As¨ª tienen que ser los zapatos de tu hijo para evitar problemas f¨ªsicos
Para ayudarnos a elegir el zapato adecuado durante las distintas etapas de crecimiento, Pilar Alfageme, pod¨®loga, ofrece algunas pautas.
Hace, aproximadamente, cuatro millones de a?os que los hom¨ªnidos desarrollaron la capacidad de caminar erguidos. Esta evoluci¨®n conllev¨® la modificaci¨®n ¨®sea del ser humano. La bipedestaci¨®n hizo que se aumentase la estabilidad al andar, los pies tomaron la forma de arco lo que permiti¨® distribuir mejor el peso corporal, las rodillas se transformaron y la columna vertebral se curv¨® dirigiendo el centro gravitatorio del cuerpo a los pies.
Los pies son dentro de nuestra estructura ¨®sea, posiblemente, una de las partes m¨¢s importantes pero menos valoradas. Por ello, los expertos alertan sobre c¨®mo el cuidado inadecuado de los mismos puede reportar para nuestro cuerpo. En edades tempranas, concretamente, este cuidado y un calzado ¨®ptimo ayudar¨¢n a prevenir un gran n¨²mero de patolog¨ªas que no solo afectar¨ªan al pie sino tambi¨¦n al resto de la estructura esquel¨¦tica.
Jes¨²s Vila y Rico, jefe de Servicio Cirug¨ªa Ortop¨¦dica y Traumatolog¨ªa del?Complejo Hospitalario Ruber, afirma que ¡°el calzado tiene una gran importancia en el desarrollo de un gran n¨²mero de deformidades del pie¡±. Y explica que, ¡°el zapato debe ser amplio y con un tac¨®n de tres a cuatro cent¨ªmetros en cu?a. Ni bailarinas extraplanas, ni chanclas sin sujeci¨®n alguna. Aunque es cierto que por usarlos espor¨¢dicamente no ocurre nada, deben evitarse como calzado diario¡±.
Pilar Alfageme, pod¨®loga del Colegio de Pod¨®logos de Extremadura, recuerda que ¡°el pie es un punto de contacto entre nuestro cuerpo y el medio que nos rodea. Nos permite la bipedestaci¨®n y la marcha, y constituye una puerta de entrada de est¨ªmulos propioceptivos y exteroceptivos. Gracias a su peculiar biomec¨¢nica el pie es capaz de convertirse en una estructura r¨ªgida o flexible en funci¨®n de las necesidades para las que es requerido y las caracter¨ªsticas del terreno¡±.
La Universidad de Extremadura ha realizado distintas investigaciones en las que han estudiado un total de 1.032 ni?os, efectuando dos mediciones: con ocho y 14 a?os. Estos estudios concluyen, seg¨²n manifiesta Alfageme, ¡°que la postura del pie de los ni?os cambia hacia neutra a medida que aumenta la edad y existe una relaci¨®n m¨ªnima con el peso, la altura y el ¨ªndice de masa corporal (IMC), y que el n¨²mero de pies pronados y altamente pronados?¨C cuando la planta del mismo mira hacia fuera¨C desciende con el tiempo¡±. Asimismo, los estudios muestran que ¡°la apreciaci¨®n de la postura del pie en desarrollo podr¨ªa reducir el tratamiento muchas veces innecesario de pies planos pedi¨¢tricos y tratar solo aquellos que son sintom¨¢ticos¡±. Y sostiene que ¡°en la primera d¨¦cada de vida, puede considerarse normal, un pie plano siempre que no manifieste dolor. Hay que diferenciarlos de los pies planos patol¨®gicos que son los que trataremos los pod¨®logos¡±.
Otras de las conclusiones a las que han llegado a trav¨¦s de estos estudios es que los ni?os que acud¨ªan a la investigaci¨®n calzaban en un porcentaje muy elevado calzado deportivo, siendo mayor en el caso de los ni?os. A este respecto, Alfageme declara que el uso de este tipo de calzado supon¨ªa en la mayor parte de los casos ¡°una mala sujeci¨®n, lo que hac¨ªa que el pie del ni?o bailara dentro del calzado tomando malas posturas, y mala transpirabilidad porque en la mayor parte de los casos estaban hechos con materiales que no lo permit¨ªan¡±. Asimismo, esta especialista argumenta que ¡°exist¨ªa un elevado n¨²mero de ni?os que utilizaban un calzado muy deformado, bien porque lo heredase de sus hermanos mayores o por otras situaciones; lo que hac¨ªa que el pie se posicionase mal desde que se calzaba¡±. Todos estos resultados avalan ¡°la importancia de utilizar un buen calzado en estas edades ya que permitir¨¢ el correcto desarrollo del pie¡±, prosigue la pod¨®loga.
