Los motivos por los que los j¨®venes de Ben¨ªn alzan la voz
Diversos colectivos del pa¨ªs africano se re¨²nen por primera vez para luchar por la defensa de los derechos humanos y hacer o¨ªr sus reivindicaciones
¡°Hay que dejar claro que uno de los principales problemas que afrontamos los j¨®venes en Ben¨ªn es la falta de empleo. Nos esforzamos durante a?os en formarnos. Es un gran sacrificio econ¨®mico para nosotros y para nuestras familias y al final no encontramos un empleo digno. Si optamos por emprender y montar nuestro propio negocio, se nos niega la financiaci¨®n. Adem¨¢s, no se nos escucha, no hay plataformas donde hacer o¨ªr nuestra voz¡±, explica Arouna Karim Kpera, presidente de AJEG una organizaci¨®n de j¨®venes que agrupa y ayuda a aquellos que no encuentran trabajo al finalizar la universidad.
Es uno de los muchos grupos creados en el norte de Ben¨ªn para canalizar la voz de los j¨®venes, las mujeres o los campesinos, entre otros colectivos. 30 de ellos se reunieron el pasado mes de febrero por primera vez en su historia en la ciudad de Nikki, en el norte del pa¨ªs, para compartir inquietudes y buscar l¨ªneas de trabajo en com¨²n con las que reivindicar sus derechos y crear una plataforma que permita canalizar sus demandas hasta las personas que toman las decisiones en el pa¨ªs. Un encuentro auspiciado y facilitado por la Fundaci¨®n Salvador Soler y la ONG OAN International.
¡°La situaci¨®n de los derechos humanos en este pa¨ªs es para re¨ªrse¡±, y de hecho Zouliatou Alidou Issaka suelta un par de carcajadas sonoras antes de continuar con su discurso. Ella pertenece a Groupement des Femmes, una asociaci¨®n de mujeres j¨®venes. ¡°En Ben¨ªn no tenemos eso. Son los que est¨¢n en el poder, los pol¨ªticos, los que escriben manuales sobre eso. Pero nosotros no tenemos ning¨²n derecho, los derechos humanos no existen para los pobres. Somos los peque?os y, a pesar de eso, intentamos salir adelante¡±.
¡°En Ben¨ªn las mujeres sufrimos mucho por la falta de medios¡±, contin¨²a Issaka. ¡°Los maridos no nos dan los medios para levantarnos, para llevar a los ni?os al colegio. Los padres no son capaces ni de dar el desayuno o la comida a sus hijos. Cada vez que el ni?o necesita algo, como una fotocopia para el colegio, somos nosotras las que nos ocupamos de ello¡±. Por eso desde Groupement des Femmes organizan actividades y promueven peque?os negocios para que ¡°las mujeres podamos salir adelante y nos empoderemos. Queremos que se nos escuche y se nos haga caso¡±.
Nosotros no tenemos ning¨²n derecho, los derechos humanos no existen para los pobres. Somos los peque?os y, a pesar de eso, intentamos salir adelante
¡°El desempleo juvenil es muy alto en Ben¨ªn¡±, insiste Zoulkarna?ne Yinde, de la ONG Jedes Besen Sia. ¡°El gobierno nos empuja a ser emprendedores, pero no pone los medios para que tengamos acceso a la financiaci¨®n. Tienes que tener tu propio dinero para emprender. ?Qui¨¦n puede permitirse eso? Los de siempre. Tenemos formaci¨®n, pero no tenemos los medios para ponerla en pr¨¢ctica¡±.
En Ben¨ªn, el 70% de los j¨®venes entre 15 y 35 a?os solo encuentran trabajo en el sector informal, como apunta el PNUD. Son personas con trabajos muy precarios. Estos datos dar¨ªan a entender que en el pa¨ªs africano el problema del subempleo es m¨¢s fuerte que el del desempleo, que alcanza al 30% de ese grupo de edad. Los trabajos del llamado sector informal facilitan solo la supervivencia diaria de las personas que los desempe?an y, pr¨¢cticamente, no permiten el ascenso social, y relega a estos trabajadores a la pobreza de por vida.
La situaci¨®n de las mujeres, sobre todo de las que no tienen estudios o solo han cursado estudios primarios, es todav¨ªa peor. Hay grandes diferencias en la alfabetizaci¨®n de la poblaci¨®n: el 45,1% de los varones entre 15 y 24 a?os son analfabetos, mientras que entre las mujeres de la misma edad el porcentaje se eleva al 69,2%, seg¨²n UNICEF. Adem¨¢s, el acceso a la educaci¨®n es m¨¢s dif¨ªcil y deficitario en las zonas rurales. Igualmente, la mayor¨ªa de los servicios se concentran en las ¨¢reas urbanas mientras que los pueblos y aldeas se ven privados de hasta los m¨¢s b¨¢sicos. De ah¨ª que la totalidad de las organizaciones reunidas en Nikki enfaticen ¡°la necesidad de promover, como primera medida, el acceso a la educaci¨®n de todos sin distinci¨®n¡±.
