Para Juan Avellaneda, el bolso es la joya unisex definitiva

?Qu¨¦ convierte a un bolso en unisex? Para el dise?ador Juan Avellaneda, la propia naturaleza de este accesorio excluye toda exclusi¨®n, valga la redundancia. ¡°Las prendas no tienen sexo¡±, explica ahora a prop¨®sito de su nuevo proyecto, una colecci¨®n c¨¢psula de bolsos para la firma de lujo Bvlgari. Asegura que como punto de partida ha elegido precisamente el que ¨¦l mismo utiliza de vez en cuando, el modelo Serpenti Forever. ¡°Siempre ha sido mi favorito. Yo suelo emplearlo en color negro, as¨ª que decid¨ª aportar mi propia versi¨®n¡±. Una versi¨®n que, asegura, complementa al dise?o original, pero no lo contradice. ¡°Me parece importante mantener las se?as de identidad de Bvlgari, porque hay que respetar la visi¨®n que la gente tiene de una marca¡±, apunta. ¡°Esos dise?adores que se lo cargan todo suelen hacerlo por un exceso de ego¡±.

La visi¨®n de Avellaneda, respetuosa e innovadora al mismo tiempo, incluye dos variaciones crom¨¢ticas. Una de ellas es en negro, bronce y marfil, ¡°tonos atemporales¡±, explica. La otra, en beis y rojo, su color fetiche. Sin embargo, en ambos modelos la sorpresa llega en el instante de abrirlos, cuando se revela el interior del bolso, con piel estampada con un motivo de chinoiseries que los fieles de Avellaneda reconocer¨¢n, pero en el que el barcelon¨¦s ha incorporado algunos de los emblemas de la firma romana. ¡°En este motivo las joyas de Bvlgari, las flores y las serpientes se transforman en diamantes, y todo se reformula al pasar por el filtro del universo de la casa¡±, afirma.

Los detalles no acaban ah¨ª. El motivo tridimensional grabado en el exterior del bolso se inspira en la estrella de ocho puntas de la boutique romana de Bvlgari, y los borlones chinos, en rojo o amarillo, que rematan ambos modelos son otra se?a de identidad del barcelon¨¦s, que ha acudido en numerosas ocasiones al universo visual asi¨¢tico. El car¨¢cter unisex, por ¨²ltimo, reside en sus posibilidades de uso: su cadena y correa de cuero adaptable a dos alturas permite llevarlo colgado al hombro, cruzado o como cartera. Al final, la clave de un buen dise?o no es tanto que se defina como unisex, sino que cada usuario pueda adaptarlo a su estilo. En este caso, las posibilidades no escasean.