Una ¨¦tica urgente

Sin ayuda de la Inteligencia Artificial (IA) nunca habr¨ªamos podido convertir la Tierra en un telescopio gigante para contemplar un agujero negro por primera vez en la historia. Las m¨¢quinas nos hacen mejores, procesando los datos y llegando a conclusiones m¨¢s r¨¢pido. Pero no son infalibles: aprenden de los datos que les mostramos, y estos a veces son parciales. Por ejemplo, en EE UU se ha probado que los programas de la polic¨ªa para evaluar el riesgo delictivo de la poblaci¨®n discriminan a los afroamericanos porque amplifican la selecci¨®n presente en los datos. Amazon acaba de retirar su algoritmo de contrataci¨®n de personal porque, al ser la mayor¨ªa de sus empleados varones, concluy¨® que lo mejor para la empresa era fichar a hombres. Si cada vez delegamos m¨¢s decisiones en m¨¢quinas, ?c¨®mo asegurarnos de que hacen lo correcto?

La Uni¨®n Europea ha lanzado un marco ¨¦tico para la Inteligencia Artificial. Medio centenar de expertos llevan meses trabajando para evitar sesgos, crear un marco com¨²n y convertirse en referente mundial de ordenadores pensantes que respeten los derechos humanos y las leyes de privacidad. Y de paso atraer inversi¨®n p¨²blica y privada, que falta hace. Hace tiempo que Bruselas asumi¨® que no pod¨ªa competir con EE UU ni con China en inversi¨®n, volumen de datos o atracci¨®n de talento. Es valiente al defender un nicho: valores que generen confianza. ?Buenismo? ?Se puede ser l¨ªder en Inteligencia Artificial ¨¦tica sin ser l¨ªder en Inteligencia Artificial? Algunos desarrolladores ven directrices vagas, pero en todo caso necesarias. Existe la sensaci¨®n de que en Europa se legisla aunque no se sepa muy bien sobre qu¨¦. Hay algoritmos f¨¢ciles de entender porque son pasos definidos en un orden concreto, pero otros m¨¢s complejos, como las llamadas redes neuronales, no se pueden explicar del todo.

Y mientras otros inventan. A toda velocidad adelantan las empresas chinas y americanas. EE UU en cabeza, con los mejores laboratorios financiados por Google y Facebook e inversores que arriesgan. All¨ª la IA es parte de la estrategia de seguridad nacional, igual que en China. Pek¨ªn, todav¨ªa a medio camino respecto a Washington, es l¨ªder en acceso a los datos de su poblaci¨®n gracias al reconocimiento facial. En dos a?os esperan tener 400 millones de c¨¢maras en todo el pa¨ªs para recolectar datos. La privacidad es un debate incipiente, pero de momento las empresas se benefician de una legislaci¨®n laxa: la consigna es convertirse en l¨ªderes mundiales en IA en 2030.

Los humanos no hemos perdido el control ante las m¨¢quinas. Pero puede llegar un momento en el que la IA d¨¦ un salto cualitativo y tome decisiones en base a un comportamiento que ha desarrollado sola, de forma distinta a como fue programada. Urge tener preparada la venda por si aparece la herida.

@anafuentesf