La ¡®c¨¢rcel¡¯ de ballenas del lejano Oriente ruso

Las denuncias de organizaciones como Free Whales, Greenpeace o Sakhalin Watch sobre la situaci¨®n de las ballenas cautivas en el lejano oriente ruso, a las que se han sumado voces como la de los actores estadounidenses Leonardo Di Caprio o Pamela Anderson, han forzado al Gobierno ruso a reaccionar. Tambi¨¦n las im¨¢genes a¨¦reas que muestran a las ballenas en las peque?as piscinas. El Kremlin ha reclamado a las autoridades regionales que investiguen el caso y que se libere a los cet¨¢ceos recluidos. Sin embargo, d¨ªas despu¨¦s de que el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, diera la orden de remediar la situaci¨®n, estos animales siguen en su prisi¨®n marina. Las empresas cazadoras aseguran que todo el proceso ha sido legal y que los cet¨¢ceos est¨¢n perfectamente.

Oxana Fedorova, de la ONG rusa Save Dolphins, reclama que los animales est¨¢n lejos de encontrarse en buenas condiciones. Asegura que investigaciones de su organizaci¨®n y otras especializadas desvelan que est¨¢n sufriendo. ¡°La bah¨ªa est¨¢ todav¨ªa cubierta con bastante hielo y eso es peligroso en estas circunstancias¡±, se?ala la activista. Dmitri Lisistsyn, director de Sakhalin Environment Watch, otra ONG local, explica que pese a que estos cet¨¢ceos est¨¢n acostumbrados a nadar a temperaturas muy bajas, no lo est¨¢n a hacerlo en espacios tan reducidos. Adem¨¢s, dice, suelen migrar al sur en invierno.

¡°Suelen hacer hasta 100 kil¨®metros diarios y ahora est¨¢n hacinadas en esos corrales diminutos de 10 por 12 metros, lo que dificulta que puedan mantener su temperatura corporal en el agua helada¡±, denuncia Lisistsyn que, junto a un grupo de expertos, pudo visitar la c¨¢rcel de ballenas acompa?ado de las autoridades regionales.

En Rusia no es ilegal cazar ballenas. Pero s¨ª lo es ¨Ccomo en el resto del mundo, desde 1982, aunque hay pa¨ªses como Jap¨®n, Islandia o Noruega que s¨ª lo hacen con fines comerciales- hacerlo con fines comerciales. La ley permite capturar cet¨¢ceos con fines cient¨ªficos o educativos. Sin embargo, la norma dicta que solo organizaciones rusas pueden hacerlo, que los animales marinos seguir¨¢n siendo propiedad de Rusia y que est¨¢ prohibido usarlos para cualquier actividad comercial fuera del pa¨ªs, como explica el representante de la fiscal¨ªa rusa, Alex¨¢nder Kurennoy, en un comunicado.

Pese a la ley, las organizaciones ambientalistas y los activistas locales afirman que las cuatro empresas cazadoras ¨Cque mantienen juntos a los animales en la?c¨¢rcel de ballenas¡ª tienen intenci¨®n de vender los cet¨¢ceos a acuarios chinos o incluso a propietarios privados en el pa¨ªs asi¨¢tico. ¡°Estar recluidas en un acuario no tiene nada de actividad educativa o cient¨ªfica¡±, se?ala el activista Mija¨ªl Pochuev, que sostiene que la pesca ilegal de estos cet¨¢ceos tiene un mercado tan poderoso que las autoridades no est¨¢n haciendo nada para combatirlo. Reclama m¨¢s controles y la participaci¨®n de las organizaciones ecologistas y animalistas en la coalici¨®n designada para controlar las capturas.

Entre 2013 y 2017, Rusia export¨® al menos una quincena de orcas a China, seg¨²n datos aduaneros citados por la agencia Ria. Cada ejemplar se vende por un mill¨®n de d¨®lares, aunque los acuarios chinos explican en sus web que el precio de una orca comprada en Rusia puede ser de unos 6,5 millones de d¨®lares; un negocio millonario, critica. La comercializaci¨®n de cet¨¢ceos alimenta un mercado negro sobre todo en China.

Captura ilegal

La fiscal¨ªa ambiental de Vladivostok ¨Cde la que depende el recinto marino- cree que las cuatro compa?¨ªas cazadoras rusas capturaron a las ballenas despu¨¦s conseguir un permiso de la Agencia Federal de Pesca. Sostiene tambi¨¦n que este permiso se obtuvo de forma irregular, ya que ninguna de las cuatro compa?¨ªas puede acreditar que los animales participar¨¢n en actividades cient¨ªficas o culturales. Y un detalle m¨¢s: pese a que no hay datos sobre la relaci¨®n directa de compraventa de las empresas cazadoras con acuarios en China, altos cargos de estas compa?¨ªas ya fueron multados antes por captura ilegal de ballenas.

Las empresas -Bely Kit, Afalina, Oceanarium DV y Sochi Dolphinarium- eludieron contestar a este diario, pero hace unas semanas afirmaron a la prensa local que tienen todos los permisos en regla. Adem¨¢s, hace unos d¨ªas, en una visita de la prensa local a las piscinas marinas -en la que a los periodistas no se les permiti¨® filmar ni sacar fotos-, los responsables de las compa?¨ªas reconocieron que el destino previsto para las ballenas es ir ¡°a trabajar a un acuario¡±. ¡°No les estamos ense?ando ning¨²n truco todav¨ªa porque estos animales trabajar¨¢n con otras personas que tendr¨¢n sus propios m¨¦todos¡±, afirm¨® Andrei Nasonov, uno de los empleados de la?c¨¢rcel de ballenas a la agencia rusa Interfax.

Nasonov y el resto de trabajadores del recinto se llaman a s¨ª mismos ¡°entrenadores¡± de cet¨¢ceos. Afirma que la m¨¢s joven de las ballenas tiene dos a?os y la mayor, seis. Datos que contradicen los c¨¢lculos de los expertos, que aseguran que en los corrales marinos de la bah¨ªa de Srednyaya hay al menos 15 ballenas beluga beb¨¦. Los activistas se?alan adem¨¢s que al menos tres de las cr¨ªas y una ballena adulta han desaparecido de las piscinas marinas. ¡°Eso indica que han muerto, es imposible escapar de esa c¨¢rcel¡±, afirma Fedorova.

El activista Lisistsyn alerta adem¨¢s de que muchas ballenas mueren durante la captura, enredadas en las redes de pesca. O lo hacen poco despu¨¦s, incapaces de lidiar con el estr¨¦s y la enfermedad. Su ONG y otras tres recogen firmas para exigir la liberaci¨®n inmediata de los animales. Ya tienen casi un mill¨®n. Adem¨¢s, han demandado a tres agencias gubernamentales rusas. Alegan que est¨¢n obligadas a confiscar estos animales salvajes de origen ilegal y devolverlos a su h¨¢bitat natural. El ministro ruso de Medioambiente, Dmitry Kobylkin, ha afirmado que est¨¢n en ello. Pero los expertos alertan ahora de que todo depender¨¢ del estado en que se encuentran los cet¨¢ceos. Mientras tanto, siguen en la prisi¨®n de ballenas del lejano Oriente ruso.