La sangre de su cord¨®n umbilical salva la vida de una ni?a con c¨¢ncer
Un trasplante de c¨¦lulas madre obtenidas de su propio parto consigue que la peque?a Telma Cavall¨¦ supere el neuroblastoma que se le hab¨ªa diagnosticado con solo cinco a?os
El 24 de diciembre de 2009, C¨¦sar Cavall¨¦ sali¨® de su oficina. El parto de su hija se acercaba y, de camino a casa, record¨® la publicidad de una empresa dedicada a la preservaci¨®n de sangre del cord¨®n umbilical, que su mujer y ¨¦l hab¨ªan visto repetidamente en la consulta del ginec¨®logo. En un impulso, cogi¨® el m¨®vil y lo contrat¨®. Telma naci¨® el cinco de enero, en plena cabalgata de Reyes, y aunque varias veces pensaron en cancelarlo, nunca llegaron a hacerlo. Seis a?os despu¨¦s, las c¨¦lulas madre obtenidas de ese cord¨®n le salvaron la vida. Si el proceso empez¨® en el hospital HM Montepr¨ªncipe (Boadilla del Monte, Madrid), donde se hizo la extracci¨®n y criopreservaci¨®n de la sangre del cord¨®n umbilical, termin¨® en el madrile?o hospital infantil del Ni?o Jes¨²s, donde se llev¨® a cabo el trasplante.
Telma fue diagnosticada con un neuroblastoma metast¨¢sico de alto riesgo (en estadio cuatro) una semana despu¨¦s de haber cumplido los cinco a?os de edad, en enero de 2015. Se trata de un tumor muy agresivo especialmente com¨²n en ni?os que tiene un pron¨®stico muy malo y que requiere un tratamiento intensivo de quimioterapia, radioterapia y cirug¨ªa. ¡°Con esto, algunos pacientes pueden mejorar mucho e incluso entrar en remisi¨®n, pero en otros casos es m¨¢s rebelde y necesita un trasplante de progenitores hematopoy¨¦ticos [antes llamado de m¨¦dula ¨®sea]¡±, explica el doctor Jaime P¨¦rez de Oteyza, jefe de Hematolog¨ªa y Onco-Hematolog¨ªa de HM Hospitales y profesor titular de la Universidad CEU San Pablo. Adem¨¢s, se trata de un tipo de c¨¢ncer ¡°que no da la cara, porque no se detecta ni en las anal¨ªticas ni en las radiograf¨ªas; solo cuando se le hizo una resonancia se le detect¨® una mancha entre el pecho y la espalda¡±, recuerda C¨¦sar Cavall¨¦, padre de Telma.
Una lucha a contracorriente
El neuroblastoma es ¡°un tumor que tiene una tasa de ¨¦xito de entre el 30 y el 40% de los casos, mientras que, en la leucemia aguda linfobl¨¢stica (el c¨¢ncer infantil m¨¢s com¨²n), la curaci¨®n alcanza el 90%¡±, afirma P¨¦rez de Oteyza. Cuando es necesario un trasplante, este suele ser aut¨®logo (con c¨¦lulas procedentes del mismo paciente); el problema es que, en ocasiones, la m¨¦dula ¨®sea est¨¢ invadida por el propio tumor; y al estar contaminada, es m¨¢s dif¨ªcil usarla. Exactamente lo que ocurri¨® con Telma. Por eso, haber podido contar con la sangre del cord¨®n result¨® vital ya que, sin el trasplante, el pron¨®stico era muy malo. Y al utilizar sus propias c¨¦lulas, se minimiz¨® la posibilidad de un rechazo: ¡°En total, fueron 1.300 millones de c¨¦lulas nucleadas con ausencia de contaminaci¨®n bacteriana, que presentaban unas cualidades ¨®ptimas para el trasplante¡±.
Las c¨¦lulas madre obtenidas del cord¨®n umbilical ¡°son m¨¢s primitivas y tienen una mayor capacidad regenerativa que las obtenidas del paciente adulto, no solo de la sangre sino de otros tejidos como el sistema nervioso e incluso en casos de par¨¢lisis cerebral infantil¡±, argumenta el especialista. En Espa?a hay dos tipos de bancos: p¨²blicos (el Plan Nacional de Cord¨®n Umbilical tiene actualmente 65.000 muestras almacenadas) y privados; y se pueden preservar indefinidamente.
