Kimi Raikkonen o c¨®mo ser un campe¨®n del mundo y no parecerlo en absoluto
"Me tomo las carreras como un reto. El resto, lo que rodea a este negocio, no me interesa en absoluto¡±, nos comenta el piloto, que esta temporada estrena equipo: Alfa Romeo
Dos d¨ªas antes de nuestro encuentro en el circuito de Montmel¨®, Kimi Raikkonen, el piloto m¨¢s veterano de la actual parrilla de F¨®rmula 1, terminaba en el puesto 14 del Gran Premio de Espa?a. Un paso atr¨¢s en una temporada que arranc¨® esperanzadora. Tras su segunda aventura en Ferrari, este finland¨¦s de 39 a?os ha recalado en Alfa Romeo ¡ªescuder¨ªa que tiene a la marca de gafas Carrera como uno de sus principales patrocinadores¡ª, consciente de que ante ¨¦l se encontraba un reto totalmente diferente.
La casa italiana vuelve este a?o a la gran competici¨®n. En la primera prueba del a?o, en Australia, Kimi logr¨® los primeros puntos para Alfa Romeo en 35 a?os. ¡°Venir fue mi decisi¨®n. Es un reto bonito. Estoy aqu¨ª para intentar mejorar cosas. Eso me gusta. Si no logro los resultados que quiero, pues nada, qu¨¦ se le va a hacer¡±, comenta el piloto en una sala del hospitality de Alfa Romeo en el Circuit de Catalunya, donde el equipo, como todos los dem¨¢s, se ha quedado unos d¨ªas a hacer tests antes de partir hacia el siguiente gran premio. ¡°Debemos seguir mejorando. La ¨²ltima carrera no ha sido buena, fuimos muy lentos. Estoy a¨²n tratando de saber qu¨¦ pas¨®. Pero si no lo averiguo, tampoco pasa nada¡±, informa. ¡°Vamos a intentar seguir mejorando y disfrutando¡±.
" Hay tonter¨ªas alrededor de?este negocio que me molestan, pero a estas alturas ya s¨¦ que no voy a poder eliminarlas, as¨ª que no me queda m¨¢s que convivir con ellas¡±
Hay algo desconcertante, y a la vez refrescante, en Kimi Raikkonen. En un universo, el deportivo, marcado por atletas obsesionados con la eficiencia, el sacrificio y los mensajes que parecen sacados de un libro de autoayuda o de uno de texto de primero de ESO, la forma tan relajada y casi determinista con la que el finland¨¦s vive su profesi¨®n es totalmente contracultural. Pero Kimi ha sido siempre as¨ª. Durante un gran premio lleg¨® a cortar la radio con su equipo porque estaba harto de que le dieran instrucciones. ¡°Dejadme en paz, yo s¨¦ lo que tengo que hacer¡±, se le oy¨® espetarles a los miembros de su escuder¨ªa. En otra ocasi¨®n, lleg¨® a afirmar que salir de fiesta le ayudaba a pilotar mejor. Y solo unos d¨ªas despu¨¦s de nuestro encuentro volver¨¢ a ser noticia por cancelar las celebraciones que se hab¨ªan preparado antes de su participaci¨®n en el Gran Premio de M¨®naco, el que iba a significar su carrera n¨²mero 300 en la F¨®rmula 1. ¡°No hay nada que celebrar. Adem¨¢s, no me gusta M¨®naco. No es un buen Gran Premio. Es terrible para los mec¨¢nicos¡±.
Kimi Raikkonen se ha presentado luciendo su mono de competici¨®n y durante un escaso segundo nos ha regalado una sonrisa. Se ha puesto las gafas Carrera. Y ya. A partir de ese momento, toda la comunicaci¨®n por su parte se ha reducido a denotar, de entre todo lo que se le iba comentando o demandando, qu¨¦ NO iba a hacer. ¡°Me tomo las carreras como un reto. El resto, lo que rodea a este negocio, no me interesa en absoluto¡±, espeta, confirmando lo que ya intu¨ªamos.
¡°Hay tonter¨ªas alrededor de esto que me molestan, pero a estas alturas ya s¨¦ que no voy a poder eliminarlas, as¨ª que no me queda m¨¢s que convivir con ellas¡±. Y tras cinco minutos sentado sin apenas mover el rictus, agita los brazos haciendo el ventilador y nos da un susto tremendo. Su jefe de prensa, sentado sobre una mesa en el otro extremo de la sala, ni se inmuta. Casi parece que pueda prever incluso cu¨¢ndo el hombre de hielo va a mostrar cierta humanidad. ¡°No queda m¨¢s remedio que aprender a lidiar con eso. Casi siempre se repite: los mismos compromisos y la misma gente. Ya me lo conozco. Si has tenido un buen d¨ªa, pues no molesta. Si no, te fastidia y no mejora para nada tu opini¨®n sobre las cosas que ya sab¨ªas que no te gustaban¡±.
