10 restauraciones de edificios en Espa?a que todos lamentan y ya no tienen vuelta atr¨¢s

La transparencia, el valor perdido

"Las fachadas, totalmente acristaladas, resuelven la iluminaci¨®n natural del edificio, ponen de manifiesto su estructura y constituyen un magn¨ªfico escaparate para los coches almacenados que esperan su distribuci¨®n". Con estas l¨ªneas de la memoria del proyecto, los autores del dep¨®sito de autom¨®viles de la Seat en Barcelona (en la Gran V¨ªa) ¡ªlos arquitectos C¨¦sar Ortiz Echag¨¹e y Rafael Echaide Itarte y el ingeniero Adri¨¢n de La Joya¡ª resumieron los principales valores que ten¨ªa este magn¨ªfico edificio hasta que, en el a?o 1998, se actu¨® sobre ¨¦l para cambiar su uso al de viviendas.

Susana Landrove, directora de la Fundaci¨®n Docomomo Ib¨¦rico ¡ªdedicada a la defensa y difusi¨®n de la arquitectura moderna¡ª explica que para ello "se cegaron sus fachadas con paramentos opacos y se ocult¨® la estructura, aniquilando las bellas transparencias y cualidades arquitect¨®nicas que las fotograf¨ªas de Catal¨¤-Roca de la ¨¦poca muestran con claridad. Actuaciones menos rotundas, aunque no menos nocivas, socavaron tambi¨¦n los valores de los otros dos edificios que componen el conjunto: la torre de oficinas y el espacio de exposici¨®n y venta de coches".

No lo llames derribo, ll¨¢malo 'fachadismo'

Proyectada por Jos¨¦ Barreras Mass¨® en el a?o 1900, La Metal¨²rgica, antigua f¨¢brica de conservas, "fue uno de los mejores ejemplos de la arquitectura industrial viguesa, adem¨¢s de un importante testimonio del impacto que la industria conservera tuvo en la econom¨ªa gallega", cuenta Carlos Henrique Fern¨¢ndez Coto, presidente de la Asociaci¨®n para a Defensa do Patrimonio Cultural Galego.

El declive de las conserveras, sin embargo, la llev¨® al cierre en los a?os 80. Posteriormente, sus rehabilitaciones como parque de bomberos y como dep¨®sito de veh¨ªculos de la polic¨ªa alteraron la armon¨ªa del edificio, que acab¨® en estado semirruinoso. Hasta que, en 2016, la vieja f¨¢brica fue derribada y comenzaron las obras para construir en su lugar las nuevas oficinas de la Tesorer¨ªa de la Seguridad Social de Vigo.

"A¨²n pudiendo recuperar los vol¨²menes originales, ¨²nicamente conservaron una de las fachadas, construyendo un edificio totalmente ajeno al anterior", protesta Fern¨¢ndez Coto. Otro caso m¨¢s, en definitiva, del famoso fachadismo.

Si la sobriedad del franquismo fuera una reforma arquitect¨®nica

Construido en 1922 por Jer¨®nimo Arroyo, el Palacio de Correos y Tel¨¦grafos fue uno de los mejores ejemplos de la arquitectura neoplateresca de Valladolid. En los a?os 60, sin embargo, una reforma para construir el cuarto piso actual desfigur¨® el edificio.

Diego de Miguel, arquitecto de Ciudadanos por la defensa del patrimonio en la provincia de Valladolid, explica a ICON Design que "la reforma arruin¨® la centralidad de la esquina principal, destacada hasta entonces por una torre, rebajando su altura hasta coincidir con la del resto de la fachada". A esto se sum¨® la retirada de la elegante balaustrada que, a imitaci¨®n del estilo plateresco, coronaba el palacio. "Con ello se pretendi¨® dar al edificio una mayor sobriedad que hiciera concordar su imagen con la rectitud moral propagada por el franquismo", a?ade de Miguel.

La Rotonda ahora es cuadrada

Ricardo Vergara, presidente de SOS Monuments, aplaude la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a que ha ordenado el derribo de las reformas realizadas en 2016 en La Rotonda (Barcelona), un edificio modernista construido en 1906 por Adolf Ruiz i Casamitjana, e incluido en la Ruta del Modernismo de la ciudad.

