El misterio de los 7.000 a?os de vac¨ªo en la cueva de los neandertales
Los investigadores creen que un periodo de aridez les oblig¨® a abandonar la cueva de Ardales, en M¨¢laga
Los neandertales frecuentaron la cueva de Ardales (M¨¢laga) desde hace unos 80.000 a?os. Encontraron all¨ª un buen lugar para refugiarse que, adem¨¢s, ten¨ªa cerca manantiales de agua. Tambi¨¦n valles, bosques y monta?as donde viv¨ªa la fauna de la que se alimentaban. Fueron los autores de algunas de las muestras del arte m¨¢s antiguas del planeta, no figurativas y datadas en algo m¨¢s de 65.500 a?os, seg¨²n una investigaci¨®n cuyos resultados se publicaron como tema de portada de la revista Science en febrero de 2018. Los hombres volvieron a pintar puntos, rayas y l¨ªneas 20 milenios despu¨¦s, pero la huella de los neandertales se pierde hace 45.000 a?os. El siguiente grupo en aparecer, hace 38.000 a?os, es el Homo sapiens. Jos¨¦ Ramos, catedr¨¢tico de Prehistoria en la Universidad de C¨¢diz, explica que ambas especies ¡°nunca coincidieron all¨ª¡±. Pero quedaba una duda: ?Qu¨¦ pas¨® en esos 7.000 a?os? ?Por qu¨¦ no hay rastro de ning¨²n hom¨ªnido durante tanto tiempo?
Son dos de las preguntas que llevan haci¨¦ndole a la cueva durante los ¨²ltimos seis a?os tanto el director del yacimiento prehist¨®rico, Pedro Cantalejo, como investigadores de la Universidad de C¨¢diz y del Neandertal Museum alem¨¢n. Acaban de encontrar la respuesta: el clima es el principal responsable de que no haya restos humanos o arqueol¨®gicos en el interior de la cavidad.
A diferencia de otras zonas de Europa donde el fr¨ªo lleg¨® con fuerza, este rinc¨®n de la provincia de M¨¢laga ha mantenido durante los ¨²ltimos 100.000 a?os suaves temperaturas. ¡°Bajo el paralelo 40 [que pasa por Valencia, Madrid y Lisboa] el clima estuvo siempre mucho m¨¢s vinculado al norte de ?frica. No hubo fr¨ªo extremo. Y s¨ª periodos de lluvia y aridez¡±, explica el profesor Ramos. ¡°Y en esos siete milenios hubo una etapa de sequ¨ªa¡±, a?ade Cantalejo, que explica que los grupos que habitaban el entorno de la cueva la abandonaron forzados por la falta de agua.
Para llegar a dicha conclusi¨®n, los cient¨ªficos han realizado un estudio paleoecol¨®gico del entorno de la cueva malague?a. Al no haber restos en su interior durante esos 7.000 a?os, decidieron analizar el exterior para reconstruir el medio ambiente de esa p¨¢gina en blanco en la historia de la cueva. Han comprobado que en las ¨¦pocas h¨²medas los bosques estaban formados por ejemplares de la familia Quercus (alcornoques, encinas o robles, entre otros), mientras que en las secas las masas forestales estaban formadas de pinos. Y cuando el agua escase¨®, tambi¨¦n lo hicieron cabras, caballos, ciervos y b¨®vidos, animales que conformaban la dieta de los neandertales. Como consecuencia, los pocos grupos de la especie que habitaban el entorno de la gruta se fueron.
El an¨¢lisis se ha realizado de manera paralela en la sima de las Palomas, cavidad cercana de siete metros de profundidad donde han quedado al descubierto restos (los m¨¢s antiguos, de hace 70.000 a?os) en diferentes estratos que permiten estudiar los modos de vida de las sociedades cazadoras recolectoras paleol¨ªticas que las frecuentaron.
Cambio clim¨¢tico y movilidad
Los datos obtenidos han permitido conocer que la poblaci¨®n neandertal en la comarca hace 45.000 a?os era muy escasa. Y que el cambio clim¨¢tico invit¨® a los pocos que quedaban a dejar la zona para encontrar un lugar con m¨¢s agua y fauna. ¡°Aunque tambi¨¦n influyeron cuestiones sociales de los propios grupos neandertales, como su movilidad en el territorio¡±, a?ade el investigador Jos¨¦ Ramos.
La hip¨®tesis que se plantea es que dejaron la cueva para desplazarse unos ocho kil¨®metros al norte, al entorno del hoy llamado desfiladero de Los Gaitanes, que ahora recorre el sendero tur¨ªstico del Caminito del Rey. All¨ª confluyen tres r¨ªos (Tur¨®n, Guadalhorce y Guadalteba) que permit¨ªan disponer de agua incluso en ¨¦pocas de larga sequ¨ªa (hoy en el mismo lugar hay tambi¨¦n tres embalses). ¡°Por eso creo que el pr¨®ximo paso deber¨ªa ser estudiar bien las cavidades del desfiladero. Nos aportar¨¢ nuevas respuestas a nuevas preguntas¡±, subraya Cantalejo, que cree que dicho trabajo permitir¨ªa ¡°encontrar yacimientos con un gran potencial que quiz¨¢s conserven la huella de esos 7.000 a?os de vac¨ªo¡±. Un periodo que, adem¨¢s, coincide con la extinci¨®n de la especie neandertal y la expansi¨®n del Homo sapiens por la pen¨ªnsula Ib¨¦rica.
Un nuevo cambio en el clima, que volvi¨® a ser m¨¢s h¨²medo, facilit¨® la instalaci¨®n en Ardales de esta especie. Llegaron con un nuevo c¨®digo art¨ªstico, el figurativo. Los cazadores representaron la fauna local, mientras que las mujeres se centraron en cuestiones como la reproducci¨®n o el control de la endogamia. Los sapiens tambi¨¦n se establecieron con nuevas herramientas como arcos y flechas, que les permitieron disponer de alimento diario.
La cueva de Ardales (que forma parte de un conjunto de cinco cavidades de gran importancia en la provincia de M¨¢laga junto a La Pileta y El Gato (Benaoj¨¢n), El Tesoro y La Victoria (Rinc¨®n de la Victoria) y la cueva de Nerja) conserva restos humanos, arqueol¨®gicos y art¨ªsticos, lo que la convierte en un gran yacimiento para estudiar la prehistoria. Contiene alguna de las pinturas m¨¢s antiguas del planeta hechas por los neandertales y fechadas hace 65.000 a?os, aunque la misma especie volvi¨® a dejar numerosas muestras de su arte 20.000 a?os despu¨¦s. Desde hace 38.000 y hasta hace 8.000, es amplio el legado pict¨®rico del sapiens. En total, sus galer¨ªas contienen 1.010 pinturas prehist¨®ricas.
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