A la hora de conservar la sangre del cord¨®n, la rapidez es esencial, ya que solo se dispone de un margen de 48 horas para extraerla y completar el proceso de criopreservaci¨®n en nitr¨®geno l¨ªquido, manteniendo niveles m¨¢ximos de cantidad y calidad. Algo que no fue un problema en el caso de Telma, ya que el hospital HM Montepr¨ªncipe, donde naci¨®, ofrece este servicio. Dentro de ese plazo no se pierden c¨¦lulas, pero m¨¢s all¨¢ empiezan a morir.
Una vez extra¨ªda, el traslado de la sangre ha de realizarse sin cambios bruscos de temperatura, ni calor o fr¨ªo excesivos. El proceso de criopreservaci¨®n se hace entonces ¡°con unos equipos especiales que a?aden un agente crioprotector, para que no se formen cristales de hielo que rompan las c¨¦lulas, y luego se baja la temperatura a un ritmo de un grado por minuto hasta alcanzar los 196 bajo cero¡±, contin¨²a P¨¦rez de Oteyza.
Las c¨¦lulas madre tambi¨¦n pueden obtenerse directamente de la m¨¦dula ¨®sea o de la sangre que circula por las venas, si se las estimula con un medicamento (un factor estimulante de colonias, inyectado en la sangre del paciente durante varios d¨ªas). Entonces se conecta al paciente a una m¨¢quina de af¨¦resis, que recoge las c¨¦lulas madre y devuelve las que no necesitamos¡±, cuenta el doctor P¨¦rez de Oteyza.
Cuatro a?os de tratamiento
A pesar de ello, el tratamiento de Telma no fue sencillo ni r¨¢pido. Para que el trasplante tenga opciones de ¨¦xito, la enfermedad tiene que estar en remisi¨®n, y a ella le cost¨® mucho llegar hasta ese punto: las primeras sesiones de quimioterapia, de enero a junio de 2015, no tuvieron resultado, el tumor resist¨ªa e incluso la met¨¢stasis se hab¨ªa mantenido. ¡°De ah¨ª se pas¨® a una quimioterapia combinada, con pastillas y l¨ªquidos, durante dos meses. Pero a finales de agosto de 2015 se vio que la ni?a estaba peor en todos los aspectos y que incluso la met¨¢stasis hab¨ªa ido a m¨¢s¡±, recuerda C¨¦sar Cavall¨¦. ¡°Entonces se nos propuso participar en un experimento probado con ratones de laboratorio; una quimioterapia de adulto modificada molecularmente para el paciente infantil que se estaba experimentando con 20 ni?os en toda Europa. Y claro, dijimos que s¨ª¡±.
Se trataba de cinco dosis de quimio de la que solo se le dieron tres, por los efectos secundarios que estaba desarrollando: a Telma se le empez¨® a quemar la piel, las manos y los pies se estaban despellejando, cambi¨® las u?as de sus manos... Sin embargo, las pruebas que le hicieron a finales de 2015 mostraron que la enfermedad por fin hab¨ªa retrocedido algo. Era el momento para el trasplante. ¡°Durante todo ese a?o, mi mujer y yo hab¨ªamos insistido en el tema del cord¨®n umbilical, y siempre nos dec¨ªan que no era el momento de usar ese cartucho. Pero entonces vieron una ventana abierta y fueron a por ello¡±, rememora el padre de Telma.
