Hace 2.500 a?os ya se fumaba marihuana
Se hallan restos de cannabis en tumbas de Asia central con m¨¢s potencia que las plantas silvestres
El historiador de la Grecia cl¨¢sica Her¨®doto de Halicarnaso escribi¨® en sus Historias lo siguiente sobre los guerreros de la estepa: "Del mencionado c¨¢?amo toman, pues, la semilla los escitas impuros y contaminados por alg¨²n entierro, ech¨¢ndola a pu?ados encima de las piedras penetradas del fuego, y metidos ellos all¨¢ dentro de su estufa. La semilla echada va levantando tal sahumerio y despidiendo de s¨ª tanto vapor, que no hay estufa alguna entre los griegos que en esto le exceda. Entretanto, los escitas gritan de placer como si se ba?asen en agua rosada y esta funci¨®n les sirve de ba?o, pues jam¨¢s acostumbran ba?arse". El estudio de unos braseros hallados al este de la m¨ªtica Escitia confirma ahora lo escrito hace 2.450 a?os por el padre de la historia.
En 2013 arque¨®logos chinos desenterraron un cementerio en Jirzankal, en el extremo occidental de China. Situado a m¨¢s de 3.000 metros de altura, en la meseta del Pamir, han localizado hasta ahora m¨¢s de 30 tumbas. La dataci¨®n por distintos medios sit¨²a los enterramientos entre hace 2.560 y 2.370 a?os. El camposanto, vinculado quiz¨¢ al zoroastrismo, tiene varias particularidades: est¨¢ formado por hileras de piedras blancas y negras alternadas. En las tumbas, tambi¨¦n cubiertas de capas circulares de piedras de los dos colores, se han encontrado peque?as arpas, abalorios de cristal y, en una decena de ellas, peque?os braseros de madera, algunos con piedras quemadas, tambi¨¦n en blanco y negro.
En apariencia y salvo las piedras quemadas, dentro de los braseros no hab¨ªa nada. Pero una mirada m¨¢s en detalle de la superficie interior y de los guijarros descubri¨® la presencia de restos org¨¢nicos y no eran de la madera. Combinando dos t¨¦cnicas de an¨¢lisis qu¨ªmico (cromatograf¨ªa de gases acoplada a espectrometr¨ªa de masas, GC-MS), los cient¨ªficos pudieron estudiar 20 miligramos de polvo arrancados a los braseros y varias piedras. En todas las muestras identificaron la presencia de cannabinol (CBN), cannabidiol (CBD) y cannabiciclol (CBL), tres componentes de la marihuana.
Her¨®doto ya escribi¨® sobre c¨®mo los escitas sahumaban el c¨¢?amo usando piedras calientes
"Son las muestras m¨¢s antiguas de cannabis fumado", dice en un correo el investigador de la Universidad de la Academia de Ciencias China y coautor del estudio, Yimin Yang. Las pipas para fumar no llegaron a esta regi¨®n desde Am¨¦rica hasta muchos siglos despu¨¦s, as¨ª que la inhalaci¨®n del humo deb¨ªa de ser sahumando, como recog¨ªa Her¨®doto. Colocaban partes de la planta en el brasero y sobre ellas colocaban las piedras calentadas al fuego hasta que subiera el humo. "Podemos decir con un alto grado de certeza que "usaban el cannabis en alguna forma de pr¨¢ctica ritual funeraria", comenta durante una teleconferencia el director del laboratorio de paleoetnobot¨¢nica del Instituto Max Planck de Ciencias de la Historia Humana (IMPCHH) (Alemania) y coautor del estudio Robert Spengler.
En yacimientos relativamente cercanos ya se hab¨ªan encontrado plantas de marihuana de la misma fecha. En 2016, por ejemplo, en el cementerio de Jiayi en un antiguo oasis caravanero, se desenterr¨® un cad¨¢ver cubierto de largos tallos de marihuana (ver fotograf¨ªa). "Pero son de diferentes culturas. Mientras el cementerio de Jiayi pertenece a la cultura subeixi, el de Jirzankal podr¨ªa estar relacionado con los escitas", aclara Yang.
