen desnuda de los progenitores como parte del paisaje dom¨¦stico promueve la autoaceptaci¨®n f¨ªsica, ayuda a saber que la anatom¨ªa humana es diversa y evita caer en la obsesi¨®n por la perfecci¨®n irreal que nos vende la publicidad. Entender que el cuero humano tambi¨¦n es natural es comprender que no hay zonas "indignas" o por las que haya que sentir una especial verg¨¹enza.
La sex¨®loga insiste en la importancia de normalizar todas estas cuestiones desde la infancia, y siempre con naturalidad. "No hay que ocultar todo por pudor, ni hablarlo todo hasta el punto en que acabe siendo inc¨®modo", aconseja. ¡°Conviene hablar a los hijos de sus cuerpos, ense?arles que es algo ¨ªntimo y que cuando lleguen los cambios de la adolescencia van a poder preguntar y expresar todos sus temores. Se trata de inspirarles confianza y de poder abordar este proceso como si se tratara de cualquier otro tema", a?ade Cajide. Eso s¨ª, tom¨¢rselo como una obligaci¨®n ser¨ªa un error.
Si no quieres, no lo hagas
Que mostrar tu cuerpo desnudo sea algo natural no quiere decir que todo el mundo tenga que sentirse a gusto haci¨¦ndolo (ni viendo las intimidades ajenas). No es una pauta que deba establecerse en todas las familias. "Si el adulto est¨¢ inc¨®modo delante de sus hijos, va a ser un desastre, los ni?os van a percibir que ah¨ª est¨¢ pasando algo raro". La experta recomienda otras estrategias, como "recurrir a dibujos, mu?ecos¡ dejar la puerta de la ducha abierta, mientras la madre o padre se est¨¢n duchando".
Seg¨²n Cajide, las familias deben entender que normalizar el desnudo es magn¨ªfico, pero que no es lo m¨¢s importante. Lo fundamental es ense?ar todas las partes del cuerpo a los ni?os, y la hora del ba?o es un buen momento. Igual que les decimos pierna, brazo, es una oportunidad para descubrirles palabras como vulva o pene, en lugar de inventarnos t¨¦rminos inexistentes. Los ni?os tienen muchas curiosidades sobre las diferencias del cuerpo o los embarazos a partir de cierta edad, y la respuesta adecuada no es ocultarles las cosas.
La experta tambi¨¦n apunta que los cambios de la pubertad suelen ser el punto de adquisici¨®n del pudor corporal, por lo que es normal que entonces aparezcan recelos ante el propio cuerpo o hacia el de sus padres. Lo importante en esta fase es que se aborde desde la libertad, sin que nadie imponga nada a los dem¨¢s. Estamos en nuestra casa, y cada uno decide c¨®mo quiere estar vestido puede ser el lema m¨¢s indicado.
Madre e hijo, padre e hija¡ es igual, pero no es lo mismo
Un importante escollo a la ruptura del tab¨² de desnudarse delante de la progenie son las relaciones entre un padre y su hija. La sociedad no percibe igual un ba?o de una madre con sus hijos que el de un padre con sus hijas, y quien dice un ba?o dice cualquier otra situaci¨®n dom¨¦stica en la que la desnudez est¨¦ presente.
"Esto se debe a una construcci¨®n machista que dicta que los hombres no pueden tener el sentido de protecci¨®n o la ternura de una mujer, y que, por tanto, todos ellos son unos depredadores. A nivel individual esto hace mucho da?o. En nuestros talleres tenemos padres que se ven con dificultades para ba?ar o cambiar el pa?al a sus hijas", revela Cajide.
Y es que desnudez no es sin¨®nimo de sexo, como explica la psic¨®loga infantil B¨¢rbara Zapico. La experta tambi¨¦n rechaza que la interacci¨®n entre padres e hijos, sin ropa de por medio, deba ser vista como un tab¨², o como algo inadecuado. "Est¨¢ bien que se naturalice. La exploraci¨®n del cuerpo es algo normal en la etapa infantil, y es bueno que los ni?os puedan hacer preguntas como ?por qu¨¦ t¨² tienes pelo ah¨ª y yo no?" , opina.
"No hay ning¨²n problema para los ni?os ni en ducharse con sus padres ni en normalizar el desnudo en cualquier actividad de la vida cotidiana. Y las familias que practican nudismo y acuden con sus hijos a playas o espacios naturistas no generan ning¨²n problema en sus hijos", apunta. Es m¨¢s, quiz¨¢ un poco de desnudez sea aconsejable; como contamos en BuenaVida, reporta m¨²ltiples beneficios para la salud.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.