Ciudades, estado y globalizaci¨®n
Seminario de ideas, reflexiones y propuestas post Habitat III
La relaci¨®n entre ciudad y estado siempre ha sido complementaria y, a la vez, contradictoria. Mientras la ciudad es entendida como un ente din¨¢mico y cambiante, el estado se asocia a un conjunto de aparatos pol¨ªtico-administrativos basado en el poder legitimado por medio del marco constitucional y elecciones peri¨®dicas.
Estas dos esferas ¡ªciudad y estado¡ª est¨¢n relacionadas, conviven entre ellas y luchan por distribuir poder en el territorio, a lo que podemos referirnos como "territorializaci¨®n del poder". Pero, cabe mencionar tambi¨¦n la figura e incidencia del mercado y su captura corporativa en el territorio para comprender el funcionamiento de la ciudad.
Hoy en d¨ªa, es necesario entender la correspondencia entre el ¨¢mbito territorial del estado (el conjunto de poder pol¨ªtico) con el ¨¢mbito de actuaci¨®n de los mercados pues, seg¨²n Antoni Castells ¡ªcatedr¨¢tico de Hacienda P¨²blica de la Universitat de Barcelona¡ª, cuando esta relaci¨®n no existe, la ciudad es totalmente ineficaz.
¡°El mercado no funciona sin estado¡±, Antoni Castells.
Precisamente esta tr¨ªada ¡ªciudad, estado y mercado¡ª ha sido el motivo principal del seminario internacional "Ciudades, estado y globalizaci¨®n. Propuestas post Habitat III" celebrado en la ciudad condal el 11 y 12 de marzo, organizado por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y Ajuntament de Barcelona, en colaboraci¨®n con Hacia un Habitat3 Alternativo, CIDOB y el MACBA, con el fin de poder avanzar en la formulaci¨®n de propuestas que permitan entender el funcionamiento de las ciudades y promover, a la vez, posibilidades de acci¨®n.
Es evidente que los territorios son los sujetos reales de la actividad econ¨®mica, protagonistas de la competencia global. De este modo, no tan solo hablamos de una "territorializaci¨®n del poder" sino tambi¨¦n de una "territorializaci¨®n de la pol¨ªtica" ejemplificada en la dif¨ªcil formaci¨®n de lo nacional como una sola entidad. Si analizamos la conformaci¨®n de nuestro territorio, podemos encontrar entidades muy diversas como aldeas, villas, pueblos, ciudades, comarcas, ¨¢reas metropolitanas, provincias, municipios, regiones¡ Es decir, en el territorio conviven una multiplicidad de entidades, que forman un complejo entramado de capas y escalas que inciden, de una manera directa, a la conformaci¨®n y gesti¨®n de nuestro entorno. Pero, ?qui¨¦n articula cada una de estas entidades?, ?c¨®mo es la relaci¨®n entre ellas?, ?cu¨¢l de todas es m¨¢s poderosa?, ?qui¨¦n dicta los patrones y establece las normas de juego?
Te¨®ricamente, la Nueva Agenda Urbana (NAU), publicada el pasado 2016, es una gu¨ªa a tener en cuenta para los pr¨®ximos veinte a?os para orientar los esfuerzos en materia de desarrollo de las ciudades dirigida a una amplia gama de actores. Sin embargo, es un documento que aborda aspectos demasiado amplios como la erradicaci¨®n de la pobreza, la preservaci¨®n de los derechos humanos y libertades fundamentales, la protecci¨®n de los refugiados y desplazados, la promoci¨®n de pol¨ªticas de vivienda, acceso a la salud, educaci¨®n, seguridad en la tenencia de propiedad, etc.
Seg¨²n Michael Cohen ¡ªdirector del Observatorio para Am¨¦rica Latina¡ª se necesita una Nueva Agenda Urbana mucho m¨¢s corta y directa a los puntos m¨¢s urgentes, que demuestre m¨¢s fundaci¨®n ¨¦tica, m¨¢s justicia social y m¨¢s valoraci¨®n del conocimiento local. Prueba de ello es que tras m¨¢s de dos a?os de su publicaci¨®n, las agendas locales se han focalizado mucho m¨¢s en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), centradas en demostrar su cumplimiento, en vez de tomar en cuenta la Nueva Agenda Urbana (NAU) tildada por muchos de ambigua, simb¨®lica, extensa e institucional.
