Los cereales ni en papillas ni en las leches
La alimentaci¨®n infantil nos asusta. Quiz¨¢s no sea tanto por lo que supone sino por el ruido constante que escuchamos a nuestro alrededor
La alimentaci¨®n infantil nos asusta. Quiz¨¢s no sea tanto por lo que supone sino por el ruido constante que escuchamos a nuestro alrededor. ?Cu¨¢nto pesa? ?Est¨¢ cogiendo peso? ?Tendr¨¢ anemia? ?C¨®mo vamos de percentiles? ?S¨®lo ha comido eso? ?Le has empezado a dar ya cereales? Tampoco ayudan mitos y ¡°amimefuncionismos¡± como aquel que asegura que ofrecer leche con cereales antes de dormir facilita el sue?o ¨Csin o casi sin despertares¨C o que la mejor forma de comenzar a ofrecer los cereales es mezclados en la leche a partir de los seis meses. Seg¨²n expertas en nutrici¨®n ni las papillas ¨Cespecialmente las industriales¨C ni las leches con cereales son necesarias, mejor optar por comida ¡°de verdad¡±.
Leches con cereales: innecesarias y potencialmente obesog¨¦nicas
A finales de 2018, la revista Acta Paediatrica publicaba un estudio realizado por investigadores de la Academia Sahlgrenska en la Universidad de Gotemburgo (Suecia) que relacionaba el consumo de bebidas de cereales a base de leche a los 12 meses con un aumento del riesgo de hasta el doble de padecer sobrepeso al llegar a los cinco a?os. Este estudio parte de otro previo ¨Ccon los mismos ni?os¨C en el que encontraron que el consumo de este tipo de productos a los seis meses de edad se vinculaba con un ¨ªndice de masa corporal (IMC) elevado al llegar al a?o y al a?o y medio. Hallazgos que, seg¨²n los propios investigadores, ¡°podr¨ªan afectar a las pautas de asesoramiento utilizadas en los centros de atenci¨®n infantil¡±.
Griselda Herrero, dietista-nutricionista y autora de Alimentaci¨®n saludable para ni?os geniales, cree que en relaci¨®n al estudio, debemos tener en cuenta que est¨¢ realizado con una muestra sueca, ¡°lo cual puede darnos resultados diferentes a los que nos dar¨ªa en Espa?a¡±, y que la informaci¨®n de las comidas se haya obtenido de los padres podr¨ªa suponer un sesgo, ¡°ya que no es una cuantificaci¨®n correcta ni exacta¡±. Sin embargo, y aunque en el mismo estudio se menciona que en Suecia se usan mucho estas bebidas ¡°como suplemento¡±, por lo que seg¨²n la dietista-nutricionista podr¨ªa ser posible que el efecto no se deba al producto en s¨ª mismo sino al exceso cal¨®rico, advierte que se trata de productos potencialmente obesog¨¦nicos y que s¨ª hay una relaci¨®n entre el consumo de az¨²car y obesidad, entre otras patolog¨ªas. ¡°Introduciendo este tipo de productos a tan temprana edad estamos provocando un umbral cada vez m¨¢s alto al sabor dulce e incidiendo sobre su tolerancia¡±, apunta.
En muchos centros de salud se sigue recomendando la inclusi¨®n de cereales en la leche, bien con leches espec¨ªficas o bien triturando cereales en la misma leche materna o artificial, antes de los seis meses. Seg¨²n establece la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), la lactancia materna debe ser exclusiva y a demanda durante los seis primeros meses de vida por lo que no es necesario adelantar la alimentaci¨®n complementaria. Tampoco si se trata de lactancia artificial. Explica Griselda Herrero que hasta al menos los seis meses no se deber¨ªa comenzar a ofrecer otros alimentos ¡°saludables e inocuos¡±. Alimentos que, seg¨²n la experta, ¡°ser¨¢n un complemento ya que la leche materna (o artificial) continuar¨¢ siendo el alimento principal hasta el a?o y seguir¨¢ siendo importante despu¨¦s¡±. ?Qu¨¦ pasa a partir del a?o? Pues que en el caso de lactancia materna, madre e hijo pueden continuar hasta que deseen. Si no se contin¨²a con la lactancia materna, o no se hubiese establecido antes, se puede comenzar a ofrecer leche de vaca entera sin cacao, az¨²car, ni galletas o cereales incorporados. As¨ª lo resumen los pediatras Pepe Serrano y Carlos Casabona en el documento ?Por qu¨¦ tu hijo come peor de lo que piensas? (20 consejos ¨²tiles para la consulta del pediatra de Atenci¨®n Primaria), publicado en la AEPap en 2018.
