Luis Garicano, el ¡®papa negro¡¯ de Ciudadanos

La dimisi¨®n de Toni Rold¨¢n en las filas de Ciudadanos esta semana precipit¨® tanto la amonestaci¨®n de In¨¦s Arrimadas como la solidaridad de Luis Garicano (Valladolid, 1967), cabeza de lista del partido naranja en las recientes elecciones europeas y mecenas pol¨ªtico del diputado saliente. Le agradec¨ªa el compromiso y la honestidad, aunque el mensaje solidario tambi¨¦n defin¨ªa la adhesi¨®n de Garicano a las dudas que hab¨ªa expuesto Rold¨¢n sobre varios asuntos: el criterio de Cs en el veto al PSOE, la sumisi¨®n al PP y los pactos interpuestos con la ultraderecha de Vox.

Es el punto de colisi¨®n que ha alterado la convivencia de un partido bienhumorado, optimista. Y que ha convertido a Garicano, sin propon¨¦rselo, en un contrapoder de Albert Rivera, en un l¨ªder de la oposici¨®n interna a semejanza del papa negro de Ciudadanos. As¨ª se denomina informalmente a la m¨¢xima jerarqu¨ªa de la Compa?¨ªa de Jes¨²s, tanto por la oscuridad de la sotana como por el poder que ejerce en la sombra. Ya es casualidad que Garicano haya estudiado en los jesuitas de Valladolid. Y no lo es tanto que Rivera lo quiera cerca y lejos a la vez: Garicano forma parte de la ejecutiva del partido, pero su destino contempor¨¢neo consiste en el destierro de Estrasburgo y en la embajada de Bruselas.

Nadie mejor para desempe?ar la imagen exterior de Ciudadanos. Por su don de lenguas (espa?ol, ingl¨¦s, franc¨¦s, holand¨¦s¡­). Por su trayectoria cosmopolita. Por su adhesi¨®n a la cultura del m¨¦rito. Y por las profundas convicciones europe¨ªstas. Orgulloso de la espa?ol¨ªa ¡ªestuvo en la mani de Col¨®n¡ª, el patriotismo de Garicano se reconoce m¨¢s en el cielo y las estrellas de la bandera comunitaria.

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Se explica as¨ª la aversi¨®n a los nacionalismos, como se entiende el estupor que le ha producido el maridaje encubierto con Vox. La ultraderecha espa?ola, nost¨¢lgica del Estado-naci¨®n, sabotea el modelo comunitario tanto como ¡°supone un retroceso en derechos civiles y sociales¡±, se?alaba en una conversaci¨®n con EL PA?S el pasado 16 de mayo.

Tambi¨¦n nos contaba entonces su precocidad en el liberalismo. Ten¨ªa apenas 11 a?os cuando ayud¨® a su madre con los sellos y los sobres para buzonear la candidatura de Ruiz-Gim¨¦nez en la Federaci¨®n Democracia Cristiana. Y cumpli¨® 19 cuando se involucr¨® en la campa?a de Miquel Roca y Garrigues Walker ¡ªcero esca?os obtuvo el Partido Reformista Democr¨¢tico en los comicios de 1986¡ª, aunque la verdadera dedicaci¨®n profesional empez¨® en 2015. Fichaba Ciudadanos a un economista de sobresaliente reputaci¨®n acad¨¦mica ¡ªLondon School of Economics, Universidad de Chicago¡ª, generoso cat¨¢logo de publicaciones y evidente proyecci¨®n medi¨¢tica. Garicano representaba un revulsivo en t¨¦rminos de imagen y un recurso corpulento en t¨¦rminos de doctrina financiera. De hecho, es el responsable del ¨¢rea de econom¨ªa y empleo de Ciudadanos sobre los ra¨ªles del liberalismo progresista. Liberalismo porque Cs faculta la bajada de impuestos, el contrato ¨²nico, la flexibilidad. Y progresista porque el partido naranja defiende el aborto, el matrimonio homosexual, la legalizaci¨®n de la prostituci¨®n y la maternidad subrogada.

Dos hijos tiene Garicano de su primer matrimonio ¡ªPieter (17 a?os) y Marten (14)¡ª y le gusta viajar con ellos en coche, adem¨¢s de leer ensayo y novela, cocinar recetas de mesonero, pasear con su esposa por ciudades desconocidas, tomarse un mojito y perderse en excursiones de monta?a.

La bisagra conceptual de todo pol¨ªtico naranja explica que tambi¨¦n le guste¡­ la playa (Laredo). Y que le diviertan los partidos de la selecci¨®n espa?ola de f¨²tbol, aunque ha matizado mucho sus pasiones balomp¨¦dicas. Comparti¨® con su padre la del Valladolid ¡ªmuri¨® en un accidente de tr¨¢fico siendo Luis Garicano muy joven¡ª y evoca con ternura el juego de patio de colegio de Butrague?o. Ha vivido en Holanda, en EE UU, en el Reino Unido, en B¨¦lgica, en Luxemburgo, en Francia, de tal forma que su bagaje cosmopolita parece un ejercicio preparatorio al asiento de eurodiputado que ocupar¨¢ el 2 de julio. Mientras tanto, desempe?a la vicepresidencia de la Alianza de los Liberales y Dem¨®cratas de Europa (ALDE), cuyo peso progresivo en el Parlamento Europeo implica una alternativa al bipartidismo de populares y socialdem¨®cratas. All¨ª va a tener que razonar ante sus socios las contradicciones de Cs en la pol¨ªtica espa?ola. Tanto por los acuerdos municipales y auton¨®micos con Vox como por el rechazo a participar en una investidura de Pedro S¨¢nchez, aunque Garicano sorprend¨ªa esta misma semana proponiendo un acuerdo con el PSOE a cambio de una pol¨ªtica de consenso en la gesti¨®n de la crisis catalana.

Lo desautoriz¨® Rivera en nombre del ¡°no es no¡±, pero la jugada aperturista de Garicano es tambi¨¦n la demostraci¨®n de su inconformismo. Y la evidencia de una grieta que empez¨® a dilatarse con la dimisi¨®n de Toni Rold¨¢n y con la renuncia de Javier Nart a formar parte de la ejecutiva. Se ha roto el sortilegio del liderazgo de Rivera, aunque Luis Garicano no aspira al pontificado.