Eva Garc¨ªa Chueca ¡ªDoctora en Postcolonialismos y ciudadan¨ªa Global por la Universidad de Co¨ªmbra, actual coordinadora del programa ciudades globales del CIDOB¡ª remarc¨® tres aspectos muy interesantes en referencia a la NAU: lo que aparece, lo que no aparece y lo que est¨¢ (pero no vemos). Por un lado, la agenda recoge el derecho a la ciudad de un modo diluido y cuestionable que debe recogerse de una manera mucho m¨¢s s¨®lida. Por otro lado, en toda la agenda no se menciona el t¨¦rmino democracia, pero s¨ª gobernanza; una gran diferencia cualitativa ya que la defensa de la democracia deber¨ªa estar presente. Y un aspecto que est¨¢ pero no vemos reflejado en la NAU es el enorme proceso consultivo y satisfactorio que hubo detr¨¢s, desde los issue papers, los policy units¡ que son documentos mucho m¨¢s transgresores que la propia agenda. Eva Garc¨ªa asegura que ese acervo se debe elaborar m¨¢s pues los documentos existentes nos pueden dar respuestas interesantes.
¡°La agenda urbana no es una agenda para las ciudades sino para los estados¡±, Octavi de la Varga
A pesar de que la agenda urbana gener¨® mucha movilizaci¨®n y energ¨ªa, Octavi de la Varga ¡ªdirector ejecutivo de Metropolis¡ª asegur¨® que muchos la interpretaron como una agenda de las ciudades, y eso fue un error. Tal y como de la Varga indic¨®, las Agendas Urbanas corresponden a los estados (emergen con m¨¢s fuerza y m¨¢s poder), son muy ret¨®ricas y poco efectivas mientras que los ODS, o las agendas locales, son m¨¢s cercanas y propensas a ofrecer un cambio para el bien com¨²n.
Cabe recordar que 167 pa¨ªses se comprometieron con cada uno de los puntos establecidos en la Nueva Agenda Urbana, pero tal y como apunt¨® Horacio Corti ¡ªactual Defensor General del Ministerio P¨²blico de la Ciudad Aut¨®noma de Buenos Aires¡ª el t¨¦rmino compromiso es muy ambiguo, particularmente en estos casos donde existe un compromiso simb¨®lico de los estados.
Ma?ana las conclusiones del seminario 'Ciudades, estado y globalizaci¨®n' y la conferencia de clausura a cargo de Boaventura De Sousa Santos https://t.co/cVauQUreFA #ciudadesUOC A partir de las 18 h. en el auditorio Meier @MACBA_Barcelona pic.twitter.com/f40wJ6Z1R7
— UOC Ciudades (@UOCciudad) March 11, 2019
Mireia Belil ¡ªge¨®grafa especializada en temas de desarrollo y pol¨ªtica urbana¡ª cuestion¨® si realmente? los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el Acuerdo de Par¨ªs, la Agenda 2030 sirven para realmente construir un impacto social. ?Se ha reclamado a alg¨²n estado el incumplimiento de estos objetivos?
As¨ª es como se plante¨® la posibilidad de establecer esta estrategia como posible soluci¨®n para el cumplimiento de los objetivos acordados, donde haya un componente jur¨ªdico de penalizaci¨®n para los gobiernos que los incumplan. El poder de las ciudades es innegable y el enfoque en la ciudad debe ser el centro del debate. ?Debe entonces ser el movimiento municipalista la fuerza que incida en el incumplimiento del gobierno?
Tal como concluy¨® Boaventura de Sousa Santos en el cierre del seminario, debemos preservar las ciudades como territorios con poder para frenar problemas globales como el cambio clim¨¢tico, el racismo, la gentrificaci¨®n o el machismo.
Definitivamente, este debate necesita progresar y avanzar con el fin de promover soluciones y estrategias para empoderar a¨²n m¨¢s a las ciudades quiz¨¢ desde un enfoque pol¨ªtico, pero nunca desde un enfoque partidista.
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