Tres camiones de basura para 250.000 personas
Muchas ciudades africanas se enfrentan al problema de la gesti¨®n de residuos, que han pasado en pocos a?os de ser biodegradables a tener al pl¨¢stico como protagonista. El caso de Saint Louis (Senegal), sin planta de tratamiento y con un sistema deficiente de recogida de desechos, es paradigm¨¢tico
Bolsas y botellas de pl¨¢stico aplastadas o revoloteando de tant¨ªsimos y tant¨ªsimos colores y grosores, piel y espinas de pescado, pa?ales, latas de cerveza, hojas de buganvilla, cubos, unos pantalones marrones, vasitos desechables, paja, redes, sacos, botes de cristal con sus tapaderas, peri¨®dicos, restos de verduras mojados¡ as¨ª hasta infinidad de desechos incontrolados se acumulan en los rincones, los ¨¢rboles, las calles y las orillas del r¨ªo Senegal a su paso por la ciudad de Saint Louis. La basura impacta sobre la escena de postal de esta villa, antigua colonia francesa de casas tonos pastel, patrimonio de la Unesco. La imagen se enturbia con toneladas de residuos sin gestionar, que contaminan sus aguas, obstruyen instalaciones, son tragados por su ganado e infectan los pies sobre chancletas de miles de ni?os y mayores. ¡°Apenas hay tres camiones de residuos para 250.000 personas. En realidad hay siete, pero cuatro no funcionan. Siempre falta alguna pieza¡±, reconoce el jefe de Gabinete del Ayuntamiento, Mai Biteye. ¡°Sabemos que tenemos que hacer mucho m¨¢s¡±, a?ade.
Un ni?o con un recipiente en la cabeza sale del mercado de las verduras y vuelca los desechos en la ribera del r¨ªo Senegal. Ser¨¢ solo un par de kilos m¨¢s de entre las toneladas que se van derramando hacia el agua. Por la zona apenas hay alguna papelera que facilite la labor y en una cuba grande azul se vuelca lo que el Ayuntamiento recoge en los camiones que pasan por el mercado. De ah¨ª ir¨¢ todo mezclado al vertedero al aire libre de Gandon, a 15 kil¨®metros al sur de la ciudad. Papeleras, barrenderos municipales, subcontratados, contenedores y carros de tracci¨®n animal que son capaces de entrar por las calles estrechas o de arena por donde el cami¨®n no puede acceder son los medios para recolectar la basura. Toda termina junta en ese vertedero: una superficie que desprende una humareda infesta con peque?as llamas con las que se queman sus centenares de mont¨ªculos y donde algunas aves osan sobrevolar esa especie de filmina de aire gris que impregna el pelo y la ropa durante d¨ªas.
"A Gandon va todo mezclado y sabemos que nuestro sistema de recogidas no es eficaz, que tenemos que multiplicar el n¨²mero de papeleras y que reorganizar la selecci¨®n de basuras. Adem¨¢s de empezar a trabajar en la econom¨ªa circular. Por ejemplo, que con los pl¨¢sticos se fabriquen papeleras y que luego sean distribu¨ªdas en las casas. Ya estamos estudiando eso", apunta Aly Sine, director t¨¦cnico de servicios municipales, que alerta de la falta de conciencia ciudadana para la limpieza en las calles. "Realmente aqu¨ª el tema de la basura no es prioritario, la gente tira las cosas al suelo y ya est¨¢", dice un residente en Saint Louis, donde tambi¨¦n hay vecinos que se organizan para hacer batidas de limpieza, apoyadas con material por el Ayuntamiento, por donantes privados como el empresario Amadou Diaw o asociaciones como Maison des Enfants. Tambi¨¦n hay iniciativas de reciclaje y construcci¨®n sostenible como las del colectivo Hahatay, que ha levantado aulas y una radio con material reutilizado y prev¨¦ instalar un sistema de tratamiento de pl¨¢sticos.
