La ¡®izquierda Viriato¡¯
Por un lado aumentan los derechos civiles y por el otro se reducen los derechos sociales
Las izquierdas espa?olas andan sumidas en debates paralelos: c¨®mo poder gobernar y con qu¨¦ principios y procedimientos hacerlo. El primer debate, que trata de lograr la investidura del secretario general socialista para la presidencia del Gobierno y encontrar el tipo de Gobierno m¨¢s estable para avanzar en las reformas que son precisas a lo largo de cuatro a?os de legislatura, est¨¢ a la vista de todos; se podr¨ªa decir que las conversaciones entre el PSOE y Podemos se han retransmitido en directo. El segundo debate, por el contrario, est¨¢ siendo un debate en off que hasta ahora se desarrolla solo en las sentinas de algunos medios digitales sin que hayan participado apenas en el mismo los medios de comunicaci¨®n tradicionales (televisi¨®n, radio y prensa en papel). Gr¨¢ficamente consiste en si el s¨ªmbolo de la izquierda sigue siendo la lucha de clases (la hoz y el martillo) o es ya la bandera arco¨ªris (la cuesti¨®n de g¨¦nero, el ecologismo y otras batallas transversales). Se trata de un flujo todav¨ªa subterr¨¢neo que saldr¨¢ ineludiblemente a la superficie.
Han pasado casi cien d¨ªas de las elecciones generales y de aquellas ilusiones que se coreaban en Ferraz, sede de los socialistas triunfadores en las urnas (¡°S¨ª se puede¡±, ¡°Con Ciudadanos no¡±), no queda ni el recuerdo. Mucho menos la posibilidad de copiar los procedimientos establecidos en algunos pa¨ªses europeos (22 de los 28 disponen de Gobiernos de coalici¨®n), como por ejemplo, en Alemania: el pacto entre democristianos y socialdem¨®cratas para mantener a Merkel en el poder, que daba seis ministros socialdem¨®cratas (tres mujeres y tres hombres que ocupar¨ªan, entre otros, los departamentos centrales de Finanzas y Asuntos Exteriores) en un gabinete mayoritariamente democristiano, m¨¢s un programa minucioso con la memoria econ¨®mica de lo que costaba cada medida, y la aprobaci¨®n por refer¨¦ndum de las bases socialdem¨®cratas tras 110 d¨ªas de arduas negociaciones.
El debate en off es tanto m¨¢s interesante tanto por el contenedor del mismo como por su contenido. Se activa inicialmente alrededor de una entrevista que el periodista de Elconfidencial.com Esteban Hern¨¢ndez hace a Diego Fusaro, un pol¨¦mico intelectual italiano de quien se dice que ocupa al tiempo posiciones ideol¨®gicas marxistas y conservadoras, cercanas a las del vicepresidente Salvini. La entrevista tiene fuerte repercusi¨®n en algunos de esos medios digitales y en las redes sociales. En ella, Fusaro (calificado por muchos como ¡°rojipardo¡±) afirma que, en estos tiempos, con una mano se multiplican los derechos civiles pero con la otra se reducen los derechos sociales.
Estas tesis conectan con las del libro La trampa de la diversidad (Akal), del escritor Daniel Bernab¨¦, que ha vendido varias ediciones sin haber recibido apenas atenci¨®n de los prescriptores del sistema. La trampa de la diversidad no consistir¨ªa en negar la importancia de la diversidad, del feminismo o el ecologismo sino en borrar del mapa cualquier asunto material. As¨ª, se ha ganado en derechos de la mujer o del colectivo LGTBI y hay una conciencia exponencial sobre la emergencia clim¨¢tica, pero al tiempo el nivel de vida de las clases medias y de los trabajadores lleva d¨¦cadas disminuyendo, hay mayores dificultades para encontrar trabajo o mantenerlo, los salarios se han bifurcado con pocos empleos muy bien retribuidos y muchos muy mal pagados y de estabilidad dudosa. No se puede abandonar a la izquierda sindical. La trampa de la diversidad consiste en negar la importancia de cualquier asunto material o dejarlo en segundo t¨¦rmino. El titular de la entrevista de Fusaro era provocador: ¡°Muchos tontos de izquierda combaten un fascismo inexistente y aceptan el mercado¡±.
Uno de los art¨ªculos que respondieron al de Hern¨¢ndez fue el de Xandru Fern¨¢ndez en ctxt.com, titulado T¨¢cticas y delirios de la izquierda Viriato (de quien tom¨® el concepto que establece una analog¨ªa con aquel l¨ªder lusitano que hizo frente a la expansi¨®n de Roma). La pol¨¦mica no ha hecho m¨¢s que abrirse: el conjunto de lo ecol¨®gico, la cuesti¨®n de g¨¦nero y lo social pueden crear un bloque superior a las partes, de dimensi¨®n ganadora, pero tambi¨¦n hay que poner m¨²sica a la letra de las condiciones materiales.
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