Ante la falta de oportunidades, a los j¨®venes de las zonas rurales no les queda otro remedio que migrar hacia las grandes ciudades del pa¨ªs en busca de un trabajo que tampoco encuentran all¨ª. De hecho, la poblaci¨®n rural en Ben¨ªn ha descendido del 91% que representaba en 1960 al 53% en 2017, afirma el Banco Mundial. Es por eso por lo que muchos de estos grupos piden, tambi¨¦n, coordinar actividades e iniciativas para frenar el ¨¦xodo rural. Una de las propuestas que se present¨® contempla la formaci¨®n de los j¨®venes agricultores para que opten por la agricultura bio.¡°Cavamos nuestra tumba con nuestros dientes¡±, afirma Kpera. ¡°No sabemos lo que comemos. En el campo utilizamos todo tipo de productos t¨®xicos que nos imponen las multinacionales. Hay que buscar una alternativa a todo eso que promocione una agricultura de calidad y saludable¡±. Su ONG ha comenzado a formar en los pueblos grupos de j¨®venes que optan por huertas bio. El siguiente paso ser¨¢ la creaci¨®n de un centro para la comercializaci¨®n de estos productos y un restaurante para su degustaci¨®n.
En las ¨¢reas rurales del norte de Ben¨ªn, la mayor¨ªa de estas organizaciones ven el regreso a la agricultura como una tabla de salvaci¨®n para muchos j¨®venes y piden m¨¢s medios para el campo, como su mecanizaci¨®n, l¨ªneas de financiaci¨®n y mejores condiciones de vida para las personas que optan por esta actividad. Igualmente, muestran su preocupaci¨®n por la deforestaci¨®n y, por eso dise?an proyectos destinados a frenar este fen¨®meno, como la formaci¨®n de j¨®venes en la protecci¨®n y explotaci¨®n de ¨¢rboles end¨¦micos de la zona. Entre estos destaca el karit¨¦ (Vitellaria paradoxa) y el ner¨¦ (Parkia biglobosa).
Los maridos no nos dan los medios para levantarnos, para llevar a los ni?os al colegio. Los padres no son capaces ni de dar el desayuno o la comida a sus hijos
De la explotaci¨®n del primero viven unas 200.000 mujeres en Ben¨ªn, seg¨²n el Ministerio de Agricultura, Ganader¨ªa y Pesca benin¨¦s. Pero es un sector que puede generar mayores ingresos si se desarrolla a fondo. El segundo est¨¢ m¨¢s amenazado. Tradicionalmente, sus frutos serv¨ªan para condimentar los alimentos. Desde la introducci¨®n de los cubos de caldo su uso pr¨¢cticamente ha desaparecido y por eso se corta. ¡°Queremos promocionar el uso del ner¨¦ que es mucho m¨¢s sano que los compuestos industriales que ahora se usan y que tienen mucha sal y otros elementos que desconocemos. Podr¨ªa ser una importante fuente de trabajo para muchos j¨®venes, al mismo tiempo, permitir¨ªa conservar una especie en peligro de extinci¨®n, frenar el cambio clim¨¢tico y, adem¨¢s, ayudar¨ªa a mejorar la salud de la poblaci¨®n¡±, explica Goounou Bashirou Sariki Imorow de la ONG Ajeced.
Otra de las grandes preocupaciones de los j¨®venes reunidos en el Foro de Nikki es el de la degradaci¨®n del medioambiente y la gesti¨®n de los residuos. ¡°Las bolsas de pl¨¢stico est¨¢n por todas partes y la administraci¨®n no hace nada para cambiar la situaci¨®n. No hay concienciaci¨®n, no hay servicio de recogida de basuras¡ ?Qu¨¦ hacen los pol¨ªticos con nuestros impuestos?¡±, se pregunta Imorow. De hecho, antes de comenzar las sesiones del encuentro, la mayor¨ªa de las organizaciones participaron en un ejercicio de limpieza en la zona del mercado de la ciudad. Los sacos con la basura recogida fueron, luego, depositados delante de las puertas del Ayuntamiento de la ciudad para denunciar la inacci¨®n de las autoridades locales.
Una reivindicaci¨®n no exenta de riesgos ya que todos los grupos insisten en que en los ¨²ltimos a?os la libertad de expresi¨®n en Ben¨ªn se ha visto reducida. ¡°La cr¨ªtica a la gesti¨®n administrativa no est¨¢ permitida. Existen prisioneros pol¨ªticos en el pa¨ªs, aunque nadie hable de ellos. Son personas que han criticado al Gobierno o a los ayuntamientos¡±, explica Imorow. ¡°En cuanto a la libertad de expresi¨®n todav¨ªa queda mucho por hacer porque personas que han dicho la verdad est¨¢n en prisi¨®n¡±, a?ade Kpera. El ¨²ltimo informe de Reporteros Sin Fronteras avala estos datos y pone de manifiesto que en los ¨²ltimos a?os ha habido un continuo retroceso de la libertad de expresi¨®n y de prensa en el pa¨ªs.
Esta situaci¨®n no parece amedrentar a los j¨®venes. Estos han creado una red de asociaciones civiles de la zona de Nikki que trabaja por la buena gobernanza y la transparencia. ¡°Como ciudadanos vigilamos a la administraci¨®n en temas como el de las infraestructuras o la rendici¨®n de cuentas y la transparencia. Los pol¨ªticos tienen que rendir cuentas al pueblo. Igualmente trabajamos en la educaci¨®n de los comportamientos de la poblaci¨®n¡±, afirma Yinde.
El primer Foro de Nikki ha sido valorado por todos los participantes como una experiencia muy positiva, un medio para empezar a unir fuerzas y visiones y ¡°trabajar todos juntos por la defensa de los derechos de los hombres y mujeres de Ben¨ªn, especialmente de los j¨®venes. Esta es una buena plataforma para que nuestra voz y nuestras reivindicaciones sean o¨ªdas. Solo as¨ª, unidos y sin miedo, conseguiremos un pa¨ªs mejor para todos¡±, afirma Kpera.
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