Las v¨ªctimas de la represi¨®n israel¨ª tienen rostro de mujer
La activista Sahar Francis cuenta sobre las graves condiciones que padecen las presas palestinas
Las v¨ªctimas de la represi¨®n israel¨ª sobre la poblaci¨®n palestina tienen rostro de mujer. Eso asevera Sahar Francis, portavoz de la ONG Addameer, que ha pasado los ¨²ltimos 25 a?os defendiendo los derechos de los prisioneros pol¨ªticos palestinos y documentando la creciente represi¨®n sufrida por este colectivo. En los ¨²ltimos 50 a?os, aproximadamente 10.000 mujeres palestinas han sido arrestadas y/o detenidas bajo ¨®rdenes militares israel¨ªes. En 2015, detuvieron a 106 mujeres y ni?as palestinas, lo que supone un aumento del 70% en comparaci¨®n con el 2013.
Francis, que ha estado en Madrid como una de las observadoras internacionales del juicio del ¡°Proc¨¦s¡± a trav¨¦s de la organizaci¨®n International Trial Watch, nos explica qu¨¦ hay m¨¢s all¨¢ de las cifras.
Pregunta. Acerca de la situaci¨®n de la mujer en Palestina, ?c¨®mo viven aquellas que luchan por los derechos de las mujeres?
Respuesta. Es una situaci¨®n complicada: las mujeres han estado sufriendo a¨²n m¨¢s que los hombres bajo la ocupaci¨®n. Sufren obviamente todas las pol¨ªticas de ocupaci¨®n, pero piensa que cuando se destruye una casa, la mujer es m¨¢s responsable en la reorganizaci¨®n de la vida de la familia ya que el hombre continuar¨ªa trabajando en este lugar para traer dinero, pero la mujer ser¨ªa la responsable de reorganizar este espacio. Cuando su hijo es arrestado o asesinado, la mujer se ver¨ªa m¨¢s afectada, especialmente si su esposo est¨¢ en prisi¨®n y ella se queda sola para enfrentarse a las dificultades de la vida cotidiana y presiones de la sociedad, luchando sola para criar a los ni?os.
Adem¨¢s, siempre sucede que los palestinos luchan por el fin de la ocupaci¨®n, pero al mismo tiempo ellas luchan por sus propios derechos como mujeres, tanto en la sociedad tradicional como en la palestina. No es f¨¢cil. No se da por sentado que la mujer tenga tales derechos, por lo que tenemos que luchar en diferentes niveles, internamente y en contra de la ocupaci¨®n.
P. ?C¨®mo es la situaci¨®n de las mujeres en prisi¨®n?
R. Las condiciones de las mujeres palestinas presas se han deteriorado mucho en los ¨²ltimos a?os, especialmente a partir de 2018. Hasta el mes de septiembre se las reten¨ªa en dos prisiones en Israel: HaSharon y Damon.
La prisi¨®n de Hasharon de repente quiso implantar c¨¢maras de seguridad en el patio de recreo, lo que significa que se privar¨ªa a las mujeres presas de la ¨²nica intimidad de que disponen. El ¨²nico momento de tres horas al d¨ªa en que pueden practicar deporte y respirar. Ellas se negaron, se encerraron en sus celdas durante m¨¢s de 64 d¨ªas como un acto de resistencia. Pero en lugar de negociar con ellas y ver c¨®mo resolver este problema, las trasladaron a otra prisi¨®n donde ya ten¨ªan estas c¨¢maras y en la que las condiciones son horribles. Volvemos a la cuesti¨®n del sufrimiento psicol¨®gico: ya se han descrito los terribles efectos psicol¨®gicos que pueden causar a las personas la p¨¦rdida absoluta de intimidad.
Observadora internacional del juicio del Proc¨¦s
A trav¨¦s de la plataforma International Trial Watch, Sahar Francis ha sido observadora internacional del Juicio a los l¨ªderes del proceso independentista catal¨¢n. Junto con otros dos activistas por los derechos humanos (Khadija Ryadi, de Marruecos, y Bechir Labidi, de T¨²nez) ha realizado las observaciones de la s¨¦ptima semana del juicio.
