El ¡®sorpasso¡¯ nos sobrepasa
El italianismo se reproduce cual virus para mencionar cualquier adelantamiento, sobrepaso, o rebase
El lenguaje period¨ªstico ofrece a menudo el t¨¦rmino italiano sorpasso para referirse a cualquier adelantamiento. La costumbre empez¨® en la pol¨ªtica a fin de se?alar que un partido supera a otro, aventaja a otro, rebasa a otro. O sea, cuando lo adelanta. Que todo eso es lo que significa en italiano el verbo sorpassare.
As¨ª, ¡°Ciudadanos busca el sorpasso al PP¡± equivale a ¡°Ciudadanos busca adelantar al PP¡±; y ¡°Podemos tiene lejos el sorpasso al PSOE¡± significa ¡°Podemos tiene lejos aventajar al PSOE¡± (o superarlo, rebasarlo, sobrepasarlo¡). Si escribiera ese texto un narrador de la f¨®rmula 1 reconvertido a la pol¨ªtica, dir¨ªa ¡°Ciudadanos intenta ganarle la posici¨®n al PP¡±; y en la cr¨®nica de un partido de f¨²tbol no se podr¨ªa evitar la palabra ¡°remontada¡±.
El verbo sorpassare ofrece una etimolog¨ªa transparente: pasar por encima, sobrepasar. Con ese sentido se titul¨® una famosa pel¨ªcula, Il sorpasso (1962), realizada por Dino Risi y con Vittorio Gassman al frente del reparto. La idea del ¡°adelantamiento¡± se relacionaba all¨ª con el Lancia B24 descapotable en el que viajaban los dos actores principales. Pero aquella obra no iba a contribuir mucho a que se difundiera la palabra en Espa?a, porque aqu¨ª se tradujo el t¨ªtulo como La escapada.
Esa felicidad del sorpasso automovil¨ªstico y juvenil en la pel¨ªcula se plasm¨® m¨¢s tarde, en 1987, en las continuas referencias al hecho de que el producto interior bruto (PIB) de Italia superaba ya al del Reino Unido.
Entre nosotros, sorpasso se documenta por vez primera en el banco de datos de la Academia en 1989, gracias a una cr¨®nica de Miguel Castellv¨ª desde Roma publicada en La Vanguardia y referida al intento del socialista Bettino Craxi de sobrepasar al Partido Comunista para convertirse en la segunda fuerza pol¨ªtica. Sin embargo, Google nos ofrece dos menciones anteriores: una de 1984 en la revista Cambio16 y otra de 1987 en Mundo Obrero, ¨®rgano oficial del PCE, en ambos casos con referencias a Italia.
En el corpus acad¨¦mico no vuelve a aparecer hasta 1994, cuando comienzan a surgir registros correspondientes al diario El Mundo con declaraciones de representantes de la Izquierda Unida dirigida entonces por Julio Anguita. Se planteaba en ellas lo que en realidad era un sorpasso a la inversa: que los comunistas adelantaran a los socialistas.
La Vanguardia se suma a esa referencia espa?ola en 1995, y en EL PA?S empezar¨¢ a aflorar en 1997 (en el primer registro, un art¨ªculo de opini¨®n habla de ¡°la pretenciosa teor¨ªa del sorpasso¡±).
A partir de ah¨ª, el italianismo se reprodujo en espa?ol cual virus ling¨¹¨ªstico para mencionar cualquier adelantamiento, sobrepaso, superaci¨®n o rebase. Incluso en los Oscar: ¡°Green book logr¨® el sorpasso a la favorita Roma¡±; o en asuntos m¨¢s internos: ¡°El sorpasso de Miki a Mar¨ªa para ir a Eurovisi¨®n¡±.
Algunos t¨¦rminos que traemos de otras lenguas definen algo vinculado estrechamente a ellas. As¨ª, los tifosi (palabra que en italiano significa solamente ¡°aficionados¡±) son los ¡°aficionados italianos¡±, y la ikurri?a (que en euskera significa s¨®lo ¡°bandera¡±) es ¡°la bandera vasca¡±; y por eso mismo no decimos ¡°el prosciutto de Jabugo¡± ni ¡°la senyera de Andaluc¨ªa¡±.
De igual forma, puede tener sentido el sorpasso referido a aquella originaria situaci¨®n italiana, y quiz¨¢s a sus parangones, pero el abuso del t¨¦rmino para ilustrar cualquier adelantamiento puede resultar depredador y abusivo. Lo malo no es que se diga sorpasso, lo malo es que no se diga ya otra cosa.
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