Los viejos vaqueros nunca mueren
La camisa de Steve McQueen, la cazadora de John Lennon, los pantalones de Debbie Harry. Los iconos rebeldes de la moda ¡®denim¡¯ resucitan en nombre de la sostenibilidad
La primavera del descontento ecol¨®gico se ti?e de azul ¨ªndigo. Mientras los libros de estilo de la temporada conminan a vestir vaqueros como nunca (Balenciaga, Balmain, Dior, Celine e incluso la ¨²ltima colecci¨®n de Karl Lagerfeld para Chanel lo ponderan en todas sus posibilidades y hasta por encima de ellas), Naciones Unidas volv¨ªa a alertar sobre las desastrosas consecuencias, medioambientales pero tambi¨¦n sociales y econ¨®micas, de su producci¨®n a finales del pasado marzo. ¡°Para confeccionar un solo par de jeans son necesarios alrededor de 7.500 litros de agua, el equivalente a lo que una persona puede beber en siete a?os¡±, refiere el ¨²ltimo informe de la Conferencia de Comercio y Desarrollo del organismo, que considera la industria de la moda la segunda m¨¢s contaminante del planeta.
En el proceso de te?ido y lavado de la que es la prenda m¨¢s vestida de la que haya noticia (1.000 millones de tejanos salen al a?o de las factor¨ªas textiles) est¨¢ el quid de la cuesti¨®n. Y ya no es solo el ingente gasto energ¨¦tico y de agua, sino esa media tonelada de microfibras derivadas de su producci¨®n que acaba invariablemente en el mar. De ah¨ª el actual compromiso entre los principales agentes que dominan el territorio vaquero ¡ªun mercado que, en 2025, alcanzar¨¢ un valor de casi 10.000 millones de euros¡ª por responder a la demanda social de sostenibilidad.
La durabilidad del producto vaquero de moda es, en ese sentido, el mantra que repiten las marcas m¨¢s concienciadas, en sinton¨ªa con la muy en boga tendencia del upcycling, esto es, el reciclaje creativo de las prendas. Un recurso por el que unos blue jeans pueden vivir para siempre, o casi. Wrangler dio buena cuenta de ¨¦l durante la pasada semana de la moda londinense, en la que present¨® su colaboraci¨®n con la dise?adora de origen ucraniano Natasha Zinko: una colecci¨®n c¨¢psula que incluye cazadoras y pantalones de silueta sobretallada confeccionados a partir de viejas piezas de la marca.
¡°Repara, reutiliza y recicla. P¨¢saselos a alguien que quieras para que contin¨²e la historia¡±, proclama Roian Atwood, director de sostenibilidad de Wrangler. Y sentencia: ¡°Los iconos nunca mueren¡±. Atwood es el fichaje estrella de VF Corporation, el grupo textil estadounidense que tambi¨¦n posee Lee, para su cruzada medioambiental desde que se uniera a la ONG global The Sustainabilty Consortium, en 2015. Los programas de reducci¨®n de lavado y qu¨ªmica limpia y el desarrollo de innovaciones ecol¨®gicas como el te?ido por espuma son algunos de sus logros. Pero ahora toca pulsar tambi¨¦n la fibra emocional/sentimental. ¡°La autenticidad nunca hab¨ªa sido tan importante como hoy, especialmente en estos tiempos de consumo acelerado y ropa desechable¡±, expone Sean Gormley, director creativo de Wrangler, interpelando al imaginario colectivo vaquero. ¡°Nosotros tenemos una historia fant¨¢stica que ya dura m¨¢s de 70 a?os y la fuerza de nuestros archivos se refleja en un producto que ama todo el mundo¡±.
