El animal con dieta vegana que le alimenta como si fuese carne

Los osos panda son unos seres entra?ables y extra?os. Su anatom¨ªa lo agrupa junto a otros carn¨ªvoros como los perros, los osos o los gatos, pero a diferencia de sus familiares no matan a otros animales y se conforman con comer, casi exclusivamente, bamb¨². El veganismo lleg¨® a la vida de los pandas hace unos dos millones de a?os, cuando algunos de sus ancestros, por motivos a¨²n sin explicar, optaron por dejar del todo la carne. En esa transici¨®n perdieron la versi¨®n del gen T1R1 que activa los receptores del sabor umami, el que hace que disfrutemos comiendo un filete.

Despu¨¦s de tanto tiempo comiendo bamb¨², algunos de sus rasgos, como el cr¨¢neo, la musculatura de la mand¨ªbula o los dientes se han adaptado a la necesidad de procesar la gran cantidad de fibras vegetales de su dieta. Han desarrollado incluso una especie de falso pulgar, un sexto dedo con el que agarrar y pelar las ramas de bamb¨² con las que se alimentan. Sin embargo, en su interior, siguen manteniendo su herencia carn¨ªvora, algo que incluye la estructura de sus intestinos, las enzimas que digieren los alimentos que consumen y los microbios que ayudan en la tarea.

Los osos panda necesitan alrededor de 14 horas masticando bamb¨² para obener los nutrientes necesarios para vivir

Parece que los osos se volvieron herb¨ªvoros, pero su alma no cambi¨® del todo. En un estudio que se publica esta semana en la revista Current Biology, un equipo de la Academia China de Ciencias y de la Universidad de Sydney (Australia), ha tratado de explicar mejor la naturaleza h¨ªbrida de estos animales analizando su dieta m¨¢s all¨¢ de lo que comen, estudiando los macronutrientes (prote¨ªnas, hidratos de carbono o grasas) que obtienen del bamb¨².

Sus resultados indican que desde ese punto de vista, la composici¨®n de su dieta es muy parecida a la de sus parientes carn¨ªvoros y bastante diferente de la de los herb¨ªvoros con los que comparte la afici¨®n al verde. Alrededor del 50% de su energ¨ªa proviene de prote¨ªnas, como si la base de su alimentaci¨®n fuese la carne, una cifra similar a la de los lobos o los gatos salvajes.

Los autores explican que esta composici¨®n se debe a dos factores. Por un lado, los pandas seleccionan qu¨¦ partes del bamb¨² comen y cu¨¢ndo para hacerlo en el momento de maduraci¨®n en el que van a extraer la mayor cantidad de prote¨ªna posible y la menor de fibra. Esto explica tambi¨¦n sus migraciones estacionales en busca del bamb¨² m¨¢s adecuado para sus necesidades. El segundo factor se encuentra en el corto tracto intestinal de los pandas y en que la comida pasa por ¨¦l muy r¨¢pido, algo que hace que la fibra, que proporciona gran cantidad de hidratos de carbono a los herb¨ªvoros, pase sin ser absorbida.

Los ancestros de los pandas gigantes compensaron la ineficiencia de sus aparatos digestivos para aprovechar los nutrientes del bamb¨² con la abundancia de este alimento. Sus descendientes se pasan ahora 14 horas diarias masticando 12,5 kilos de hojas y tallos de bamb¨² de los que solo digieren un 17%. De alg¨²n modo, cuando cambiaron de la carne al vegetal, los cuerpos de aquellos animales siguieron consumiendo los mismos combustibles, aunque los obtuviesen de otra fuente.