Deporte 5 - Pobreza 0

El hombre y la mujer son seres naturalmente violentos. Al menos es lo que deduzco tras leer al novelista Philip Roth, fallecido apenas hace unos meses. Curiosamente, muchos de sus libros hablan de deporte. Intuyo que para Roth es perfecto para descargar esa violencia. Parece m¨¢s improbable que el ser humano mate, agreda o se exceda en un marco deportivo a que lo haga en otros contextos. El deporte puede constituir un instrumento muy ¨²til no solo contra la violencia (y por la paz), sino tambi¨¦n a favor del desarrollo. Un Grupo de Trabajo Interinstitucional de Naciones Unidas ha escrito un informe en el que ofrece una serie de puntos que explican los motivos. Aqu¨ª van cinco de ellos.

1. El deporte y el desarrollo humano sostenible. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) calcula que la mortalidad, morbilidad y discapacidad derivadas de las enfermedades no transmisibles y evitables (tales como las cardiovasculares, las respiratorias cr¨®nicas, el c¨¢ncer y la diabetes) explicar¨¢n, en 2020, aproximadamente un 73% de todas las muertes (y un 60% de la carga mundial de las enfermedades).

Participar en una actividad deportiva reduce la probabilidad de que se desarrollen estas enfermedades, mejora el bienestar, aumenta la esperanza de vida, reduce los costes sanitarios y, por tanto, representa un impacto positivo en los presupuestos destinados a Salud. Por tanto, el deporte genera grandes beneficios econ¨®micos, en especial para los pa¨ªses en desarrollo donde los recursos ya se estiran mucho.

2. Deporte y educaci¨®n. Hay evidencias que subrayan la correlaci¨®n entre la participaci¨®n en actividades deportivas y los ¨¦xitos acad¨¦micos. A trav¨¦s de estas pr¨¢cticas se aprenden una serie de habilidades y valores (honestidad, juego limpio, respeto por uno mismo y por los dem¨¢s, la observancia de las reglas y el respeto por su importancia) que son esenciales para la cohesi¨®n social.

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El deporte es, adem¨¢s, una herramienta para la inclusi¨®n social especialmente importante. Primero, para las ni?as, porque ellas disponen de menos oportunidades que los chicos para interactuar socialmente fuera del hogar y m¨¢s all¨¢ de las redes familiares. En segundo lugar, para las personas discapacitadas, pues el deporte puede integrarlas en la sociedad y proporcionarles as¨ª un espacio para una interacci¨®n social positiva, reduciendo su aislamiento y echando abajo los prejuicios.

3. El deporte y la paz. El deporte es un lenguaje internacional. Su capacidad de entrecruzar culturas permite que los programas que lo incluyen ayuden a superar las barreras sociales y ¨¦tnicas, haciendo del terreno de juego un espacio sencillo y a menudo apol¨ªtico para que se den contactos entre grupos contrarios.

Muchos de los valores b¨¢sicos inherentes al deporte son compatibles con los principios necesarios para el desarrollo y la paz, como es el caso del juego limpio, la cooperaci¨®n, el compartir y el respeto.

4. El deporte y la econom¨ªa. Su peso econ¨®mico es el resultado de actividades tales como la producci¨®n de bienes y los eventos, los servicios relacionados con el deporte y los medios de comunicaci¨®n.

5. El deporte y la comunicaci¨®n. Los eventos son un foro ideal para llegar a un gran n¨²mero de personas, ya sea en ellos mismos o a trav¨¦s de la cobertura de los medios de comunicaci¨®n. Los m¨¦todos para promover la concienciaci¨®n incluyen el uso de anuncios de servicio p¨²blico, v¨ªdeos... Los programas deben ser dise?ados espec¨ªficamente para poner de relieve las habilidades y los valores esenciales que pueden aprenderse a trav¨¦s del deporte.

A continuaci¨®n, un ejemplo de un proyecto modesto que quiz¨¢s a¨²ne los cinco puntos explicados. Se trata de una iniciativa ideal en el sentido de que, con una peque?a inyecci¨®n de capital, se lograron resultados propicios y duraderos en el tiempo.

Centroam¨¦rica vive hostigada por la criminalidad adolescente: con una poblaci¨®n similar a la de Espa?a, esta regi¨®n registra aproximadamente 15.000 asesinatos anuales (es decir casi 40 por d¨ªa) mientras que en Espa?a, en 2006, se registraron 336 (menos de uno por d¨ªa). Entre las causas del problema se encuentran el tr¨¢fico de drogas, las maras, la disponibilidad de armas de fuego y la debilidad de las instituciones en el castigo y la prevenci¨®n, seg¨²n los datos proporcionados por el Banco Mundial.

El deporte es una herramienta para la inclusi¨®n social especialmente importante para las ni?as y los discapacitados

Osvaldo, jardinero de profesi¨®n y residente en el barrio San Isidro de la Cruz Verde de Managua (Nicaragua) entrenaba a un grupo de adolescentes del vecindario. Su objetivo era montar un equipo y participar en una liga local de b¨¦isbol, alejando as¨ª a los j¨®venes de actividades conflictivas.

Osvaldo explic¨® su proyecto a un grupo de extranjeros que, por motivos profesionales, viv¨ªan en ese momento en la capital nicarag¨¹ense. Estos, a su vez, hicieron una contribuci¨®n con la que se compr¨® material (uniformes de los jugadores, bates, pelotas, guantes de b¨¦isbol¡­) y se inscribi¨® al nuevo equipo en una liga manag¨¹ense.

Los adolescentes estaban entusiasmados con su nueva actividad hasta el punto que el equipo gan¨® la liga ese a?o. La administraci¨®n de la competici¨®n financi¨® la inscripci¨®n del equipo para el a?o siguiente. Por otro lado, el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa de Managua decidi¨®, contagiados por la exaltaci¨®n, contribuir al proyecto financiando la compra de material. El proyecto fue autosuficiente varios a?os.

El deporte puede ser un instrumento eficaz en el mundo de la cooperaci¨®n. Por tanto, hay que incorporarlo en las pol¨ªticas de desarrollo de los pa¨ªses y en las agendas de desarrollo de los organismos nacionales e internacionales¡­ Es la ¨²nica disciplina que puede ganar a la pobreza por goleada.

Miguel Forcat Luque es economista por la Universidad Complutense de Madrid y trabaja para la Comisi¨®n de la Uni¨®n Europea. Este art¨ªculo no refleja necesariamente el punto de vista de la instituci¨®n para la que trabaja.?

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