El brit¨¢nico no se anda precisamente con rodeos a la hora de reclamar el legado de la marca, en la que ejerce de jefe de dise?o desde 2014. No en vano, Wrangler puede presumir de ser la genuina etiqueta vaquera, concebida por y para los cowboys. El origen del denim es en realidad de extracci¨®n minera y californiana. Por resistencia y durabilidad, pronto pas¨® a formar parte del uniforme de trabajo obrero. Pero no fue hasta 1947, con la aparici¨®n de aquel pantal¨®n marcado con la referencia 11MWZ, cuando su uso se populariz¨® entre los ganaderos del medio Oeste estadounidense.
Confeccionado en Greensboro, Carolina del Norte, las caracter¨ªsticas del modelo propuesto por Wrangler, con sus remaches romos para no da?ar las sillas de montar, sus costuras planas que garantizaban cabalgar con comodidad, sus bolsillos m¨¢s profundos para mayor seguridad de las pertenencias y sus siete trabillas para el cintur¨®n lo convirtieron en el favorito de jinetes y profesionales del lazo. De ah¨ª a que saltara a las pantallas de cine y los escenarios del naciente rock and roll, apenas fue necesario un trote.
Con la camisa 27MW a juego con su pantal¨®n, Steve McQueen hizo de la marca un cl¨¢sico instant¨¢neo en 1952. El ejemplo del actor, luego proclamado rey del cool por esa elegancia/actitud natural con la que se enfrentaba a la moda, contagiar¨ªa a otras estrellas del calibre de Paul Newman, Montgomery Clift o Robert Redford. En la d¨¦cada de los sesenta, la contracultura juvenil termin¨® de hacerlos suyos v¨ªa ¨ªdolos musicales como John Lennon y Mick Jagger. Y a finales de los setenta, Debbie Harry, cantante de Blondie, dio por zanjada una conquista femenina que, a decir verdad, siempre fue pareja a la masculina. Para el caso, todos mimbres suficientes para forjar una leyenda que Wrangler vuelve a invocar, eso s¨ª, con un actual y contundente giro sostenible.
Responde por Icons y es la primera colecci¨®n de la marca con rango global. El pantal¨®n 11MWZ, la camisa 27MW e incluso la cazadora 124 MJ regresan, en sus versiones para hombre y mujer, por sus fueros adaptados ¨¦tica y est¨¦ticamente a nuestros tiempos: al menos el 20% de su proverbial sarga en zigzag proviene de algod¨®n reciclado. ¡°No se trata de r¨¦plicas, sino de revisiones que encajan con el esp¨ªritu de los rebeldes y los rockeros actuales¡±, concluye Gormley. ¡°Por eso son prendas ic¨®nicas¡±. En el territorio vaquero el verde es el nuevo azul.
Los favoritos de la d¨¦cada: cintura alta y pierna estrecha
La moda y su l¨¢tigo imponen, temporada tras temporada, las tendencias en el vestir. Desde que entr¨® en los armarios hace un siglo, el vaquero no se ha librado de las injerencias del estilo y ha visto su silueta modificada una y otra vez. Cada d¨¦cada suele asociarse con una tendencia, color o corte, pero ser¨¢ dif¨ªcil tener claro cu¨¢l es la de este tramo del siglo, al haber entrado en la era del "todo vale".
Campana, pitillo, recto, mom jean, boot cut, boyfriend... Hay todo un ideario alrededor del vaquero y, aunque hoy sea f¨¢cil encontrar de todos los tipos en todas las tiendas, las marcas tienen claro lo que sigue vendiendo. "Para mujer pitillo, absolutamente. Y talle alto. Para hombres se sigue buscando recto y de caja cuadrada", explican desde Wrangler en Espa?a. En Levi's remachan este concepto y afirman que el pitillo "es de continuidad, aunque gusta mucho un corte algo m¨¢s recto y corto abajo", cuentan. De hecho, hace pocas semanas han lanzado el modelo Ribcage, que con m¨¢s de 30 cent¨ªmetros de altura es el que tiene la cintura m¨¢s alta de su cat¨¢logo. El pantal¨®n campana, aunque favorito de las editoras de moda, con aires de los noventa y apetecible para los sectores m¨¢s j¨®venes, no termina de calar entre el grueso de las mujeres.
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