Francis explica que como defensora de los derechos humanos es muy importante para ella ver ¡°c¨®mo los diferentes tribunales del mundo tratan a los presos pol¨ªticos, si ofrecen procedimientos de juicio justo gratuito y si se protegen los derechos b¨¢sicos de las personas¡±.
Entre las conclusiones, los observadores han se?alado que el objeto de la investigaci¨®n, iniciada en 2015, ¡°no eran unos hechos concretos sino un movimiento pol¨ªtico¡± y que ¨¦ste no es posible ¡°en el marco del proceso penal espa?ol¡±.
Pero principalmente creen que existe una ¡°falta de proporcionalidad entre las pruebas y los cargos que persigue la acusaci¨®n¡± y expresan su preocupaci¨®n hacia ¡°c¨®mo contin¨²an trat¨¢ndose ciertos hechos que pueden ser expresi¨®n del ejercicio de derechos fundamentales, como el de reuni¨®n o manifestaci¨®n".
Se supon¨ªa que esta prisi¨®n deb¨ªa cerrarse por decisi¨®n del Tribunal Supremo de Israel hace varios a?os porque es inhumana, no ofrece condiciones dignas para las personas que viven all¨ª. En lugar de cerrarla, hicieron algunas reformas y todav¨ªa la est¨¢n usando.
Por ejemplo, las mujeres que est¨¢n all¨ª no tienen el ba?o en sus celdas, necesitan salir a usar la ducha y est¨¢n obligadas a hacerlo una vez al d¨ªa cuando abren las habitaciones y se les ofrece tiempo de recreo. Adem¨¢s, no hay privacidad, hay que hacerlo mientras otros est¨¢n en su recreo y siempre hay guardias alrededor del ba?o y las duchas. Eso afecta seriamente la capacidad de las mujeres para el cuidado de la higiene y la salud, ya que no quieren ser ofendidas todos los d¨ªas.
El sistema sanitario es muy malo y tienen un grave problema con la red el¨¦ctrica. Ya que es muy antigua, causaba descargas el¨¦ctricas. Incluso en las habitaciones, cuando ponen agua a hervir puede cortar la luz de toda la secci¨®n. Debido a que es un edificio antiguo, la prisi¨®n tiene camas dobles y la segunda es demasiado alta. Una chica se cay¨® de la cama mientras dorm¨ªa y se hiri¨® gravemente.
Cuando son detenidas, el autob¨²s donde transfieren a los prisioneros puede suponer un proceso muy humillante. Especialmente cuando las mujeres son sometidas a cacheos. Incluso aunque lo realice una mujer polic¨ªa, es muy intimidante y humillante y podr¨ªa suponer abuso sexual en algunos casos. Tenemos muchas quejas acerca de estos cacheos que sufren las mujeres, ya sea durante el arresto o m¨¢s tarde cuando son trasladadas de un lugar a otro.
En cuanto a seguridad en la prisi¨®n, la situaci¨®n de las mujeres es muy mala. Tienen adem¨¢s muchas restricciones. Por ejemplo, los libros que las prisioneras traen consigo son requisados y cuatro meses despu¨¦s no se les permite llevarlos a las instalaciones. No tienen a su disposici¨®n escuela, educaci¨®n superior o programas de rehabilitaci¨®n. Tambi¨¦n hay restricciones en las visitas familiares. No es nada f¨¢cil ser mujer. No hay sensibilidad con sus necesidades.
P. ?Ha podido desde su organizaci¨®n mejorar las condiciones de estos prisioneros y prisioneras?
R. Lo estamos intentando. Por ejemplo, el asunto de las c¨¢maras, lo intentamos, pero no lo logramos, nuestra queja no fue aceptada. Estamos intentando apoyar legalmente pero por desgracia con poco ¨¦xito.
En los ¨²ltimos dos meses, hubo un gran ataque a todos los presos en las c¨¢rceles de Israel, porque el Ministerio de Seguridad Interior decidi¨® que quer¨ªa aumentar las restricciones contra los presos palestinos. Fundaron un comit¨¦ especial para sugerir a las autoridades c¨®mo hacer que la vida de los presos sea m¨¢s dif¨ªcil. Debes saber, por ejemplo, que no tienen acceso a ninguna llamada telef¨®nica, no se les permite llamar a sus familias mientras est¨¢n en prisi¨®n. Por eso los prisioneros intentan colar ilegalmente m¨®viles en sus c¨¢rceles. As¨ª que ¨²ltimamente las autoridades est¨¢n haciendo campa?as de b¨²squedas en las diferentes secciones.