La reforma, proyectada por el arquitecto Alfredo Arribas, ha alterado la altura del edificio original al construir una nueva planta, destinada a oficinas, aunque sobre todo ha afectado a las ampliaciones que en los a?os diez, treinta y cincuenta realizaron en la finca el arquitecto noucentista Enric Sagnier y su hijo. Ha desaparecido, por ejemplo, la fachada secundaria, sustituida por otra totalmente nueva de est¨¦tica moderna y grandes ventanas rectangulares.

Un solo bloque de hormig¨®n puede dar la vuelta a una ideolog¨ªa

Si en Madrid los amantes de la arquitectura moderna todav¨ªa lloran el derribo de La Pagoda de Miguel Fisac, asociaciones como Plataforma por la Defensa del Patrimonio Cultural de Murcia o Docomomo advierten a ICON Design de que tampoco en Cartagena ha tenido mejor suerte la obra de este famoso arquitecto.

Construida en 1968 como chalet de vacaciones para su propia familia en Isla Plana, a Miguel Fisac el proyecto de esta vivienda, conocida en la zona como "La Cajonera", le sirvi¨® como experimento para ensayar una nueva arquitectura tur¨ªstica respetuosa con su entorno natural. Deshabitada durante a?os, la casa sobrevivi¨®, pero en 2006 fue v¨ªctima de una ampliaci¨®n por parte de sus nuevos due?os que estrope¨® la armon¨ªa del conjunto, constituido originalmente por cuatro m¨®dulos rectangulares de color blanco en los que Fisac reparti¨® las distintas estancias. La ampliaci¨®n es un nuevo ala de hormig¨®n gris, con una pared roja, que da cabida a una piscina, eso s¨ª, con unas vistas ¨²nicas de la bah¨ªa.

Desfigurada por un 'glaseado' de yeso

No muy lejos de all¨ª, en La Manga del Mar Menor, se levant¨® en 1967 Casa Catena, una vivienda de estilo racionalista, construida sobre una duna de la playa por el estudio Corrales y Molez¨²n, responsable precisamente de otro de los edificios peor tratados de Madrid: el Pabell¨®n de los Hex¨¢gonos de Casa de Campo.

Hasta no hace mucho era considerada una de las mejores viviendas unifamiliares de la regi¨®n, pero nada queda ya de la estructura original, desfigurada hace algunos a?os por una agresiva reforma. "Hemos perdido una lecci¨®n de arquitectura ejemplar: la pureza de la l¨ªnea, el uso de los recursos m¨ªnimos, la racionalidad constructiva¡­", lamenta el arquitecto Enrique de Andr¨¦s Rodr¨ªguez, miembro de Plataforma por la Defensa del Patrimonio Cultural de Murcia.

La rehabilitaci¨®n que unos aman y otros lamentan

Los miembros de la Asociaci¨®n Vasca del Patrimonio Industrial y de la Obra P¨²blica se debaten entre reformas como la de Antigua Alh¨®ndiga de Bilbao (hoy Azkuna Zentroa) o el del Dep¨®sito franco del Puerto de Bilbao en el Canal de Deusto como las m¨¢s desastrosa en Pa¨ªs Vasco.

Finalmente, se decantan por la que en 2015 convirti¨® la F¨¢brica de Tabacos de San Sebasti¨¢n en el Centro Internacional de Cultura Contempor¨¢nea Tabakalera, una obra que, sin embargo, alaban arquitectos como Javier Pe?a Ib¨¢?ez,?director del Festival Internacional de Arquitectura y Dise?o Conc¨¦ntrico.

"Pese a ser el resultado del fallo de un concurso, la intervenci¨®n de la F¨¢brica de Tabacos se produjo sin tener en cuenta su gran valor patrimonial, algo especialmente chocante al ser el nuevo destino un equipamiento cultural", explica en representaci¨®n de esta asociaci¨®n Joaqu¨ªn C¨¢rcamo. Durante las obras de rehabilitaci¨®n emprendidas por el estudio Naiara Montero en 2011, "se eliminaron forjados, cubiertas, carpinter¨ªas exteriores e interiores, pavimentos, z¨®calos, revestimientos, mobiliario¡­", enumera.

"Adem¨¢s, aunque el gran prisma que sobresale en el eje principal de la f¨¢brica se plante¨® como un elemento de vidrio poco visible, al final se le superpuso un Tramex [una rejilla que se emplea para los falsos techos]", que contrasta con la piedra del edificio original, inaugurado en 1913.

