La gran renuncia de los ni?os migrantes
Miles de menores de edad latinoamericanos forman parte de las caravanas de inmigrantes. El entorno inseguro y poco estimulante afecta su desarrollo y limita las oportunidades de su futuro
Demonizadas por unos, alentadas por otros, las caravanas de migrantes surcan los caminos de Am¨¦rica Latina con las huellas de aquellos que huyen de la violencia, de la escasez de oportunidades o de la falta de suministros. Hoy, esta parte del mundo es escenario de una de las m¨¢s grandes crisis de refugiados que el hemisferio haya conocido en la ¨¦poca moderna. No como consecuencia de una guerra, sino de desastres socioecon¨®micos de magnitudes sin precedentes que han llevado a que la contribuci¨®n de esta regi¨®n a la poblaci¨®n mundial de refugiados no haya dejado de aumentar.
Aunque Colombia, con 7,7 millones de desplazados internos registrados en septiembre de 2018, sigue siendo el pa¨ªs con la mayor poblaci¨®n en esta situaci¨®n, la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados (Acnur) ha anunciado que el n¨²mero de refugiados y migrantes de Venezuela alcanza ya los cuatro millones. En abril de 2019, alrededor de 62,000 nicarag¨¹enses hab¨ªan salido del pa¨ªs, 29.500 hab¨ªan solicitado asilo formalmente en Costa Rica y otros 26.000 estaban a la espera de hacerlo. Asimismo, y aunque no existe un censo formal, se estima que m¨¢s de 30.000 inmigrantes centroamericanos han cruzado la frontera entre Guatemala y M¨¦xico.
Hombres, mujeres y tambi¨¦n muchos ni?os. La organizaci¨®n Save the Children ha se?alado que uno de cada cuatro miembros de las caravanas de migrantes centroamericanas son menores, y estad¨ªsticas oficiales del Gobierno mexicano revelan que m¨¢s de 30.000 ni?os y adolescentes de Honduras, Guatemala y El Salvador estuvieron en centros de detenci¨®n en 2018. Muchos ni?os desplazados viajan solos en busca de refugio. De acuerdo con Unicef, en los apenas ocho meses comprendidos entre octubre de 2017 y junio de 2018, 37.450 menores no acompa?ados fueron interceptados en la frontera suroeste de Estados Unidos provenientes del Tri¨¢ngulo Norte. Y Acnur denuncia que otros 240.000 fueron identificados en Estados Unidos y M¨¦xico en los ¨²ltimos cinco a?os.
Al verse obligados a abandonar sus hogares, estos ni?os renuncian tambi¨¦n a sus escuelas, sus hospitales, sus amigos y sus comunidades. Se ven de pronto alojados en campamentos improvisados o en centros de acogida, inmersos en condiciones de hacinamiento, saneamiento y salubridad deficientes y sin acceso a servicios m¨¦dicos, educaci¨®n o materiales de juego. En muchas ocasiones, pierden de alguna manera a sus cuidadores ya sea porque viajan solos o porque los adultos de su entorno, expuestos de igual manera a la crudeza de su situaci¨®n, sufren ansiedad, depresi¨®n o estr¨¦s postraum¨¢tico.
Es necesario poner en marcha proyectos e iniciativas que busquen la protecci¨®n especial e integral de los ni?os
Estos ni?os, carentes de un entorno seguro, receptivo y estimulante, pueden ver afectado su desarrollo cognitivo y socioemocional y el dise?o de su arquitectura cerebral de una forma irreversible, especialmente los m¨¢s peque?os. Est¨¢ demostrado que los primeros a?os en la vida de un ser humano son fundamentales para el establecimiento de conexiones neuronales en su cerebro, que son los cimientos sobre los que se construye el bienestar f¨ªsico y emocional de los adultos del futuro y los que definen su aptitud para el aprendizaje, su desempe?o escolar y profesional o su capacidad de adaptaci¨®n a entornos cambiantes.
Por ello es necesario poner en marcha proyectos e iniciativas que busquen la protecci¨®n especial e integral de los ni?os, con espacios seguros para la infancia, con el fin de que los peque?os recuperen una cierta normalidad dentro del caos en el que est¨¢n inmersos. De esta forma, cuando sean adultos, su integraci¨®n ser¨¢ un elemento importante para que puedan aportar al desarrollo de las econom¨ªas locales. Sin embargo, no se est¨¢ haciendo as¨ª. La ayuda humanitaria en situaciones de emergencia no prioriza la primera infancia y designa ¨²nicamente un 1,9% de sus recursos globales a educaci¨®n y, de estos, ¨²nicamente una peque?a proporci¨®n al desarrollo infantil.
El International Rescue Comittee, una organizaci¨®n no gubernamental que trabaja para los afectados por conflictos armados y desastres naturales, hizo recientemente un llamamiento al sistema humanitario para atender las necesidades de los millones de ni?os que viven en situaciones de crisis y conflicto. Reclamaba que el desarrollo en la primera infancia fuera reconocido como una prioridad vital en cada acci¨®n de ayuda humanitaria; ped¨ªa a las organizaciones humanitarias que generaran y compartieran informaci¨®n sobre lo que realmente funcionaba y cu¨¢les eran los programas m¨¢s efectivos en relaci¨®n con su coste. Finalmente, alentaba a que las organizaciones filantr¨®picas invirtieran en el desarrollo en la primera infancia, para asegurar que reciba la atenci¨®n y el apoyo necesarios.
Esta ONG, en colaboraci¨®n con Barrio S¨¦samo, est¨¢ desarrollando una estrategia de intervenciones para mejorar las condiciones de vida de los ni?os v¨ªctimas del conflicto sirio en los campamentos de refugiados. Tambi¨¦n est¨¢n ayudando a los padres a crear un entorno que ayude a mitigar el estr¨¦s de su situaci¨®n y favorezca el desarrollo infantil. La estrategia incluye tres componentes: una versi¨®n local de estos personajes infantiles, centros de cuidado infantil y el acompa?amiento a familias a trav¨¦s de visitas domiciliarias y sesiones grupales basadas en el modelo de Reach up and Learn, una iniciativa que naci¨® en Jamaica y que promueve el desarrollo a trav¨¦s del juego, trabajando directamente con el ni?o y su adulto cuidador.
La ayuda humanitaria en situaciones de emergencia no prioriza la primera infancia
En Am¨¦rica Latina y el Caribe se han puesto en marcha diversas adaptaciones de este programa a mayor o menor escala. Las de Per¨², Jamaica y Colombia son las m¨¢s conocidas y han demostrado tener impactos positivos en el desarrollo cognitivo y de lenguaje de los ni?os beneficiarios. Dise?ar iniciativas similares que incorporen elementos espec¨ªficos para las actuales crisis de refugiados latinoamericanas podr¨ªa ayudar a los migrantes a lidiar con la ansiedad, la depresi¨®n y el estr¨¦s postraum¨¢tico, y permitir¨ªa construir un entorno m¨¢s estimulante y receptivo para ellos.
La situaci¨®n alarmante que viven los migrantes de Am¨¦rica Central y del Sur requiere medidas de acci¨®n urgentes. Es necesario buscar iniciativas que involucren a todos los sectores para hacer frente a esta realidad que ata?e a miles de ni?os latinoamericanos. Los problemas del presente no deben afectar los mejores a?os de su desarrollo para que sus peque?os pasos los lleven, verdaderamente, hacia un futuro esperanzador.
Marta Rubio Codina es especialista en la divisi¨®n de Salud y Protecci¨®n Social del Banco Interamericano de Desarrollo.
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