El camino del ¡°solo el s¨ª es s¨ª¡±
La sentencia que el pasado marzo desat¨® hist¨®ricas protestas feministas en Espa?a ha impulsado un cambio fundamental en la legislaci¨®n

Sentenci¨® la catedr¨¢tica de la Universidad de Michigan y asesora de la Corte Penal Internacional Catherine MacKinnon en los noventa que el problema de la justicia es que el significado de lo que es una violaci¨®n lo aporta la mujer, mientras que la norma para su tipificaci¨®n penal la aporta el var¨®n y el derecho masculino. En 2018, en el grito que recorri¨® Espa?a ¡°no es abuso, es violaci¨®n¡±, resonaba su teor¨ªa. Doce d¨ªas despu¨¦s de las hist¨®ricas movilizaciones del 8 de marzo se dict¨® la conocida ya por todos como ¡°sentencia de la Manada¡±, que se hizo p¨²blica en abril. Las mujeres respondieron, y el feminismo atiz¨® para denunciar la tantas veces minimizada y normalizada ¡°cultura de la violaci¨®n¡±. Hicieron saltar las alarmas sobre la desprotecci¨®n de las v¨ªctimas de violencia sexual ante la justicia. Para gran parte de la ciudadan¨ªa, y esto no excluye a especialistas en Derecho, la respuesta judicial constituy¨® un claro ejemplo de la que fue bautizada como ¡°justicia patriarcal¡±. Pese a las condenas, la calificaci¨®n jur¨ªdica de los hechos como ¡°abuso sexual¡± (contacto sexual no consentido) y no como ¡°agresi¨®n sexual¡± (relaci¨®n sexual impuesta con violencia o intimidaci¨®n socialmente conocida como ¡°violaci¨®n¡±) provoc¨® una crisis y de ella surgi¨® una oportunidad de cambio.
El feminismo jur¨ªdico o iusfeminismo impuls¨® el portazo final a los mitos de la violaci¨®n y a la masculinidad del Derecho. Abrazamos el convenio de Estambul para defender que la violencia sexual es violencia de g¨¦nero y que el sexo sin consentimiento es violaci¨®n. El ¡°solo el s¨ª es s¨ª¡± que desde 2014 impuso Europa fue baluarte para reivindicar la perspectiva de g¨¦nero en la pr¨¢ctica jur¨ªdica. El objetivo: la eliminaci¨®n definitiva de estereotipos de g¨¦nero en la justicia. Tambi¨¦n lograr una reforma del C¨®digo Penal que redefiniera conceptos y resituara el consentimiento como epicentro de la libertad sexual. No es cualquier reforma. Es una con mujeres, con nuestro concepto de violaci¨®n y nuestro punto de vista para feminizar el tratamiento jur¨ªdico de una violencia que nos azota desproporcionadamente. La Secci¨®n Penal de la Comisi¨®n General de Codificaci¨®n asumi¨® entonces el ¡°no sin mujeres¡± y se puso manos a la obra para confeccionar el anteproyecto de reforma del C¨®digo Penal que destierra el abuso, reconoce el consentimiento activo, la violencia sexual en el ¨¢mbito de la pareja, la sumisi¨®n qu¨ªmica y la violaci¨®n en grupo. La formaci¨®n y especializaci¨®n en g¨¦nero, insertas ya como pieza del Pacto de Estado, y los peque?os grandes avances en la jurisprudencia del Tribunal Supremo (con sentencias recientes que recogen la perpectiva de g¨¦nero) coronan el inicio del fin de interpretaciones no adaptadas al contexto de discriminaci¨®n y violencia en el que transcurre la vida de las mujeres. Los gritos abrieron el camino. Queda lo m¨¢s dif¨ªcil. La transformaci¨®n social.
Luc¨ªa Avil¨¦s es magistrada y vocal de la Asociaci¨®n de Mujeres Jueces de Espa?a.
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