La barriada de ¡®Slumdog Millionaire¡¯ lucha contra los rascacielos
Un proyecto urban¨ªstico de lujo puede cambiar la vida de las miles de familias que viven de la econom¨ªa informal en la mayor zona chabolista de Bombay
"Tendr¨¢n que matarnos para construir aqu¨ª sus rascacielos". Los habitantes de Dharavi, la barriada pobre de Bombay mundialmente conocida por la oscarizada pel¨ªcula Slumdog Millionaire, combaten un plan destinado a edificar torres y centros comerciales que destruir¨ªa su econom¨ªa informal.
?Se acabaron las casuchas que sirvieron de fondo para la pel¨ªcula de Danny Boyle en 2008? Las autoridades indias quieren sustituirlas por torres dignas de Singapur y para ello prev¨¦n contratar a un promotor inmobiliario encargado de destruir y reconstruir Dharavi. Los partidarios del proyecto estiman que permitir¨¢ sacar de la pobreza a cientos de miles de personas, pero los detractores aseguran que destruir¨¢ el tejido social y beneficiar¨¢ sobre todo a los promotores.
"Dharavi es el coraz¨®n latente de Bombay (...) El Gobierno quiere apoderarse de ¨¦l", declara el fabricante de jab¨®n l¨ªquido Ashraf Sheikh, quien en protesta estuvo ocho d¨ªas en huelga de hambre.
Se estima que entre 700.000 y un mill¨®n de personas viven en esta barriada, hacinadas en dos kil¨®metros cuadrados. Cientos de ellas hacen fila para usar los aseos p¨²blicos. Dharavi desaf¨ªa, no obstante, los clich¨¦s occidentales sobre los tugurios. Es una plataforma econ¨®mica muy estructurada, que genera m¨¢s de 850 millones de euros de volumen de negocio por a?o. Tiene, por ejemplo, industria de cer¨¢mica, cuero y textil. Se estima que hay casi 5.000 negocios en 15.000 talleres, cada uno de los cuales ocupa un solo cuarto. En la barriada tambi¨¦n se reciclan los desechos de la capital econ¨®mica india.
Se estima que hay casi 5.000 negocios en 15.000 talleres, cada uno de los cuales ocupa un solo cuarto
Hace dos d¨¦cadas el Ayuntamiento de Bombay trat¨® por primera vez de desarrollar Dharavi. El intento fracas¨® al igual que otros debido a la dificultad que supone desplazar a tantos habitantes que dependen de la econom¨ªa informal para sobrevivir. "Vivimos y trabajamos aqu¨ª desde hace m¨¢s de 100 a?os", explica el alfarero Mepa Gudiya, quien exporta objetos a toda India y al extranjero. "Tendr¨¢n que matarnos antes de construir aqu¨ª sus rascacielos". El Gobierno del estado de Maharashtra, cuya capital es Bombay, ha vuelto sin embargo a la carga. Las autoridades tienen previsto otorgar un contrato a un promotor radicado en Dub¨¢i y apoyado por las familias reales de Emiratos ?rabes Unidos que obtuvo una licitaci¨®n en febrero.
El ambicioso proyecto, de un coste estimado de 3.500 millones de euros, prev¨¦ la destrucci¨®n de decenas de miles de viviendas para sustituirlas por cientos de rascacielos de hasta 30 plantas. Casi 70.000 familias de Dharavi podr¨ªan acceder a un apartamento gratuito de unos 28 metros cuadrados "que ser¨¢ tan bueno como cualquiera de Dub¨¢i o Singapur", asegura Nilang Shah, presidente ejecutivo de SecLink Group, el promotor emirat¨ª encargado del proyecto. Su empresa quiere transformar Dharavi en una "ciudad inteligente" con zonas residenciales y comerciales y crear un "Central Park del estilo del de Nueva York", as¨ª como un "puerto deportivo" en la aleda?a bah¨ªa contaminada.
La vida de los residentes de Dharavi "mejorar¨¢ sin destruir el tejido social. Ser¨¢ un modelo para el resto del mundo", afirma Shah en entrevista telef¨®nica con la AFP desde Dub¨¢i. Muskan Sheikh, un adolescente de 15 a?os, est¨¢ entusiasmado con esta perspectiva. Vive en una casa sin aseo con cinco familiares y duermen todos en una habitaci¨®n. "Con frecuencia debo esperar veinte minutos para usar los ba?os. Por la noche me aguanto las ganas porque no quiero salir", cuenta. Muchos habitantes de Dharavi son esc¨¦pticos. Aceptar¨ªan de buen grado una vivienda moderna con aseo y agua corriente, pero temen que el confort material se haga a costa de su actividad econ¨®mica. "Nos da miedo de que se convierta en otro barrio m¨¢s de rascacielos, donde nos meter¨¢n a todos en una ¨²nica torre", explica Fakhrul Islam, un vendedor de gasolina.
Dharavi era antes una regi¨®n pantanosa que se fue poblando a finales del siglo XIX con la llegada de migrantes para trabajar en las f¨¢bricas coloniales. Decenas de turistas pasean por sus callejuelas oscuras, sorteando cabras, para retratar con sus c¨¢maras fotogr¨¢ficas las casuchas y talleres.
La empresa estima en m¨¢s de 13.000 millones de euros los potenciales ingresos de la venta de los futuros rascacielos
La barriada se encuentra en pleno coraz¨®n de Bombay, una ciudad de unos 20 millones de habitantes, cerca del barrio de negocios de Bandra Kurla, del aeropuerto y de una de las principales estaciones de ferrocarril. SecLink estima en m¨¢s de 13.000 millones de euros los potenciales ingresos de la venta de los futuros rascacielos. "Desgraciadamente las decisiones obedecen a los intereses del lobby de los promotores inmobiliarios", lamenta Kalpana Sharma, autora del libro Redescubrir Dharavi.
Seg¨²n Nilang Shah, todos los habitantes ser¨¢n realojados antes de cinco a?os. Una promesa que ya escucharon en el pasado. Malik Abdullah, propietario de un taller de reciclaje de pl¨¢stico, asegura que no est¨¢n en contra del desarrollo. "Pero fuimos nosotros los que transformamos esta bah¨ªa en centro industrial. Si nos quitan nuestros comercios entonces no nos quedar¨¢ nada".
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