Cuando los prisioneros en algunas prisiones se opon¨ªan a tales pol¨ªticas, hubo conflictos entre los prisioneros y los guardias. Los prisioneros arrojaron los colchones como acto de oposici¨®n y se enfrentaron a balas, gas, chorros de agua dentro de las prisiones y mucha violencia. Esta semana dos presos fueron hospitalizados en muy malas condiciones debido a los golpes de los guardias.
P. ?Qu¨¦ medidas se pueden aplicar para tratar de luchar contra esta situaci¨®n?
R. Por desgracia, como defensora de los derechos humanos, dir¨ªa que la situaci¨®n es muy cr¨ªtica. Creo que no podemos desconectarnos de lo que est¨¢ sucediendo en la regi¨®n y en el exterior. Por desgracia, creemos que hay un ataque en temas de derechos humanos en el mundo.
Tomemos por ejemplo la libertad de expresi¨®n, incluso en Espa?a es atacada y en diferentes pa¨ªses europeos. Para m¨ª, como defensora de los derechos humanos, esto es preocupante. Cuando estados dem¨®cratas como los europeos utilizan el tema de la lucha contra el terrorismo con el fin de imponer restricciones a tales derechos b¨¢sicos, es grave, problem¨¢tico. Hay una definici¨®n tan vaga de seguridad y orden p¨²blico y dem¨¢s, con el fin de eliminar las restricciones y violaciones de los derechos b¨¢sicos de nuestro pueblo. Por eso es muy importante que los activistas de la sociedad civil del mundo se unan para poner fin a pol¨ªticas como esta.
No es f¨¢cil, pero si realmente queremos proteger la democracia, el sue?o de que debemos vivir y ser iguales, los derechos humanos universalmente, yo como palestina, usted y todos los dem¨¢s debemos ser tratados de igual manera. Los mismos derechos, obtener un espacio libre para vivir con dignidad. Esto lo estamos perdiendo debido a las personas que tienen dobles est¨¢ndares en el mundo
?Por qu¨¦ los estados pueden tomar la decisi¨®n de castigar a Rusia cuando ocup¨® Ucrania de forma inmediata? ?Por qu¨¦ pueden tomar la decisi¨®n de arrestar a Bashir, el presidente de Sud¨¢n, debido a la guerra civil, y no hacen nada por la ocupaci¨®n israel¨ª que lleva m¨¢s de 15 a?os? Por supuesto que pueden. Pueden usar sus relaciones econ¨®micas, pueden usar sanciones contra Israel... Pero, por desgracia, cuando uno tiene un gobierno como los Estados Unidos detr¨¢s, con unos intereses geopol¨ªticos muy concretos puestos en Israel, ninguna ayuda internacional se presenta sencilla. Si no encontramos una manera de detener lo que est¨¢ pasando va a ser muy peligroso para el sistema y, por supuesto, quien paga siempre el precio es la gente.
P. ?Vale la pena seguir defendiendo los derechos humanos en condiciones tan dif¨ªciles?
R. S¨¦ que no es f¨¢cil. Personalmente, algunas veces me siento decepcionada, y m¨¢s que decepcionada, pero tenemos que mantener la esperanza. De lo contrario, es tan frustrante que uno deje de luchar, pero lo que me ha animado a trabajar en este campo durante 25 a?os es que cuando crees que tienes el derecho y la justicia, un d¨ªa llegar¨¢ y seguir¨ªas adelante. Honestamente, compartir experiencias como conocer a otros compa?eros de otros conflictos en otros lugares del mundo nos da la inspiraci¨®n de que debemos unirnos a la fuerza y continuar juntos, porque las personas merecen vivir con dignidad en todas partes.
Esta es la segunda parte de una entrevista realizada a la activista Sahar Francis. En ella, Diana Moreno e I?aki Guerra de la Fundaci¨®n porCausa hablan con Francis para conocer m¨¢s sobre la situaci¨®n represiva que viven palestinos y palestinas en Israel.
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