Cinco ciudades dejan pagar el transporte p¨²blico con botellas de pl¨¢stico

En mis viajes a pa¨ªses en desarrollo, una de las cosas que m¨¢s me ha llamado la atenci¨®n es el ingenio de sus habitantes ante la falta de recursos. En uno de mis viajes a Bolivia, de repente vi latas vac¨ªas y chapas en la mitad de la carretera y alguien esperando pacientemente a su lado como cuidando un tesoro. Ante mi sorpresa, al cabo de un rato lleg¨® un coche que sin parar aplast¨® todo con el consiguiente agradecimiento del observador, que con cuidado las recogi¨® y puso otras en su lugar. Al preguntarle que har¨ªa con ellas, me contest¨®, no sin sorpresa ante la pregunta, que las vender¨ªa en el puesto de reciclaje. Aplastadas podr¨ªa trasportar m¨¢s y ganar m¨¢s.

La basura ha sido una de las principales fuentes de ingresos para muchos de los m¨¢s desfavorecidos del planeta. Seg¨²n el Banco Mundial, m¨¢s de 15 millones de personas se ganan la vida recuperando material reciclable en la basura en todo el mundo. Cartoneros, pichacheros, pepenadores o buzos, seg¨²n el pa¨ªs rebuscan todos los d¨ªas en la basura en busca de cart¨®n, papel, latas, pl¨¢sticos, vidrios, telas y otros materiales para vender.

Esto ha supuesto el desarrollo de soluciones innovadoras como el programa Ecoelce lanzado por Endesa en Brasil para el pago de electricidad. El programa pesa los residuos que va entregando cada persona y los valora de acuerdo con el precio de cada material en el mercado. El valor se abona a la tarjeta del cliente y, en cada per¨ªodo de facturaci¨®n, el sistema resta de la factura el¨¦ctrica el bono obtenido por el reciclaje.

Pero parece que van a empezar a tener competencia. Ahora puedes cambiar botellas vac¨ªas por? dinero canjeable en viajes en transporte p¨²blico en cinco ciudades a nivel mundial.

Los esfuerzos de reciclaje y separaci¨®n de residuos voluntarios, solo se recoge un 40% a nivel europeo siendo una de las zonas d¨®nde m¨¢s se recicla, se ven complementados con un programa de incentivos monetarios, que visto lo que ha pasado con el uso de las bolsas de pl¨¢stico al empezar a cobrarlas, probablemente tendr¨¢ un efecto inmediato en el medio ambiente.

Adem¨¢s, el dise?o de las m¨¢quinas de reciclaje impide que se introduzcan en ellas otros materiales que no son reciclables o no corresponden a la categor¨ªa de reciclaje, lo que evita mucho trabajo y contaminaci¨®n de residuos.

Medell¨ªn cuenta con m¨¢quinas de reciclaje instaladas en cinco estaciones de metro. En casi un a?o de operaciones se han intercambiado casi 2,5 millones de envases por pasajes

Sidney (Australia)

Seg¨²n el ayuntamiento de Sidney, las botellas han adelantado a las colillas de cigarrillos como el art¨ªculo m¨¢s desechado y suponen casi la mitad de toda la basura del Estado, recicl¨¢ndose ¨²nicamente un 42% de las mismas. Por eso han puesto en marcha el proyecto Envirobank, m¨¢s de 500 maquinas de recogida que dan cr¨¦dito para el transporte p¨²blico. No s¨®lo en las ¨¢reas de Sydney Circular Quay y Chinatown, con un intenso tr¨¢fico de peatones locales y turistas. En ciudades de m¨¢s de 500 habitantes en todo el estado puedes intercambiar latas, botellas de pl¨¢stico, cristal y cart¨®n a cambio de 10 c¨¦ntimos australianos.

Suravaya (Indonesia)

Un estudio publicado en la revista Science, estima que Indonesia, un archipi¨¦lago de miles de islas, es el segundo mayor contribuyente de pl¨¢sticos contaminantes en los oc¨¦anos despu¨¦s de China.

Para mejorar la recogida de este material, en abril 2018 la ciudad de Suravaya, la segunda m¨¢s grande de Indonesia, lanz¨® un programa por el cual los pasajeros pueden pagar su billete de autob¨²s con botellas en las estaciones o directamente pagando con envases vac¨ªos. Seg¨²n los datos proporcionados por la cuidad, con 20 vasos de pl¨¢stico o 5 botellas puedes comprar un billete de dos horas. Un autob¨²s puede recoger hasta 250 kilos de botellas de pl¨¢stico al d¨ªa, 7,5 toneladas en un mes.

