Desconvocar es imposible a veces

Mi prima convoc¨® una reuni¨®n familiar; y cuando ya llev¨¢bamos dos horas de conversaci¨®n, decidi¨® desconvocarla. ¡°?La desconvoco!¡±, dijo. Y se levant¨® de la silla.

M¨¢s informaci¨®n

Puigdemont no hizo al decir (oct. 2017)

La trampa de la palabra "hembrismo"

Si a quien lee estas l¨ªneas le ha sonado algo raro ah¨ª, eso se debe quiz¨¢s a que ha intuido que no se puede desconvocar una acci¨®n que ya est¨¢ en marcha. Y as¨ª es, porque la potencialidad de la convocatoria desaparece en el momento en que el efecto se produce, del mismo modo que no se puede desviar ni detener el vuelo de una fecha cuando ya se ha clavado en la diana. Tampoco podremos anular una cita para almorzar con otra persona cuando ya estamos en el segundo plato. Si acaso, decidiremos salir abruptamente del restaurante tras pretextar un dolor de muelas, anunciar que vamos a por tabaco o tomar sencillamente las de Villadiego. Pero nunca descitarnos. Si nos descitamos cuando ya hemos consumido el filete, el camarero nos traer¨¢ la factura correspondiente y le importar¨¢ un comino la desconvocatoria.

Obviamente, ¡°des-convocar¡± significa lo contrario de ¡°convocar¡±, y retrata la acci¨®n de anular el llamamiento que se dirigi¨® a una o varias personas para que hicieran algo; por ejemplo, una huelga. As¨ª pues, con ¡°desconvocar¡± se anula la convocatoria¡­ pero no aquello que le sigue. Si anunciamos una huelga y ¨¦sta se produce, no cabe ya la posibilidad de desanunciarla. Lo que s¨ª cabe en ambos casos es acabar con la huelga, revocarla, paralizarla, detenerla, terminarla, cancelarla, suspenderla o interrumpirla.

El verbo ¡°desconvocar¡± se opone a ¡°convocar¡±; y el sustantivo ¡°desconvocatoria¡± contradice a ¡°convocatoria¡±. Tanto ¡°convocar¡± como ¡°convocatoria¡± evocan una potencialidad: se llama a que ocurra algo; por tanto, algo puede ocurrir.

Pero cuando la convocatoria se ha transformado en acto, esa potencialidad desaparece por s¨ª misma y se convierte en un resultado. Es decir, una vez que una huelga est¨¢ en marcha, la convocatoria que condujo a ella no tiene ya virtualidad alguna en el presente.

Ahora bien, s¨ª se puede desconvocar una huelga cuando ¨¦sta no ha empezado, porque en tal caso la anulaci¨®n permite volver al punto de partida.

En casi todos los peri¨®dicos se escribieron la semana pasada expresiones como?¡°los taxistas desconvocan la huelga¡±, ¡°se decidi¨® la desconvocatoria de la huelga¡± o ¡°la huelga fue desconvocada sin lograr sus objetivos¡±. Quienes redactaron as¨ª sus textos no tuvieron en cuenta ni la definici¨®n del Diccionario acad¨¦mico ni las recomendaciones de varios libros de estilo. Ni la l¨®gica de los hechos.

Y a¨²n queda un segundo aspecto discutible con la idea de ¡°convocar¡±. Habitualmente, una o varias personas convocan a las dem¨¢s; pero suena extra?o que alguien se convoque a s¨ª mismo. Se entiende, por ejemplo, que un comit¨¦ de empresa o la directiva de un sindicato convoquen a la huelga a los trabajadores a los que representan o a los que se dirigen con esa convocatoria. Pero no tanto que los trabajadores se autoconvoquen. Por ejemplo: ¡°Los trabajadores del metro convocan huelga¡± (huelga de trabajadores del metro, claro).

En tales casos se entender¨ªa mejor que la acuerdan, la anuncian o avisan sobre ella.

Una huelga del transporte siempre es inc¨®moda para todos. Pero mucho m¨¢s lo ser¨ªa una huelga en el uso de las palabras precisas. Si eso sucediera realmente, qu¨¦ dif¨ªcil ser¨ªa llegar a un acuerdo.