En las navidades de 2015 la ingresaron en el Ni?o Jes¨²s. En ese momento, le dieron una quimioterapia de alta densidad, a fin de que el trasplante tuviera mayores oportunidades. Pero ese proceso le dej¨® sin defensas. Telma pas¨® a una habitaci¨®n herm¨¦tica del Centro Maktub, de la Fundaci¨®n Aladina, donde permaneci¨® aislada un mes. All¨ª pas¨® las navidades y celebr¨® su sexto cumplea?os, hasta que, a mediados de enero (otra vez, ese mes de enero) le hicieron por fin el trasplante. Ayud¨® que, adem¨¢s, ¡°en el parto se hab¨ªa obtenido una muestra mucho mayor de lo habitual, y con un gran recuento celular. A los 11 o 12 d¨ªas ya empez¨® a verse que el cuerpo estaba de nuevo generando defensas¡±, explica C¨¦sar.
Fue, sin duda, una lucha larga y dura. Y, sin embargo, Telma nunca perdi¨® las ganas de luchar, como afirman quienes la han acompa?ado todo este tiempo, como sus padres o Miguel Checa, voluntario de la Fundaci¨®n Aladina. ¡°Evidentemente, est¨¢s en un proceso complicado, y hay momentos y momentos; pero nunca la vi con una mala cara. Tiene mucha personalidad y es muy cari?osa, especialmente inteligente y despierta; se ilusiona con todo y todo le despierta emoci¨®n¡±, cuenta al ser preguntado por c¨®mo es ella. Su labor, como la del resto de voluntarios, es ofrecer a los peque?os una oportunidad para que se evadan de todo: del tratamiento, de los m¨¦dicos, de los padres... ¡°T¨² vas a jugar con ellos. A Telma le gustaba mucho pintarme las u?as; hubo una ¨¦poca en que me las pintaba cada lunes. El d¨ªa de su ¨²ltimo tratamiento, cuando en principio no iba a tener que volver a ingresar, me maquill¨® toda la cara: los labios, la sombra de los ojos...¡±
La luz al final del t¨²nel
El siguiente paso fue la cirug¨ªa. A primeros de marzo de 2016 se le retir¨® la mayor parte de la masa tumoral en el Ni?o Jes¨²s (aproximadamente un 80%), y en mayo comenz¨® con la radioterapia. Catorce sesiones, al final de cada cual se ve¨ªa que el tumor restante iba reduci¨¦ndose, y Telma sal¨ªa muy contenta. Pero el ¨²ltimo paso, el de la inmunoterapia, se hizo esperar, porque la complicaci¨®n pulmonar que hab¨ªa sufrido tras la cirug¨ªa le hab¨ªa dejado sin la suficiente capacidad pulmonar, uno de los requisitos para comenzar esta parte del tratamiento.
¡°Se ped¨ªa al menos un 65%, y Telma no llegaba al 57%¡±, comenta su padre. ¡°As¨ª que pasamos el verano como pudimos, con Telma soplando matasuegras, inflando globos, soplando velas... Hasta que en septiembre por fin super¨® ese baremo y pudo dar el paso¡±. Cinco ciclos en los que estaba ingresada 10 d¨ªas, recibiendo permanentemente un l¨ªquido y monitorizada con un puls¨®metro y un tensi¨®metro, seguido de 20 d¨ªas en casa, tomando pastillas de ¨¢cido retinoico.
Desde entonces, las revisiones han venido cada tres meses, verificando en cada caso que la m¨¦dula estaba limpia y que no hay rastros de la enfermedad. Un plazo que, en marzo de 2019, se decidi¨® aumentar a seis meses, y se considera que est¨¢ en estado de remisi¨®n completa. ?C¨®mo es hoy la vida de la familia Cavall¨¦? ¡°Aqu¨ª estamos. Es cierto que nunca hemos cantado victoria; preferimos vivir el d¨ªa a d¨ªa, disfrutar de cada momento. Tras un a?o y medio de baja, yo he vuelto a trabajar, Telma ha vuelto al colegio, a sus clases de yoga, que le encanta, a nadar, a sus clases de ingl¨¦s... La vida ha vuelto a ser como antes, en un 90%, porque siempre queda una incertidumbre¡±, confiesa C¨¦sar. Tampoco, cuando mira atr¨¢s, puede dejar de mencionar la labor de fundaciones como Cris contra el c¨¢ncer o la Fundaci¨®n Aladina, el trabajo de los voluntarios o recordar a todos esos ni?os con los que convivieron y que no pudieron seguir adelante.
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