El az¨²car de las papillas de cereales industriales
En abril de 2018, la organizaci¨®n Justicia Alimentaria Global publicaba el informe Mi primer veneno. La gran estafa de la alimentaci¨®n infantil en el que se destacaba la promoci¨®n ¨Ce incluso el amparo por parte de las propias asociaciones pedi¨¢tricas¨C de productos insanos presentados como saludables. ¡°?Y si resultara que estos artefactos alimentarios en realidad son productos altamente procesados, con escaso valor nutricional (cuando no claramente insanos), de mala calidad y muy alejados de las bondades incuestionables de la alimentaci¨®n casera adaptada?¡±, se preguntaban sus autores.
Sobre los preparados de cereales para papillas, advierte Griselda Herrero que contienen como segundo y tercer ingrediente az¨²car ¨C en sus m¨²ltiples trajes: az¨²car de ca?a, fructosa, maltodextrinas, almidones, cereales hidrolizados¨C por lo que no se deber¨ªan dar. Y es que, aunque en la lista de ingredientes no encontremos la palabra "az¨²car", el proceso de dextrinaci¨®n de los cereales rompe su estructura ¡°y pasan de ser hidratos de carbono complejos a simples, de r¨¢pida absorci¨®n como el az¨²car¡±. Sobre esto escrib¨ªa el nutricionista Julio Basulto en un art¨ªculo publicado en 2015, que ¡°en el supuesto de que un beb¨¦ tomase una vez al d¨ªa una papilla elaborada con estos cereales desde los seis hasta los 12 meses, en base a las indicaciones del fabricante, habr¨ªa consumido nada menos que dos kilos de az¨²car. Nada recomendable¡±.
¡°No es necesario alimentar a nuestros hijos con papillas industriales¡±, a?ade la diestista-nutricionista Natalia Moragues. Opina que si bien ¡°la industria alimentaria consigui¨® en su d¨ªa que casi todos los pediatras empezaran a recomendar las papillas al inicio de la alimentaci¨®n complementaria¡±, hoy en d¨ªa esto est¨¢ cambiando. ¡°Los ni?os no necesitan consumir este tipo de preparados, de cereales hidrolizados o dextrinados, en muchos casos con azucares a?adidos, miel o cacao. Nosotros los adultos no consumimos papillas, con lo que no tiene sentido acostumbrarlos a unos alimentos endulzados que adem¨¢s luego van a dejar de tomar¡±, explica.
A partir de los seis meses, comida de verdad
La infancia es una etapa crucial para nuestra salud y h¨¢bitos alimentarios futuros, de ah¨ª que, sin temerla, sea importante cuidar las elecciones que hacemos para nuestros hijos. ?Cu¨¢l es la mejor forma de ofrecer los cereales y desde cu¨¢ndo? Tanto Griselda Herrero como Natalia Moragues responden que a partir de los seis meses, siempre despu¨¦s de la leche materna (o artificial), y en forma de alimentos adaptados al beb¨¦: arroz, patatas cocidas, ma¨ªz, porridge de avena, pan, boniato asado, quinoa, pasta, pan¡ Siempre de forma progresiva, a demanda y adapt¨¢ndonos a las necesidades del beb¨¦.
¡°Cuando nosotros nacimos los productos de alimentaci¨®n infantil eran una novedad ya que se inventaron alrededor de los a?os 20 del siglo pasado. Muchos de nuestros abuelos ya los conocieron, pero m¨¢s all¨¢ de ellos estos productos de alimentaci¨®n infantil no exist¨ªan. Cuando un beb¨¦ crec¨ªa se le alimentada con ¡°comida¡±, obviamente adaptada en textura, en forma, en proporciones, etc. Pero a d¨ªa de hoy son muchos los que ven esto como algo raro, y lo que ven como normal es alimentar a los ni?os a base de una amplia variedad de productos de alimentaci¨®n infantil que en la mayor¨ªa de los casos no son ni necesarios ni del todo saludables. Por eso, la mejor forma de alimentar a un beb¨¦ cuando empezamos con la alimentaci¨®n complementaria es con ¡°comida de verdad¡± y no tiene sentido ofrecerle comida tan radicalmente diferente a la que tomamos los adultos¡±, concluye Natalia Moragues.
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