El ¨²ltimo d¨ªa de los dinosaurios
?Se ha encontrado, al fin, evidencia f¨®sil del final del Cret¨¢cico?

La historia es sobradamente conocida. Hace 66 millones de a?os, un enorme asteroide?impact¨® en la costa de Yucat¨¢n, cerca de lo que hoy es la ciudad de Chicxulub, en el golfo de M¨¦xico. El violento choque levant¨® una monta?a de material fundido m¨¢s alta que el Everest y m¨¢s caliente que la superficie del Sol, liberando m¨¢s energ¨ªa que mil millones de bombas como la de Hiroshima. El terreno se incendi¨® en miles de kil¨®metros a la redonda y una lluvia de roca fundida cay¨® sobre el hemisferio occidental, calcinando el 70% de los bosques. El polvo acumulado en la atm¨®sfera impidi¨® durante meses la fotos¨ªntesis de las plantas terrestres y del fitoplancton marino, colapsando las cadenas tr¨®ficas y el ciclo del carbono en tierra y mar, y la falta de luz congel¨® el planeta. El ox¨ªgeno pr¨¢cticamente desapareci¨® de la atm¨®sfera, sustituido por mon¨®xido y di¨®xido de carbono, metano y azufre, que provocaron lluvias ¨¢cidas durante meses. Como consecuencia, el 75% de las especies fue aniquilado, el 99,9% de todos los organismos vivos pereci¨® y el ecosistema planetario fue destruido y tuvo que reinventarse. Despu¨¦s del impacto, la Tierra cambi¨® de era geol¨®gica: termin¨® el Cret¨¢cico, con ¨¦l la era mesozoica, y empez¨® el Cenozoico.
Pero esta historia ha tenido siempre un punto d¨¦bil. Si en un solo d¨ªa, que es un instante en t¨¦rminos geol¨®gicos, perecieron miles de millones de seres vivos, incluidos todos los dinosaurios, ?no deber¨ªa existir un estrato geol¨®gico absolutamente saturado de los restos de estos animales y plantas? ?Y no deber¨ªa estar localizado por todo el mundo? De hecho, el l¨ªmite estratigr¨¢fico entre el Cret¨¢cico y el Cenozoico ¡ªl¨ªmite K-T, del alem¨¢n?Kreide-Terti?r¡ª?est¨¢ bien determinado, entre otras cosas porque en ¨¦l abunda el iridio, un metal escaso en la corteza terrestre pero muy abundante en los meteoritos. Por lo tanto el impacto est¨¢ bien registrado y datado, y el tiempo en el que ocurri¨® tambi¨¦n, as¨ª como su localizaci¨®n estratigr¨¢fica en todo el planeta. Pero en este estrato no se han encontrado f¨®siles y mucho menos evidencia alguna de una mortandad planetaria de dinosaurios. Hasta ahora.
Robert DePalma, de la Universidad de Kansas (y s¨ª, primo del director de cine), public¨® el 23 de abril sus descubrimientos en un yacimiento de Dakota del Norte, datado exactamente en el l¨ªmite K-T. El yacimiento, denominado Tanis, est¨¢ localizado a 3.000 kil¨®metros de Chicxulub. Hace 66 millones de a?os Tanis se encontraba en la orilla de un mar interior que anegaba lo que hoy es el medio oeste norteamericano. El impacto origin¨® una serie de ondas s¨ªsmicas de gran magnitud, que provocaron un enorme tsunami en este mar interior, con olas de hasta 10 metros, que amontonaron multitud de animales y plantas en un sedimento ca¨®tico y repleto de restos f¨®siles. ?Es esta la primera prueba emp¨ªrica de que el impacto de Chicxulub diezm¨® la biosfera terrestre?