Cuando lo anodino gana a lo excepcional

"Si hubiese que mencionar un edificio moderno cuya concepci¨®n original haya sido profundamente alterada en Asturias, hasta resultar pr¨¢cticamente irreconocible, esa es la gasolinera Mayfer", dice el arquitecto Benigno G¨®mez en representaci¨®n de INCUNA, una entidad en defensa del patrimonio industrial, con sede en Gij¨®n.

Proyectada en esta ciudad en 1959 por Mariano Mar¨ªn Rodr¨ªguez-Rivas, dicha gasolinera fue considerada una de las principales obras de la arquitectura moderna del Principado. Destacaba sobre todo por la elegante composici¨®n de paraguas invertidos de diferentes alturas, siguiendo el ejemplo de otras gasolineras que levantaron figuras como Arne Jacobsen. En 2001, sin embargo, los paraguas de la Mayfer "fueron pasto de la piqueta, al tiempo que el resto de elementos se vulgarizaron en busca de una?anodina imagen corporativa", lamenta Benigno G¨®mez. El resultado es una gasolinera est¨¢ndar donde hubo una arquitect¨®nicamente excepcional.

La copia contra el original

Fernando Espinosa de los Monteros lamenta la suerte que precisamente corri¨® otra gasolinera. En este caso, la que en 1927 construy¨® Casto Fern¨¢ndez-Shaw en la calle Alberto Aguilera de Madrid: "La Gesa, una gasolinera racionalista que constituy¨® uno de los m¨¢s nobles ejemplos del patrimonio de la primera parte del siglo XX, y represent¨® ese movimiento cultural que fue el Grupo de Artistas y T¨¦cnicos Espa?oles para el Progreso de la Arquitectura Contempor¨¢nea (GATEPAC), por no hablar de su belleza pl¨¢stica y expresionista", elogia Espinosa de los Monteros este hito de la arquitectura moderna espa?ola.

En 1977, sin embargo, la gasolinera fue parcialmente derruida por sus propietarios con el objeto de construir sobre el solar.

A?os despu¨¦s, en 1996, el Ayuntamiento de Madrid condicion¨® la licencia de construcci¨®n del hotel que pretend¨ªan edificar a la reconstrucci¨®n literal de la gasolinera, pero la r¨¦plica que desde entonces se levanta a las puertas del edificio no satisfizo a todos. "Por supuesto, un valor fundamental del patrimonio cultural es la autenticidad", dice Espinosa de los Monteros. "?Qu¨¦ inter¨¦s tendr¨ªa el Guernica [dePicasso] si hubiera sido repuesto por una copia?".

La indecisi¨®n como g¨¦nero arquitect¨®nico

El Gran Teatro Fleta de Zaragoza, un edificio de Jos¨¦ de Yarza inaugurado en 1955, fue declarado de Inter¨¦s Arquitect¨®nico por el Ayuntamiento de Zaragoza y est¨¢ considerado uno de los m¨¢s importantes del patrimonio aragon¨¦s. "Adem¨¢s, era un lugar muy querido en la ciudad, pues estaba arraigado en la memoria ciudadana", explica a ICON Design Carlos Bitri¨¢n, arquitecto y presidente de Acci¨®n P¨²blica para la Defensa del Patrimonio Aragon¨¦s (APUDEPA).

De propiedad privada, el teatro fue adquirido a finales del siglo XX por el Gobierno de Arag¨®n con la intenci¨®n de convertirlo en un gran teatro de ¨®pera. "Por desgracia, el programa propuesto por el Gobierno resultaba incompatible con la naturaleza del edificio, por lo que el proyecto de rehabilitaci¨®n de Basilio Tob¨ªas gener¨® graves da?os", dice Carlos Bitri¨¢n. "Entre otras cosas, supuso la destrucci¨®n de la caja esc¨¦nica". El Gobierno detuvo las obras a mitad de la operaci¨®n e inici¨® un proceso para su derribo. Luego, se abandon¨® este plan y se seleccion¨® un nuevo proyecto de finalizaci¨®n de las obras, pero los trabajos quedaron detenidos.

"Esta es la triste situaci¨®n en la que todav¨ªa se encuentra el edificio", lamenta Bitri¨¢n. "Se trata, sin duda, de una de las intervenciones m¨¢s nefastas sobre el patrimonio de nuestro pa¨ªs".