Para ayudarnos a elegir un calzado adecuado durante las distintas etapas de crecimiento, Pilar Alfageme ofrece algunas pautas.
1.- 0-18 meses. No deben llevar calzado, simplemente un patuco o calcet¨ªn para protegerlos del fr¨ªo, pero nada que pueda evitar los movimientos normales de sus pies.
2.- En los primeros a?os. Es preferible que el calzado respete la movilidad del tobillo, que no sea muy abotinado ni con contrafuertes demasiado r¨ªgidos; con suelas antideslizantes, flexibles y de f¨¢cil colocaci¨®n.
3.- A partir de los 6-7 a?os. El calzado debe ser estable, con suela flexible, con velcros para favorecer su autonom¨ªa y a medida que crecen podemos usarlos con cordones.
4.- En la edad adolescente y juvenil. El calzado debe tener una longitud que permita la movilidad del pie dentro del calzado, se habla de 1,5 cm m¨¢s largo aunque lo ideal ser¨ªa fijarnos en cu¨¢l es el dedo m¨¢s largo del pie y con esa referencia poder probarlo, ya que tendemos a tocar el primer dedo dentro del calzado y no siempre es el m¨¢s largo. La parte delantera del calzado debe permitir el ancho de nuestro antepi¨¦, nada de punteras alargadas ni estrechas.
En cuanto a qu¨¦ patolog¨ªas pueden desarrollar los m¨¢s peque?os de la casa por el uso de un calzado inadecuado. Pilar Alfageme enumera algunas:
1.- La utilizaci¨®n de grandes amortiguaciones puede dar lugar a acortamientos de la musculatura posterior de la pierna en algunos casos presentando marcha en puntillas, pies planos u otras patolog¨ªas.
2.- Heredar el calzado, que ya se encuentra deformado, har¨¢ que la sujeci¨®n del pie dentro del calzado no sea la ¨®ptima e incluso que este calzado deformado lleve al pie a posiciones incorrectas dando lugar a deformidades ¨®seas, por ejemplo, dedos en garra o dedos infraductus.
3.- Tambi¨¦n, la moda del momento hace que los adultos cedamos a los deseos de los m¨¢s peque?os sin darnos cuenta que estamos poniendo en riesgo la salud de sus pies. ¡°Me refiero a la utilizaci¨®n continuada de zapatillas o botas de f¨²tbol donde el pie se mantiene oprimido con suelas demasiados finas o inadecuada sujeci¨®n pero las lleva nuestro deportista favorito y eso es lo que prima.
4.- El material del calzado tambi¨¦n puede provocar maceraci¨®n, por sudoraci¨®n excesiva y no transpirabilidad. Tambi¨¦n se puede desarrollar alg¨²n tipo de micosis o dermatitis. Para combatir este tipo de enfermedades, Pilar Alfageme aconseja a los progenitores utilizar calzados elaborados con materiales que permitan una correcta transpiraci¨®n del pie y una flexibilidad correcta: ¡°materiales naturales, nada de polipiel o pl¨¢stico que aumente la sudoraci¨®n y maceraci¨®n de la piel, y que no sean demasiado r¨ªgidos¡±.
Con relaci¨®n al calzado aconsejado que procure el bienestar de ni?os y adolescentes, Vila y Rico menciona la aparici¨®n reciente de un gran n¨²mero de zapatos y deportivas con suela en forma de balanc¨ªn que, seg¨²n el traumat¨®logo ¡°ayudan a que el apoyo global del antepi¨¦ sea m¨¢s correcto, puesto que la forma de la suela hace que el apoyo sea biomec¨¢nicamente m¨¢s preciso y permita un paso m¨¢s propulsivo¡±.
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