El impacto origin¨® una serie de ondas s¨ªsmicas de gran magnitud, que provocaron un enorme tsunami en este mar interior, con olas de hasta 10 metros
Los f¨®siles de Tanis son espectaculares: peces de agua dulce y agua salada mezclados, troncos de ¨¢rboles, dinosaurios, p¨¦talos de flores, equinodermos, peque?os mam¨ªferos, plumas¡ incluyen m¨¢s de una docena de plantas y animales desconocidos hasta ahora. Adem¨¢s, los f¨®siles de Tanis est¨¢n conservados en multitud de orientaciones al azar y tambi¨¦n hay peces en posici¨®n vertical, lo que prueba que su deposici¨®n fue el resultado de un proceso violento y muy r¨¢pido, que los captur¨® en una masa de barro casi instant¨¢neamente. Algunos de los restos de dinosaurios est¨¢n en la parte superior de la secuencia estratigr¨¢fica, lo que invita a pensar que sus cad¨¢veres estuvieron flotando en el agua antes de que el terreno se volviera a secar. El metro y medio de grosor que tiene el yacimiento est¨¢ saturado de microesf¨¦rulas de cristal, llamadas tectitas, un producto conocido de la lluvia de roca fundida que provoca un gran impacto meteor¨ªtico. Y el yacimiento est¨¢ cubierto por un estrato de dos cent¨ªmetros rico en iridio. Por lo tanto, Tanis incluye todos los elementos necesarios para convertirse en un sue?o hecho realidad para cualquier paleont¨®logo.
DePalma lleva trabajando en Tanis desde 2012 y algunos colegas a los que ha invitado a participar en sus excavaciones han calificado su trabajo como ¡°extremadamente meticuloso¡±. Sin embargo, otros investigadores ponen en duda algunas de sus conclusiones. Por ejemplo, aunque DePalma ha asegurado a la prensa que en Tanis hay f¨®siles de dinosaurios, este extremo no ha sido publicado a¨²n en una revista cient¨ªfica y por tanto este posible hallazgo no ha sido sometido a¨²n al escrutinio de otros cient¨ªficos. DePalma sostiene que esos resultados ser¨¢n publicados muy pronto.
Adem¨¢s, DePalma tiene a¨²n una reputaci¨®n que enmendar: en 2015 encontr¨® una especie nueva de dinosaurio, el Dakotaraptor, pero al reconstruir su esqueleto incluy¨® un hueso que result¨® ser de tortuga. Cuando otros colegas se?alaron el error, DePalma se vio obligado a publicar una correcci¨®n a su trabajo y desde entonces no ha gozado de especial reconocimiento entre la comunidad paleontol¨®gica.

?Disponemos al fin de una foto del d¨ªa en que murieron los dinosaurios? La realidad es que faltan algunos detalles no menores por confirmar. ?Es Tanis uno de los descubrimientos m¨¢s importantes de la historia de la paleontolog¨ªa, o de nuevo se ha exagerado la relevancia de un descubrimiento que no pasa de ser relativamente sustancial? Si todo lo que afirma DePalma resulta ser correcto, ser¨¢ la primera vez que dispongamos de una prueba incontrovertible de que los dinosaurios a¨²n deambulaban sobre la Tierra al final del Cret¨¢cico. As¨ª, aunque existen otras hip¨®tesis para explicar la extinci¨®n en el K-T (por ejemplo, varias decenas de miles de a?os de vulcanismo desenfrenado en lo que hoy es India, que habr¨ªan causado una enorme merma en la poblaci¨®n mundial de dinosaurios durante el Cret¨¢cico tard¨ªo), Tanis proporcionar¨ªa los datos necesarios para afirmar sin duda que al menos algunos dinosaurios segu¨ªan vivos para ser testigos del ¨²ltimo d¨ªa del Cret¨¢cico.
Alberto Gonz¨¢lez Fair¨¦n es investigador en el Centro de Astrobiolog¨ªa (CSIC-INTA) en Madrid y en el Departamento de Astronom¨ªa de la Universidad Cornell en Nueva York.
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