Los traumas de Audrey Hepburn le impidieron ser Ana Frank
La actriz se vio incapaz de encarnar en el cine a la joven jud¨ªa a causa de la similitud de algunas de sus terribles experiencias bajo la ocupaci¨®n nazi en Holanda
Durante la ocupaci¨®n nazi de Holanda, en medio del terror, una jovencita escribi¨®: "Nos manten¨ªamos con una rebanada de pan hecho con cualquier cereal y un plato de sopa aguada elaborada con una sola patata (...) Los que lo soport¨¢bamos segu¨ªamos con vida y si segu¨ªamos con vida es que no est¨¢bamos muertos". La chica no se llamaba Ana Frank sino... Audrey Hepburn.
La luego actriz ic¨®nica de Hollywood y musa de Givenchy pas¨® una adolescencia no muy diferente de la que tuvo la mundialmente famosa autora del diario. Ambas vivieron la invasi¨®n hitleriana y la Segunda Guerra Mundial en Holanda, arrostraron peligros y sufrieron penalidades. Ana Frank, por supuesto, como jud¨ªa perseguida, lo pas¨® mucho peor y tras ser deportada a Auschwitz muri¨® luego en ese otro infierno que era Bergen-Belsen. Hepburn sobrevivi¨® para convertirse en rutilante estrella, aunque estuvo a punto de morir de desnutrici¨®n durante la contienda y toda la vida acarre¨® las huellas de aquellos a?os crueles, en los que lleg¨® incluso a ver partir los trenes llenos de jud¨ªos hacia los campos. ¡°En mi adolescencia conoc¨ª la fr¨ªa garra del terror humano¡±, escribi¨® luego, ¡°lo vi, lo o¨ª y lo sent¨ª. Es algo que no desaparece. No fue una pesadilla. Yo estuve all¨ª y todo eso ocurri¨®¡±.
Ahora, un nuevo libro sobre la actriz, Dutch Girl: Audrey Hepburn and World War II, de Robert Matzen (GoodKnight Books), que aparecer¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 15 y cuyo contenido ha sido adelantado por la revista People, explica que las vidas paralelas de Ana Frank y Hepburn estuvieron a punto de unirse cuando el diario de la primera se convirti¨® en pel¨ªcula en 1959 con direcci¨®n de George Stevens. El padre de Ana y ¨²nico superviviente de la familia, Otto Frank, le pidi¨® a Audrey Hepburn?que encarnara a su hija en la pantalla, pero la actriz estaba tan traumatizada con la historia de la chica jud¨ªa y lo que ella misma hab¨ªa sufrido, que dijo que no se ve¨ªa capaz de hacer el papel (la protagonista fue la debutante Millie Perkins). Hepburn afirm¨® que el drama de Ana era como algo que le hubiera pasado a su hermana, ya que, asegur¨®, ¡±en cierto sentido ella fue mi hermana del alma¡±..
Las vidas de Ana Frank y Audrey Hepburn est¨¢n entrelazadas, no solo por haber compartido ¡ªhasta cierto punto¡ª todo aquel horror del nazismo y la guerra , sino por notables casualidades. Cuando Hepburn ley¨® El diario de Ana Frank se encontr¨® con un pasaje en el que la joven jud¨ªa escrib¨ªa: "Cinco rehenes ejecutados hoy". Sinti¨® un escalofr¨ªo: la fecha de la entrada era la misma de 1942 en que los nazis hab¨ªan fusilado a su querido t¨ªo, Otto van Limburg. La actriz, lo cuenta Donald Spoto en su biograf¨ªa de referencia (Audrey Hepburn, Penguin, 2006), fue una lectora primeriza del libro destinado a conmover las conciencias de tantos millones de personas en todo el mundo: "Le¨ª El diario de Ana Frank cuando sali¨® y qued¨¦ destrozada. Me sent¨ª muy identificada con aquella pobre ni?a que hab¨ªa escrito lo que yo hab¨ªa experimentado y sentido, y que ten¨ªa mi edad ". Hepburn naci¨® el 4 de mayo de 1929 y Ana Frank el 12 de junio del mismo a?o.
Ana Frank no era holandesa, su familia hab¨ªa huido a ?msterdam desde Frankfurt. Por su parte, Audrey, aunque nacida en Bruselas de madre holandesa (una baronesa), tuvo siempre pasaporte brit¨¢nico, en virtud de la nacionalidad de su padre. Tras varios a?os en un internado en Inglaterra, y despu¨¦s de separarse sus padres, la Hepburn fue recogida por su abuela que se las llev¨® a ella y a su madre a su casa en Holanda. La buena se?ora desde luego tuvo vista, porque la vivienda estaba en Arnhem, la ciudad de Un puente lejano, escenario de una de las batallas m¨¢s tremendas de la guerra y que Audrey Hepburn vivi¨® en directo: una experiencia ins¨®lita en la que se juntan Gigi y Antony Beevor.
Si en algo se separa mucho la vida de la actriz de la de Ana Frank es en la calidad del padre. El de Hepburn fue un antisemita seguidor de Oswald Mosley y que hab¨ªa llegado a almorzar en M¨²nich con el l¨ªder de los fascistas brit¨¢nicos, Valkyrie Mitford y el mism¨ªsimo Hitler. La jovencita Hepburn, muy distinta a su progenitor, realiz¨® durante la ocupaci¨®n algunas actividades a favor de la resistencia que podr¨ªan haberle acarreado como m¨ªnimo la deportaci¨®n. Participaba bailando en veladas art¨ªsticas clandestinas en las que se recog¨ªan fondos para los resistentes. Spoto asegura que llevaba mensajes a la resistencia e incluso que se involucr¨® en el salvamento de un paracaidista brit¨¢nico escondido.
Tras la batalla que devast¨® la ciudad y el fracaso de la operaci¨®n Market Garden para acelerar el final de la guerra, sigui¨® un invierno dur¨ªsimo de hambre que provoc¨® muertes y enfermedades en toda Holanda ante la indiferencia de los alemanes. Hepburn estuvo a punto de ser uno de los cerca de 20.000 civiles holandeses que murieron por la escasez de alimentos. Cuando lleg¨® la liberaci¨®n, la chica sufr¨ªa un caso extremo de malnutrici¨®n y un soldado estadounidense casi la mata al darle cinco tabletas de chocolate que ella devor¨® al instante. Las secuelas f¨ªsicas de aquella ¨¦poca contribuyeron a que Audrey Hepburn nunca cumpliera su sue?o de llegar a ser una estrella del ballet y probablemente est¨¢n en la ra¨ªz de que sufriera tantos abortos. Pero a ella, a diferencia de Ana Frank, le esperaba un futuro, y uno lleno a espuertas de todo lo que la vida puede dar.
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