?Cu¨¢ntas caras eres capaz de ver en estas alfombras?
El trabajo de Teresa Lanceta, estos d¨ªas en la galer¨ªa Espacio M¨ªnimo, da la vuelta a las normas: de elemento secundario en las escenas de los cuadros, los tapices pasan a ser protagonistas y a camuflar figuras e historias dentro de sus dibujos
Esta exposici¨®n no va sobre alfombras. Esos tapices coloridos tejidos a mano son en realidad lienzos. Si en las pinturas del siglo XV la alfombra ocupaba un papel secundario en las escenas que representaban, en el trabajo de Teresa Lanceta (Barcelona, 1951) han pasado a ser el soporte, el objeto principal, dentro del cual se esconden entre hex¨¢gonos y estrellas, escenas e im¨¢genes figurativas. No es la ¨²nica norma que transgrede Lanceta en sus telares. La primera, quiz¨¢, el propio formato. La mayor¨ªa de los artistas quieren hacer arte conceptual, ?por qu¨¦ alfombras?
La labor como artista de Teresa Lanceta dio un giro cuando descubri¨® las alfombras espa?olas del siglo XV. En realidad, una concreta por encima de todas las dem¨¢s. "Fue la que de verdad me trastorn¨®", afirma para resumir su experiencia. Se trata de un tapiz realizado por artesanos moriscos para el Contador Mayor de Cuentas Garc¨ªa Franco de Toledo en la segunda mitad del siglo XV y se encuentra custodiada en el Instituto Valencia de Don Juan en Madrid, una de esas joyas secretas que solo los investigadores y los muy entendidos conocen (para acceder a ¨¦l es necesario solicitar cita previa).
La alfombra tiene una forma marcadamente rectangular y una cenefa muy ancha, lo que constri?e la decoraci¨®n del espacio central. Este es uno de los motivos por los que fascin¨® a la artista, adem¨¢s de la calidad de la manufactura. "Esa es la mejor [de las de su tipolog¨ªa], aunque hay otras alfombras tambi¨¦n magn¨ªficas en el Museo de Artes Decorativas de Madrid, o en el Arqueol¨®gico, y por supuesto fuera de Espa?a, en lugares como el Museo de Arte Isl¨¢mico de Berl¨ªn y en el Museo de Arte de Philadelphia. Se las conoce como alfombras del almirante, y pueden verse tambi¨¦n en algunas pinturas de la ¨¦poca, como la Anunciaci¨®n de Pedro Berruguete de la Cartuja de Miraflores (Burgos)".
Quinientos a?os despu¨¦s de que los artesanos moriscos realizaran aquellas obras maestras textiles por las que los se?ores de la guerra cristianos pagaban sumas exorbitantes, Lanceta retoma en parte esa t¨¦cnica y su particular iconograf¨ªa para las piezas art¨ªsticas que se han convertido en lo m¨¢s reconocible de su obra.
Las ha expuesto en lugares como La Casa Encendida de Madrid, Azkuna Zentroa de Bilbao, las Bienales de?S?o Paulo y Venecia o, ahora, en la galer¨ªa madrile?a Espacio M¨ªnimo, que le dedica una nueva individual con un t¨ªtulo perfectamente autodescriptivo, La alfombra espa?ola del siglo XV.
Escenas y figuras camufladas en los dibujos
En efecto, en la exposici¨®n pueden verse hasta tres de sus alfombras, pero tambi¨¦n varias pinturas y algunos dibujos realizados con l¨¢pices de colores sobre papel. Todos ellos toman como referencia los motivos geom¨¦tricos, vegetales y her¨¢ldicos de las alfombras originales, pero Lanceta les aporta giros inesperados y al mismo tiempo llenos de sentido. Por ejemplo, en ocasiones las tramas octogonales y las estrellas de seis puntas aparecen representadas no de manera plana, sino en perspectiva: este es un gui?o a uno de los avances del arte renacentista por excelencia, la representaci¨®n de la perspectiva monofocal.
"Hace referencia adem¨¢s a la adopci¨®n de un punto de vista ¨²nico, una sola visi¨®n. Porque esa perspectiva supuso una ganancia, claro, pero tambi¨¦n una p¨¦rdida, al perderse las otras visiones. Los otros puntos de vista muy diversos que conviven en el ser humano".
Adem¨¢s, Lanceta integra en sus piezas, en parte camufladas entre la geometr¨ªa, escenas figurativas tambi¨¦n t¨ªpicas del arte religioso de la ¨¦poca (un descendimiento, una huida a Egipto), lo que contiene otro gui?o: "En las pinturas de entonces, la alfombra ocupa una peque?a parte de la composici¨®n, y lo que importa es la escena que se desarrolla encima. Yo he hecho lo contrario: lo importante es la alfombra, y el personaje queda como escondido en ella".
Las alfombras 'desobedientes' que burlan todas las normas
Algo bastante ins¨®lito en la pr¨¢ctica art¨ªstica contempor¨¢nea, donde se asume que el artista aporta las ideas y dise?os que despu¨¦s otros materializan, es que la propia Lanceta teja personalmente todas las obras. Nunca ha contado con un taller que trabaje a partir de sus dibujos, aunque se lo han sugerido en muchas ocasiones.
"De hecho, ni siquiera realizo bocetos previos de c¨®mo ser¨¢n las alfombras porque no s¨¦ hacerlo. Los dibujos siempre vienen despu¨¦s, nunca antes". Esta inversi¨®n de t¨¦rminos contradice la primera impresi¨®n del visitante, que tiende a interpretar los dibujos de la exposici¨®n como una labor preparatoria, a la manera de los cartones de los tapices cl¨¢sicos.
Pero no es esto lo ¨²nico en lo que Lanceta se ha saltado las normas establecidas. "S¨¦ que voy contracorriente del minimal o el conceptual, que no es que no me gusten, pero que tienen sus l¨ªmites y pienso que est¨¢ bien romperlos".
"Cuando estudiaba en la universidad", recuerda, "estaba rodeada de muchos artistas, y la mayor¨ªa de ellos quer¨ªan ser conceptuales, con una aspiraci¨®n de internacionalidad, pero a m¨ª esa me parec¨ªa una internacionalidad muy reducida que solo ten¨ªa en cuenta parte de Europa y de Am¨¦rica, y nada m¨¢s. Adem¨¢s, esto me vincula a mucha m¨¢s gente, porque haciendo arte ¨¦ramos 15, y tejiendo en cambio somos millones".
Por cierto, Teresa Lanceta no estudi¨® Bellas Artes, sino Historia: "Pero desde el primer d¨ªa supe que aquello no era lo m¨ªo. Si ves mi exposici¨®n puedes pensar que haber hecho esa carrera me marc¨®, pero yo creo que no tanto. Seguro que si hubiera estudiado Antropolog¨ªa me dir¨ªas lo mismo".
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