Uno de los habitantes, el profesor Cheick Sarr, ha conseguido adecentar un paseo en el muelle Quai Rome y crear una asociaci¨®n para sensibilizar sobre la limpieza. "Un d¨ªa haciendo jogging me di cuenta de que ten¨ªa que mejorar esto, comenc¨¦ a recoger basura y la gente me dec¨ªa que estaba loco. Solo ha habido algunas personas que se han unido a mi idea, pero es dif¨ªcil", declara mientras ri?e a una vecina que vuelca la basura con un cubo directamente al r¨ªo mientras ¨¦l riega y cuida los arboles que ha plantado en el corredor. "Es un problema real, no hay una cultura de gesti¨®n de residuos entre la gente local, y tambi¨¦n faltan infraestructuras", analiza el arquitecto Thomas Mfomo, que ha realizado un trabajo titulado Unidad did¨¢ctica de reciclaje urbano. Intervenci¨®n en la trama de Saint Louis. C¨®mo recuperar espacios urbanos degradados para conseguir una mayor satisfacci¨®n ciudadana, en el que propone un centro de reciclaje urbano con usos industriales y docentes.
"En la historia estaba la soluci¨®n, Saint Louis es una ciudad costera y tradicionalmente ha tenido desechos org¨¢nicos como de la pesca, que son biodegradables. Antes no se generaban tantos residuos da?inos. Pero con la introducci¨®n de productos importados ha entrado bastante pl¨¢stico, sobre todo en el ¨¢mbito de la alimentaci¨®n, porque todav¨ªa no se ha proliferado tanto el comercio textil o electr¨®nico", se?ala Mfomo, que plantea que los desechos, bien gestionados, revierten de forma positiva en la poblaci¨®n. Mientras que esto ocurre, los ni?os mendigos explotados en las escuelas cor¨¢nicas rebuscan entre la basura las botellas de pl¨¢stico que est¨¦n en mejor estado para venderlas luego por unos c¨¦ntimos a las personas que hacen zumos caseros; y Sine indica que est¨¢n en conversaciones con quienes van al vertedero a recoger residuos, utilizados tambi¨¦n para hacer cimientos para sus casas. "Vamos a para ver de qu¨¦ forma se puede formalizar la situaci¨®n de los que utilizan la basura, porque hemos visto que da riqueza", indica el t¨¦cnico.?
¡°Saint Louis es una ciudad costera y tradicionalmente ha tenido desechos org¨¢nicos como los de la pesca, que son biodegradables. Antes no se generaban tantos residuos da?inos¡±. Thomas Mfomo, arquitecto
"La batalla es m¨¢s importante en Saint Louis que en Dakar, hay todav¨ªa m¨¢s margen de maniobra para que se pueda ejecutar una soluci¨®n efectiva. Es una ciudad intermedia, que son m¨¢s importantes en ?frica, porque ser¨¢ tambi¨¦n donde crezca m¨¢s la poblaci¨®n con las migraciones urbanas", se?ala el experto. Est¨¢ estimado que en ?frica residan alrededor de 2.400 millones de personas en 2050, el doble que ahora, por lo que la demanda de alimentos, el consumo y por ende, los residuos aumentar¨¢n exponencialmente. En este sentido, respecto a la erradicaci¨®n del pl¨¢stico, el continente "avanza en el camino correcto", seg¨²n reconoce ONU-Medioambiente. "En ?frica, la pol¨ªtica m¨¢s com¨²n en el ¨¢mbito de los pa¨ªses es la prohibici¨®n o los impuestos sobre las bolsas de pl¨¢sticos. Mauritania fue el primero en adoptarla, que se aprob¨® por la p¨¦rdida de hasta el 70% del ganado por la ingesti¨®n de pl¨¢stico. Hoy han tomado medidas similares Senegal, Costa de Marfil, Mali, Ghana, Kenia, Etiop¨ªa, Malawi, Mauricio, Zanz¨ªbar (Tanzania) y Uganda. En Camer¨²n y Sud¨¢frica hay impuestos", se lee en el informe Desaf¨ªos y soluciones emergentes de pl¨¢stico terrestre en ?frica (2017) de la revista cient¨ªfica Elsevier.