La idea dominante entre los cient¨ªficos es que el c¨¢?amo fue domesticado en amplias zonas de Asia pero para distintos usos hace milenios. Hay referencias de su utilizaci¨®n como alimento (sus semillas), para la obtenci¨®n de aceite y como fibra, en particular los tallos, para confeccionar tejidos. Pero a¨²n no hab¨ªa pruebas claras de su empleo como sustancia psicoactiva. "Desde el Pamir hasta la depresi¨®n de Turf¨¢n (donde est¨¢ el cementerio de Jiayi), el c¨¢?amo era muy popular para usos rituales, pero no hay evidencias de que los habitantes de Jiayi fumaran cannabis, as¨ª que en ambos cementerios lo usaban de forma diferente", comenta Yang.
El estudio, publicado en Science Advances, va incluso m¨¢s all¨¢. Del an¨¢lisis de las muestras los investigadores concluyen que el compuesto m¨¢s presente es el cannabinol. Se trata de un producto de la descomposici¨®n por oxidaci¨®n del componente m¨¢s psicoactivo de la marihuana, llamado tetrahidrocannabinol (THC). Entre las variedades silvestres, solo algunas halladas en Afganist¨¢n contienen altos niveles de THC de forma natural, siendo el CBD (que no es psicotr¨®pico y s¨ª medicinal) el m¨¢s abundante en el cannabis silvestre. Sin embargo, apenas hallaron la se?al del CBD en los braseros. ?C¨®mo hab¨ªan obtenido los habitantes de Jirzankal una marihuana m¨¢s potente? ?Azar o domesticaci¨®n?
"La planta del c¨¢?amo fue domesticada al menos hace 3.500 a?os en el este de Asia, probablemente como una oleaginosa", recuerda Spengler. Pero aqu¨ª lo hicieron para fumar marihuana. "Los humanos siempre han buscado plantas silvestres que pudieran tener efectos sobre el cuerpo humano, especialmente efectos psicoactivos", a?ade. Pero la domesticaci¨®n en el este llev¨® a un c¨¢?amo con bajos niveles de THC. "Lo que deja abierta la cuesti¨®n de si exist¨ªa una variedad silvestre con altos niveles que los humanos de alguna manera descubrieron o si alg¨²n proceso provoc¨® un incremento en la producci¨®n de estos productos qu¨ªmicos en la planta", concluye Spengler.
La qu¨ªmica de la Universidad del Pa¨ªs Vasco Aresatz Usobiaga, no relacionada con el estudio, recuerda que "las proporciones de los distintos cannabinoides pueden cambiar seg¨²n las condiciones ambientales aunque se trate de la misma variedad". Es lo que han comprobado en varios experimentos de laboratorio. Y es lo que sugieren los autores de la investigaci¨®n que pudo pasar en Jirzankal. La regi¨®n contaba con unas condiciones de altitud, relativas bajas temperaturas y disponibilidad de agua y mayor radiaci¨®n ultravioleta que pudieron estresar las plantas que, en respuesta, generar¨ªan mayores concentraciones de THC y, por tanto, una marihuana m¨¢s potente.
Se desconoce si los pobladores del Pamir se encontraron con una variedad de marihuana m¨¢s potente o fue fruto de un proceso de domesticaci¨®n
La directora del IMPCHH, Nicole Boivin, no cree que los enterrados en Jirzankal con esta marihuana fueran escitas como los descritos por Her¨®doto. Lo que s¨ª cree es que formaban parte de una red de comercio por toda Eurasia que estaba emergiendo, una primera versi¨®n de la ruta de la seda: "Lo que vemos en Jirzankal tiene m¨¢s que ver con procesos de protoglobalizaci¨®n que acabaron por conectar todo el mundo. Otras drogas y estimulantes viajar¨¢n por rutas como esta, provocando la globalizaci¨®n del tabaco, el t¨¦, el caf¨¦ y otras drogas de uso cotidiano".
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