Espa?a, sola en el mundo
No sabemos qu¨¦ piensan nuestros candidatos de las diferentes tendencias que se palpan en Europa en cuanto al futuro de la Uni¨®n Europea
Mientras el futuro de Europa forma parte del debate nacional en muchos otros pa¨ªses europeos, en el nuestro, su ausencia en esta campa?a ¡ªy, concretamente, en los dos principales debates electorales¡ª asombra. Podr¨ªa pensarse que es porque las elecciones europeas est¨¢n a la vuelta de la esquina y existe una preferencia por reservar el tema europeo para esa campa?a. O que no es relevante porque ninguno de los principales partidos promueve la salida de la Uni¨®n Europea (ni tan siquiera Vox). O que tenemos preocupaciones internas demasiado serias, como el conflicto territorial, que requieren nuestra atenci¨®n plena. O que las encuestas sociol¨®gicas indican que la pol¨ªtica exterior no es una prioridad para los ciudadanos. Sea como fuere, cualquiera que observara nuestra campa?a desde fuera, podr¨ªa llegar a la conclusi¨®n de que Espa?a est¨¢ sola en el mundo. ?Cu¨¢l es el papel de nuestro pa¨ªs en el Mediterr¨¢neo? ?Cu¨¢l en la Uni¨®n Europea? ?Qu¨¦ papel puede jugar en tanto puente entre Europa y Am¨¦rica Latina?
Salvo por la cuesti¨®n de la inmigraci¨®n, es dif¨ªcil saber la postura de cada partido respecto de las transformaciones pol¨ªticas que se est¨¢n viviendo en el mundo ¨¢rabe, por ejemplo, y sus consecuencias para nuestro pa¨ªs y Europa en su conjunto. Tampoco sabemos qu¨¦ piensan nuestros candidatos de las diferentes tendencias que se palpan en Europa en cuanto al futuro de la Uni¨®n, fundamentalmente, la tensi¨®n entre reforzar la soberan¨ªa nacional que defiende el Grupo de Visegrado, mantener el statu quo o avanzar hacia un modelo crecientemente federal. Es un asunto que, en la actual estructura de la UE ¡ªcon un Ejecutivo (la Comisi¨®n) formado por representantes designados por los gobiernos de cada pa¨ªs y con mayores prerrogativas que el Parlamento Europeo¡ª no se dirime s¨®lo en las elecciones a este ¨²ltimo, sino, e incluso m¨¢s, en las elecciones generales de cada pa¨ªs.
Con alguna excepci¨®n y m¨¢s all¨¢ de las referencias ideol¨®gicas a Venezuela ¡ªy M¨¦xico, tras la famosa carta de AMLO¡ª ning¨²n partido parece interesado en explicar c¨®mo podr¨ªa aprovechar mejor Espa?a su posici¨®n como interlocutor privilegiado entre Europa y m¨¢s de la mitad del continente americano en un incierto mapa geopol¨ªtico y econ¨®mico mundial.
Se trata de temas trascendentes que elevar¨ªan el nivel de nuestro debate, sin restarle importancia a las cuestiones internas, pues, al fin y al cabo, muy poco de lo que hoy nos sucede puede entenderse fuera de un contexto europeo y global. Se puede, como sucede en nuestro pa¨ªs vecino, debatir la crisis de los chalecos amarillos ¡ªasunto interno no menor¡ª a la vez que se discute el papel de Francia en Europa y su proyecci¨®n en otros continentes. Convendr¨ªa que aquellos que defienden Espa?a como uno de los mejores pa¨ªses del mundo y se enorgullecen de su historia milenaria universal les recuerden tambi¨¦n a los votantes que Espa?a no vive en una burbuja.
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