El Gobierno de Senegal aprob¨® en 2015 la ley para La prohibici¨®n de la producci¨®n, importaci¨®n, posesi¨®n, distribuci¨®n, uso de bolsas pl¨¢sticas de bajo micronaje y la gesti¨®n racional de residuos pl¨¢sticos. Una normativa de t¨ªtulo extenso pero de laxo cumplimiento. Son los ni?os los que venden centenares de bolsas de pl¨¢stico amarillas y azules en el mercado de Saint Louis, donde un barrendero municipal trabaja recogiendo la basura del traj¨ªn de alimentos. "Hay un mont¨®n de pl¨¢stico, de restos de comida, hay de todo en suelo", cuenta ataviado con guantes, mascarilla y gafas de sol. ?l cobra directamente del gobierno local, pero a unos metros, un grupo de mujeres subcontratadas para despejar la arena de las carreteras marcha en manifestaci¨®n hacia el Ayuntamiento. "No nos pagan desde hace tres meses, y no podemos seguir as¨ª", se quejan entre varias. Fuentes municipales alegan que la empresa subcontratada no les est¨¢ transifiriendo los sueldos.
¡°Nuestro sistema de recogidas no es eficaz, tenemos que multiplicar el n¨²mero de papeleras y que reorganizar la selecci¨®n de basuras¡±, dice un t¨¦cnico del Ayuntamiento
"En Senegal, la producci¨®n de desechos se estima en 190 kilos al a?o por habitante. En su mayor¨ªa se abandonan o se queman, lo que provoca una considerable contaminaci¨®n en el suelo, el aire y el oc¨¦ano. La generaci¨®n de residuos incrementa a medida que a la aumenta la poblaci¨®n urbana y el desarrollo y adem¨¢s, los residuos se importan a granel de los pa¨ªses desarollados, que a su vez cada vez producen m¨¢s desechos", informa la asociaci¨®n Z¨¦ro D¨¦chet S¨¦n¨¦gal, que ha grabado con un dron el vertedero de Gandon y estima que su extensi¨®n alcanza las 27 hect¨¢reas. La entidad diagnostica varias causas que provocan esta situaci¨®n: "Toda la cadena de valor de los desechos falla en Senegal. Los envases de un solo uso han invadido el pa¨ªs en pocas d¨¦cadas (pl¨¢sticos en particular) y han interrumpido los patrones de consumo sin que la poblaci¨®n est¨¦ educada para gestionarlo; el servicio p¨²blico no cumple su funci¨®n de colecci¨®n; y cuando se realiza, no existe una soluci¨®n de tratamiento viable y el Gobierno repele esta necesidad cada a?o", considera su presidenta Charlotte Spinazze. Alegan tambi¨¦n que el ambiente est¨¢ muy afectado por esta "inacci¨®n" y que ha surgido una econom¨ªa sumergida de recuperaci¨®n de residuos donde se trabaja en condiciones insalubres.
La Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional y Desarrollo (AECID) tiene previsto cofinanciar con 44 millones de euros un proyecto de promoci¨®n de la gesti¨®n integral y de la econom¨ªa de residuos s¨®lidos en Senegal en el que, de momento, tambi¨¦n participar¨ªa el Banco Mundial con otros 44 millones y la Agencia Francesa de Desarrollo. "El proyecto constar¨¢ de tres componentes: Mejora de la infraestructura y el servicio de gesti¨®n de residuos en las aglomeraciones seleccionadas; fortalecimiento de la gobernanza del sector y la capacidad institucional; gesti¨®n, coordinaci¨®n, monitoreo y evaluaci¨®n del proyecto", se lee en el documento de formulaci¨®n de la iniciativa, cuya implementaci¨®n est¨¢ prevista en Saint Louis, Matam, S¨¦dhiou, Kolda, Ziguinchor, Dakar y Thies.
Mientras, la asociaci¨®n Z¨¦ro D¨¦ch¨¦t insta a concienciar para que se reduzcan los residuos. "El mejor residuo es el que no se produce; rechazar, evitar, reutilizar, estos son los motivos de nuestra lucha. Tambi¨¦n abogamos por el reciclaje y el compostaje de los que no se pueden evitar", a?aden desde Z¨¦ro D¨¦chet S¨¦n¨¦gal. "La batalla del residuo no est¨¢ tanto en reciclar m¨¢s sino en producir menos. Hay que ir m¨¢s all¨¢ de limpiar, hay que generar nuevos modelos de consumo", considera Mfomo. Y para ello, es recomendable empezar desde peque?os. La Maison des Enfants ha instalado en una de las playas de la regi¨®n estructuras con forma de peces que los menores han rellenado con residuos del entorno.? "Lo hicimos para sensibilizar a los ni?os acerca de la higiene, la limpieza y el respeto por el medio ambiente", se?ala Isabelle Visart, de la asociaci¨®n.
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