"Debes ser feliz contigo mismo. Si alguien te dice cada d¨ªa lo que debes hacer, acabas odiando eso y a la persona tambi¨¦n. Creo que siempre he sido exigente conmigo mismo. Los dem¨¢s pueden decir lo que les d¨¦ la gana¡±
Raikkonen tiene la extra?a habilidad de resultar interesante cuando narra lo que menos le interesa. En cambio, cuando se le pregunta sobre algo que deber¨ªa recordar con inter¨¦s y cari?o, se hunde un poco m¨¢s en su silla y no resopla porque le debe dar pereza tama?o ejercicio de expresividad. Esto es exactamente lo que hace cuando le preguntamos sobre aquella ¨²ltima carrera de 2007 en Brasil, cuando se proclam¨® campe¨®n del mundo contra todo pron¨®stico.
La guerra entre Lewis Hamilton y Fernando Alonso en McLaren desemboc¨® en un final inesperado en el que el piloto con menos opciones de llevarse el t¨ªtulo termin¨® levant¨¢ndolo. ¡°La gente a¨²n me pregunta por esa carrera¡ y me gusta un poco. No s¨¦ qu¨¦ decirte. Fue muy raro. La situaci¨®n era extra?a. Sab¨ªamos que el coche era r¨¢pido en aquel momento final de la temporada. Deb¨ªamos ganar o, como poco, ser segundos. El resto ya no lo pod¨ªamos controlar. Durante la carrera pasaron muchas cosas, pero sali¨® bien. Casi nadie se lo cre¨ªa. Ni antes ni despu¨¦s. No s¨¦ si nos daban apenas un 20% de posibilidades de salir campeones. En ning¨²n momento del gran premio hablamos de eso. Cuando termin¨¦ la carrera a¨²n est¨¢bamos calculando si ¨¦ramos campeones o no. Una vez lo supimos, fue maravilloso. Acab¨® muy bien el a?o¡±, recuerda de forma mon¨®tona el piloto. Cualquiera podr¨ªa pensar que le da igual. Se lo comentamos. ¡°La gente que dice eso de m¨ª son los que se pasan el d¨ªa mirando el ordenador y analizando dios sabe qu¨¦¡±, dice con pausa.
Estamos a punto de re¨ªr, pero con Raikkonnen es un poco como con The office: nunca sabes si lo que est¨¢ pasando es humor o todo lo contrario. Nos callamos. ¡°Las cosas no funcionan as¨ª. Lo que vale para m¨ª no vale para otro, y viceversa. Si ahora veo un piloto que hace ciertas cosas y las quiero copiar, no va a salir bien, somos distintos. Debes ser feliz contigo mismo. Si alguien te dice cada d¨ªa lo que debes hacer, acabas odiando eso y a la persona tambi¨¦n. Creo que siempre he sido exigente conmigo mismo. Los dem¨¢s pueden decir lo que les d¨¦ la gana, pero esto yo lo s¨¦. Mira, yo no puedo juzgar si eres bueno o malo por esta charla. Las carreras son importantes, porque paso mucho tiempo dedicado a ellas, pero, afortunadamente, tengo otras cosas en mi vida¡±.
En 2009, Kimi dio por finiquitada su primera etapa en Ferrari. El finland¨¦s, que hab¨ªa aterrizado en la F¨®rmula 1 ocho a?os antes salt¨¢ndose casi todas las pantallas que debe pasar un piloto hasta llegar a la madre de todas las competiciones, anunciaba que la temporada siguiente iba a participar en el Mundial de Rallies. De la mano de Citro?n disput¨® dos temporadas en esa disciplina. ¡°El rally es muy complicado¡±, explica con una mezcla de excitaci¨®n y pereza, una receta de emociones que cre¨ªamos imposible antes de conocerle. ¡°Pero necesitaba probarlo. Por televisi¨®n parece f¨¢cil, luego resulta complicado. Aprendes mucho. No puedes poner toda tu atenci¨®n en la conducci¨®n, porque debes estar escuchando al copiloto. En la F¨®rmula 1 sabes d¨®nde est¨¢ cada curva. Si en una vuelta coges una un poco mal, en la siguiente la coges mejor. En el rally, si te equivocas con la frenada, es casi seguro que te des contra un ¨¢rbol¡±. Raikkonen tambi¨¦n ha probado el NASCAR. Y tambi¨¦n le gust¨®. ¡°Espero volver alg¨²n d¨ªa. Es muy excitante. Hay coches por todas partes. Es solo un fin de semana de trabajo y hay fiestas. No s¨¦, me gusta. Fue una pena que mi equipo tuviera problemas y no pagara, porque me hubiera quedado m¨¢s tiempo¡±.
D¨ªas despu¨¦s de nuestro encuentro, Kimi termina en la posici¨®n 17 en el Gran Premio de M¨®naco. Ya advirti¨® que no le gustaba. Pero en las pruebas siguientes se ha recuperado, hasta firmar una buen¨ªsima s¨¦ptima plaza en el Gran Premio de Francia. Ah¨ª, en los albores de la carrera hizo una de las cosas que m¨¢s placer deben darle en el mundo: adelantar a un McLaren. En esta ocasi¨®n, el del debutante London Norris. Al d¨ªa siguiente, Kimi participaba en un homenaje a Jackie Stewart y colgaba en su Instagram una foto del evento sentado en una silla baja, casi en cuclillas, luciendo una gorra como las que siempre se pon¨ªa el m¨ªtico piloto brit¨¢nico. Norris comentaba en su post: ¡°Pensaba que conduc¨ªas un coche peque?o¡±. ¡°Eso mismo pens¨¦ de ti ayer¡±, le respond¨ªa el finland¨¦s.
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