El siglo de la astronom¨ªa

Cuando se fund¨® la Uni¨®n Astron¨®mica Internacional (UAI), en julio de 1919, hac¨ªa solo tres a?os que Einstein hab¨ªa publicado sus ecuaciones de la relatividad general, y solo un mes de la famosa expedici¨®n de Eddington a la isla de Pr¨ªncipe para observar el eclipse solar que las confirm¨®. Como la relatividad general es el fundamento de la cosmolog¨ªa moderna, cabe decir que la UAI naci¨® junto a nuestra visi¨®n profunda del universo. En estos cien a?os han ocurrido cosas extraordinarias en este sector del conocimiento. Para empezar, Hubble descubri¨® que el cosmos est¨¢ en expansi¨®n, como ya sospechaba el f¨ªsico te¨®rico y cura belga Georges Lema?tre a partir de las meras ecuaciones de Einstein, lo que le condujo a formular la teor¨ªa del big bang, hoy demostrada por la radiaci¨®n de fondo de microondas que conforma su residuo f¨®sil. Tambi¨¦n hemos descubierto c¨®mo brillan las estrellas, y que casi todas tienen planetas orbitando sobre ellas. Ha sido el siglo de la astronom¨ªa, pero la cosa no ha hecho m¨¢s que empezar. Lee en Materia lo que prev¨¦ para el pr¨®ximo siglo la nueva presidenta de la UAI, Ewine van Dishoeck.

El gran tema para los pr¨®ximos cien a?os, en la astronom¨ªa o fuera de ella, es si hay vida ah¨ª fuera o, por el contrario, estamos solos en la galaxia y somos producto de una inmensa casualidad c¨®smica. El descubrimiento de vida en otros planetas, aunque fuera en sus formas m¨¢s simples, como algo parecido a una bacteria, dar¨ªa un giro copernicano a nuestra forma de entender el universo y nuestra posici¨®n en ¨¦l. Los astr¨®nomos tienen aqu¨ª un protagonismo indudable, porque ya est¨¢n en condiciones de analizar el "espectro" de la luz procedente de los exoplanetas, que es un testigo de la composici¨®n de su atm¨®sfera. Esta es la misma t¨¦cnica que les sirvi¨® para conocer la composici¨®n de las estrellas, y el problema para aplicarla a los planetas es de resoluci¨®n de los telescopios, terrestres o espaciales. Con un buen an¨¢lisis espectral, los astrof¨ªsicos esperan detectar ¨Co descartar¡ª las firmas de la vida: mol¨¦culas org¨¢nicas en la atm¨®sfera que delaten su presencia en un exoplaneta. Si se produce, esta ser¨¢ una de las noticias del siglo.

Hay mucho m¨¢s en la cabeza de la presidenta mundial de los astr¨®nomos. Curiosamente, es esc¨¦ptica sobre la posibilidad de hallar seres complejos como nosotros, sean o no verdes. M¨¢s bien espera algo mucho m¨¢s primitivo, como una bacteria, o mucho m¨¢s avanzado, como un planeta regido por sistemas de inteligencia artificial. Cualquiera de estas dos cosas ser¨ªa tambi¨¦n de primera p¨¢gina. La investigaci¨®n de los agujeros negros, como el Gargant¨²a que mora en el centro puntual de la V¨ªa L¨¢ctea, nuestra galaxia, est¨¢ llamada a generar datos de enorme inter¨¦s para los f¨ªsicos te¨®ricos. Y, ya de vuelta a casa, no olvidemos la posibilidad de establecer una estaci¨®n permanente en la Luna que servir¨ªa, entre otras muchas cosas, como lugar de ensamblaje para una nave tripulada capaz de viajar a Marte. Tal vez con un billete solo de ida.

Las respuestas, en cien a?os.