La ciudad se ha puesto como objetivo convertirse en una cuidad libre de pl¨¢stico en 2020.

Estambul (Turqu¨ªa)

En septiembre 2018, el alcalde de Estambul anunci¨® la puesta en marcha del programa Smart Mobile Waste Transfer Centers, maquinas de recogida de residuos con capacidad de escanear y asignar un valor de reciclado antes de triturar y clasificar el material. Valor que va de 0,02 liras turcas (0,003 euros) por una botella de 33 centilitros a 0,09 liras (0,014 euros) por una de medio litro. Para tener un ticket gratuito desde las afueras de la ciudad hasta el centro, har¨ªa falta reciclar aproximadamente unas 28 latas de refresco, por ejemplo.

Istanbul Metropolitan Municipality planeaba instalar un m¨ªnimo de 100 maquinas en 25 sitios distintos, sobre todo paradas de metro y colegios a final de 2018. Turqu¨ªa es el tercer productor europeo de deshechos (solo por detr¨¢s de Alemania y Francia) y es el pa¨ªs con la tasa m¨¢s baja de reciclaje de Europa.

Pek¨ªn (China)

La cuidad china de Beij¨ªn fue de las primeras en sumarse a esta iniciativa. En 2012 empezaron a funcionar en las estaciones de la red de metro de la capital china las primeras 10 maquinas. Los viajeros reciben entre 5 y 10 c¨¦ntimos de yen, (entre uno y dos c¨¦ntimos de euro), en sus tarjetas de transporte p¨²blico costando el billete entre tres y 10 yenes. El cr¨¦dito se puede destinar al transporte p¨²blico o a adquirir minutos para los tel¨¦fonos m¨®viles.

Medell¨ªn (Colombia)

El metro de Medell¨ªn tambi¨¦n se ha sumado ha esta tendencia con la iniciativa Recarga Verde. Con m¨¢quinas de reciclaje instaladas en cinco estaciones, en casi un a?o de operaciones se han intercambiado casi 2,5 millones de envases por pasajes, lo que representa alrededor de 57.000 tiquets. Seg¨²n el metro, un 61% de las usuarias de esta recarga son mujeres. Planea expandirlo a otras estaciones en 2019.

Todas ellas son iniciativas p¨²blicas que adem¨¢s del reciclaje per se, persiguen concienciar a la poblaci¨®n sobre la necesidad de una gesti¨®n m¨¢s responsable de los desechos para que puedan ser reaprovechados. As¨ª como promover el uso del transporte p¨²blico.

Pero no todo son efectos positivos. Los efectos colaterales impactan a los millones de recicladores informales para los que esta actividad supone un ingreso clave para su subsistencia. Pek¨ªn no se caracteriza por su sensibilidad ambiental siendo famosa por sus altos niveles de contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, sin embargo, su tasa de recuperaci¨®n de botellas es de m¨¢s del 90%, de las m¨¢s altas del planeta. Ello se debe al enorme ej¨¦rcito de recolectores informales que recorre las calles de la ciudad en carros o bicicletas con cuya reventa complementan sus escasos ingresos. Se cree que en toda China se dedican a la recogida callejera de residuos de 500.000 a 20 millones de personas, seg¨²n la fuente. De ellos obtienen las empresas del sector de reciclaje la mayor parte del pl¨¢stico que se recicla.

Si el reciclaje est¨¢ al alcance de todos, habr¨¢ que plantearles una fuente de ingresos alternativa o lo que es m¨¢s importante, habi¨¦ndonos dado cuenta de su labor, remunerarles adecuadamente por el gran servicio que hacen al medio ambiente y por ende a todos nosotros, as¨ª como ofrecerles integrarles en la econom¨ªa formal, condiciones de trabajo dignas, seguridad social y reconocimiento, liber¨¢ndoles del estigma que ahora conllevan. La basura sigue aumentando y necesitamos su trabajo m¨¢s que nunca.

Mar¨ªa L¨®pez Escorial es profesora en el Instituto de Empresa desde 2002 y consultora independiente especializada en innovaci¨®n social. Adem¨¢s, es presidenta de la Fundaci¨®n Compromiso y Transparencia.

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