Por qu¨¦ los bolsillos son el elemento m¨¢s importante del traje del futuro
Viajamos a Pitti Uomo (Florencia) para comprobar que la moda masculina ya no puede vivir de espaldas al ¡®smartphone¡¯
El hombre de hoy en d¨ªa tiene una relaci¨®n tortuosa con sus pertenencias. Especialmente con sus gadgets: la revoluci¨®n tecnol¨®gica que deb¨ªa emanciparnos del espacio-tiempo y permitirnos hacer casi cualquier cosa en casi cualquier sitio ha venido acompa?ada por un peque?o ej¨¦rcito de aparatitos, auriculares, cargadores, bater¨ªas port¨¢tiles, fundas y conectores sin los que el var¨®n contempor¨¢neo se siente solo y desamparado. En caso de crisis, la moda responde, y en la edici¨®n m¨¢s reciente de Pitti Uomo, la feria de indumentaria masculina m¨¢s importante del sector, los bolsillos se multiplican como esporas y las prendas se convierten en art¨ªculos de viaje.
En Sease, la firma de moda n¨¢utica de lujo fundada por Franco Loro Piana, una comercial me ense?a una preciosa chaqueta t¨¦cnica de lino cuyo bolsillo frontal custodia un bolsillo interno a trav¨¦s del que (?sorpresa!) se puede acceder a un bolsillo adicional. El nuevo est¨¢ndar de la moda masculina ya no es el traje cl¨¢sico, sino el traje multiusos, el traje de viaje o, para simplificar, el traje utilitario con tantos compartimentos secretos como el escritorio de James Bond. No es extra?o que Paul Andrew, el director creativo de Salvatore Ferragamo, haya trasladado el esp¨ªritu del pantal¨®n cargo a chaquetas ligeras llenas de bolsillos frontales que recuerdan a chalecos de pesca, pero con proporci¨®n, armon¨ªa y tejidos de lujo. O que Clare Waight Keller, en Givenchy, reivindique precisamente el pantal¨®n cargo como la soluci¨®n al problema del que acabamos de hablar: ?d¨®nde coloco el m¨®vil?
No es una cuesti¨®n balad¨ª. Los parroquianos m¨¢s c¨¦lebres de la Fortezza da Basso, el recinto que alberga la feria, son los peacocks, hombres de todas las edades con oficios que oscilan entre la sastrer¨ªa de precisi¨®n y las oposiciones a influencer, que se pasean por la feria con trajes de tres piezas, sombreros cl¨¢sicos, zapatos de cord¨®n y gafas de sol vintage. El traje de tres piezas se invent¨® antes que los m¨®viles, as¨ª que no previ¨® un espacio para el Smartphone, y algunos dise?os son tan entallados que resulta imposible encajar el susodicho gadget en el bolsillo del pantal¨®n o la chaqueta. As¨ª que estos trajeados se pasan el d¨ªa con el m¨®vil en la mano y lo consultan entre flash y flash, ignorando que el traje del ma?ana no ser¨¢ restrictivo, sino flexible. Y que la feria da sobrados motivos para ello.
Brunello Cucinelli, por ejemplo, ha presentado una americana liger¨ªsima, que no se arruga y que sienta como un guante. La clave est¨¢ en el textil, elaborado con nailon y elast¨¢n tejido con la misma t¨¦cnica que se emplea para fabricar seda. Es tecnolog¨ªa punta con solapa de pico, que es una buena descripci¨®n del ideal al que aspira la moda masculina en general y Pitti Uomo en particular. En Herno, otro puntal del nuevo lujo utilitario made in Italy, han comenzado a producir sus propios tejidos, y sus liger¨ªsimos abrigos, llenos de bolsillos, compartimentos termosellados y ranuras cortadas con l¨¢ser, lucen ahora algodones, linos y lanas que aportan calidez a una de las firmas m¨¢s precisas del mercado. El traje de hoy, definitivamente, es as¨ª: ¨²til y proporcionado. Es decir, bien dise?ado.
Cuando salgo del pabell¨®n central de la feria me cruzo con un grupo de modelos adolescentes de excursi¨®n por la feria en su tiempo libre (los desfiles suelen comenzar por la tarde). Muchos de ellos llevan prendas de algunas de las firmas que han desfilado. Desde luego, han sabido elegir: camisetas amplias, cortavientos con bolsillos inmensos, pantalones de skaters y mochilas en las que cabe el cargador, la bater¨ªa port¨¢til, la tableta e incluso unos auriculares de esos que tienen cancelaci¨®n de ruido. Pasan en fila ante los peacocks con trajes de cuadro ventana presumiendo sin darse cuenta de su mayor privilegio: llevar las manos libres. Y pienso que es posible que en enero, cuando volvamos a vernos, algunos de estos caballeros hayan previsto alg¨²n bolsillo de m¨¢s en sus preciosos trajes cl¨¢sicos. Si no lo hacen por comodidad, al menos lo har¨¢n por la tendencia.
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