El silencio atronador de Karl Lagerfeld
Por primera vez en 35 a?os, el dise?ador de Chanel se ausenta ¡°por cansancio¡± de un desfile de la firma. Su nueva colecci¨®n, la m¨¢s imaginativa en a?os, no present¨® indicios de una retirada cercana
Fue una de esas ausencias que hacen correr r¨ªos de tinta. Karl Lagerfeld no asisti¨® este martes, por primera vez en los 35 a?os que lleva como director creativo de Chanel, a un desfile de la firma francesa, generando inquietud sobre su estado de salud. El dise?ador alem¨¢n, de 85 a?os, no acudi¨® ni a la presentaci¨®n de las 10 de la ma?ana ni al segundo pase del mediod¨ªa. En su lugar, sali¨® a saludar su mano derecha, Virginie Viard. Al final del desfile, en el que se present¨® la colecci¨®n de alta costura para la primavera-verano de este a?o, una voz dio explicaciones por megafon¨ªa. ¡°Se sent¨ªa cansado¡±, le excusaron los suyos. M¨¢s tarde, la marca difundi¨® un comunicado que insist¨ªa en lo mismo: Lagerfeld no estaba en forma. Y a?adi¨®: ¡°Viard, como directora del estudio de creaci¨®n, y ?ric Pfrunder, como director de imagen, contin¨²an acompa?¨¢ndole para garantizar el seguimiento de las colecciones y campa?as de la marca".
Que el incombustible modisto faltara a la cita fue suficiente para que la moda se asomara este martes al precipicio, pregunt¨¢ndose qu¨¦ ser¨¢ de la firma (y del sector del lujo en su integridad) el d¨ªa en que deje de ejercer. Seg¨²n Le Figaro, Lagerfeld se habr¨ªa mostrado ¡°muy cansado¡± en un encuentro con una periodista del diario franc¨¦s que tuvo lugar el lunes. Pese a todo, Lagerfeld nunca se ha planteado jubilarse, porque se considera ¡°inmortal¡±, como dijo en julio de 2018 en una entrevista con Paris Match. ¡°Hago doce colecciones al a?o y no veo muy bien qui¨¦n podr¨ªa hacerlo en mi lugar, aunque a muchos les gustar¨ªa¡±, expres¨® entonces. A sus 85 a?os, Lagerfeld es el ¨²ltimo superviviente de la vieja guardia de la moda europea, tras la retirada de Valentino Garavani y las recientes defunciones de Hubert de Givenchy o Azzedine Ala?a.
En realidad, nada en el desfile de este martes parec¨ªa insinuar que su jubilaci¨®n est¨¢ a la vuelta de la esquina. Su colecci¨®n fue una de las m¨¢s imaginativas de los ¨²ltimos a?os. Transcurri¨® en otro de esos espectaculares escenarios que solo Lagerfeld sabe concebir: una mansi¨®n italiana con piscina particular, hierba aut¨¦ntica y tradicional escalinata, como salida de un c¨®ctel toscano de la jet set de los 50 o de una pel¨ªcula de Luca Guadagnino. De fondo, sonaban las canciones de Mina y las bandas sonoras de Armando Trovajoli. El conjunto transmit¨ªa a un?locus amoenus?(lugar agradable, en lat¨ªn) al que nadie dud¨® en exiliarse por unos minutos en un d¨ªa como este martes, mientras la nieve ca¨ªa sobre Par¨ªs y el term¨®metro descend¨ªa a cero. Fue una demostraci¨®n m¨¢s de que en el mundo de la moda, para lo bueno y para lo malo, siempre brilla el sol.
Una vez superado el choque t¨¦rmico, Lagerfeld empez¨® por modernizar, otra vez m¨¢s, el legendario tailleur de la marca, creado por Coco Chanel en 1954. Esta vez, su propuesta consiste en una falda l¨¢piz bastante m¨¢s larga y con una hendidura central para privilegiar el movimiento, adem¨¢s de modelos con escote barco, que dejaban el cuello despejado, sumados a hombreras rectil¨ªneas o incrustaciones de flores. Los peinados de tipo colmena, casi como en La novia de Frankenstein, confer¨ªan a las modelos un aire entre retro y vanguardista.
El dise?ador de Chanel pas¨® del pronunciado glamur de modelos que pudo vestir Audrey Hepburn a una serie de prendas con vol¨²menes sorprendentes, con mangas y bajos en forma de campana y de globo, antes de adentrarse en el estilo Mar¨ªa Antonieta ante la atenta mirada de la directora Sofia Coppola, bi¨®grafa de la reina decapitada, que se encontraba entre el p¨²blico. De hecho, la principal inspiraci¨®n de esta colecci¨®n fue el siglo favorito de Lagerfeld. ¡°El XVIII franc¨¦s, hecho de exuberancia, juventud, mesura y armon¨ªa, representa la vida tal como merece ser vivida¡±, asegur¨® una vez. Destac¨®, por ejemplo, un miri?aque liviano, idea ya vista en el desfile de Dior del lunes, que permit¨ªa dar volumen a la silueta, pero sin enclaustrar el cuerpo. Hacia el final, Lagerfeld tambi¨¦n tuvo tiempo de proponer algunas siluetas rockabilly, con una inesperada mezcla de cuero y plumas, vestidos ligeros de muselina blanca e incluso un traje de novia que luc¨ªa un bikini de brillantes y un gorro de aviador como tocado.
Por su parte, Giambattista Valli propuso pronunciados vol¨²menes en su nueva colecci¨®n, presentada el lunes por la noche. Lo hizo con una serie de vestidos cortos de tul donde abundaron los volantes en texturas satinadas, las mangas XXL y los escotes tridimensionales, sumados a gorros de estilo fez o tarbush, que Yves Saint Laurent ya utiliz¨® en alguna de sus colecciones. De hecho, Valli pareci¨® rendir homenaje al maestro franc¨¦s en un desfile que recordaba a sus colecciones de finales de los setenta, con rosas, blancos y negros como tonos primordiales. Otra referencia posible eran las exuberantes alhajas de los cuadros de Ingres que pueden verse en el Louvre, pese a que Valli prefiriese un museo de arte moderno como el Centro Pompidou para presentar su colecci¨®n, con la que cumple siete a?os en el calendario oficial de la alta costura. Mientras tanto, Alexis Mabille tambi¨¦n trabaj¨® los vol¨²menes en una serie de faldas sobredimensionadas en tonos multicolor, entre los que destacaban el rosa, el azul, el amarillo y el naranja, mientras que los brit¨¢nicos Ralph & Russo rindieron homenaje a la actriz mexicana Mar¨ªa F¨¦lix en una colecci¨®n repleta de trajes sastre en tonos fl¨²or.
El resurgir de una marca ¡°polvorienta¡±
Karl Lagerfeld fue nombrado director art¨ªstico de Chanel en 1982. Once a?os despu¨¦s de la muerte de su fundadora, se encontr¨® con una marca ¡°polvorienta¡±, en sus propias palabras, que sobreviv¨ªa gracias a la venta de perfumes, pero cuya l¨ªnea de ropa ya no generaba inter¨¦s. Todo el mundo le recomend¨® que rechazase la oferta, pero el k¨¢iser de la moda la acept¨®. A lo largo de casi cuatro d¨¦cadas, ha logrado erigir un imperio global gracias a su trabajo hiperactivo ¨Cdoce colecciones al a?o, sumando las que realiza para la firma romana Fendi¨C, un inigualable olfato para las tendencias y una gran habilidad para ocupar el espacio medi¨¢tico.
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