Melisa G¨®mez, nutricionista: ¡°Olvid¨¦monos de las galletas y el batido para merendar¡±
La dietista y nutricionista asegura que nos falta sencillez en lo que comemos, y en lo que ofrecemos a los ni?os, lo que se traduce en patrones m¨¢s insanos de alimentaci¨®n
La alimentaci¨®n, la propia y la de nuestra familia, nos preocupa o nos impone. O nos genera indiferencia. O nos parece estupenda, aunque sepamos ¨Cen el fondo¨C que es bastante mejorable. No hay dos sentires iguales como tampoco hay dos circunstancias id¨¦nticas. Porque en nuestra alimentaci¨®n, y en la de nuestros hijos, influyen tantos condicionantes que es dif¨ªcil encontrar una vivencia similar. Influye nuestra historia vital, nuestro entorno, nuestras costumbres, nuestra educaci¨®n, nuestra capacidad de autocr¨ªtica, nuestras preferencias, pero tambi¨¦n influye la publicidad, la mitolog¨ªa popular, la infoxicaci¨®n. Y en medio de todo esto, los mensajes divulgativos que no acaban de encontrar c¨®mo llegar y la ausencia de un plan de salud p¨²blica que se tome en serio lo que comemos.
Dice Melisa G¨®mez, dietista-nutricionista y coautora junto al cocinero Juan Llorca de Sin dientes y a bocados y En boca de todos, que adem¨¢s nos falta sencillez en lo que comemos. No se refiere a lo f¨¢cil que lo tenemos hoy para adquirir productos insanos ¡°de abrir y comer¡±, sino a lo mucho que nos agobiamos a la hora de cocinar platos saludables ¨Cpensando que son tediosos y complicados¨C o lo que nos obcecamos en determinados patrones de desayunos y meriendas. ?Por qu¨¦ no tomar solo fruta para merendar? ?Por qu¨¦ siempre le a?adimos a esa fruta de la merienda un bocadillo, o bollos, o galletas? ?Hay vida m¨¢s all¨¢ del desayuno emocional que hemos construido en las ¨²ltimas d¨¦cadas? ?Por d¨®nde se empieza a cambiar h¨¢bitos en un entorno ultraprocesado? Una madeja de preguntas en la que hurgar hasta encontrar la punta del hilo que la desl¨ªe.
PREGUNTA: En boca de todos resuelve dudas de la alimentaci¨®n de los ni?os peque?os, pero en realidad puede ser una gu¨ªa para toda la familia. ?Hasta qu¨¦ punto influye la alimentaci¨®n que llevamos los adultos en la alimentaci¨®n de los peque?os?
RESPUESTA: Influye hasta el punto de que puede resultar determinante. Si los adultos se alimentan a base de precocinados y ultraprocesados (pizzas listas para hornear, salchichas, galletas¡), los ni?os no solo conocer¨¢n estos productos desde edades tempranas, sino que tambi¨¦n los consumir¨¢n con frecuencia; desplazando as¨ª la ingesta de alimentos frescos. La responsabilidad aqu¨ª es de los adultos, que son los que realizan tanto la compra como la preparaci¨®n de los alimentos, por lo que resulta imprescindible que se pongan a su alcance recursos que sirvan de apoyo y faciliten la construcci¨®n de buenos h¨¢bitos alimentarios desde la primera infancia.
P: En realidad, ?c¨®mo deber¨ªa y como no deber¨ªa ser una alimentaci¨®n saludable?
R: A modo de resumen, la pir¨¢mide belga de la alimentaci¨®n y h¨¢bitos saludables engloba bastante bien lo que hoy por hoy se considera una alimentaci¨®n saludable: muchas frutas y verduras (lo grupos que m¨¢s deber¨ªamos consumir a diario), seguidas de legumbres y cereales integrales, frutos secos y aceite de oliva virgen extra. Despu¨¦s, ir¨ªan los l¨¢cteos, huevos y carnes blancas (pescados, aves); y, por ¨²ltimo, la mantequilla y las carnes rojas.
Con el mensaje de ¡°cuanto menos, mejor¡± se situar¨ªan las golosinas y bebidas azucaradas, carnes procesadas (embutidos), fast foods; entendiendo que estos productos no deber¨ªan formar parte de nuestra alimentaci¨®n diaria, aunque en ocasiones puedan consumirse. Es justo aqu¨ª donde radica muchas veces la dificultad: en la gran oferta que existe hoy de todos estos productos y en lo dif¨ªcil que puede resultar para muchas familias consumirlos espor¨¢dicamente.
P: ?Necesita nuestra alimentaci¨®n, infantil y adulta, una aut¨¦ntica revoluci¨®n?
R: Las estad¨ªsticas, y lo que nos encontramos a diario en consultas y en redes, parecen confirmar esta idea. Hay que recordar que Espa?a se encuentra entre los pa¨ªses europeos con mayores tasas de obesidad infantil, por lo que parece que a¨²n nos queda mucho trabajo por delante.
P: ?Por d¨®nde se empieza una revoluci¨®n as¨ª?
R: Podr¨ªamos empezar de forma cronol¨®gica cuidando la alimentaci¨®n de la mujer embarazada y ayudando a la familia a comprender la importancia que tendr¨¢ realizar mejores elecciones desde esta etapa. Es importante la promoci¨®n de la lactancia materna y la incorporaci¨®n de una alimentaci¨®n complementaria en la que se ofrezcan alimentos en lugar de productos azucarados. Tambi¨¦n se debe exigir unos men¨²s escolares acordes a las necesidades nutricionales de los ni?os. Y, por supuesto es imprescindible reducir el consumo de ultraprocesados en poblaci¨®n infantil para ir rescatando espacios en los que se puedan ofrecer frutas o vegetales.
P: ?Y c¨®mo se traslada todo esto a casa?
R: Pueden ponerse muchas estrategias en marcha, desde no ofrecer productos azucarados a beb¨¦s para no alterar su percepci¨®n de los sabores, hasta realizar una compra informada y no llevar a casa ultraprocesados (¡°m¨¢s mercado, menos supermercado¡±). Tambi¨¦n es interesante involucrar a los ni?os en la cocina desde peque?os, no ofrecer productos superfluos y tener siempre a mano fruteros repletos y fruta cortada en la nevera.
P: En el libro adem¨¢s de informaci¨®n y de responder a muchas preguntas que pueden surgir en torno a la alimentaci¨®n, recopil¨¢is 60 recetas saludables muy sencillas y alg¨²n ejemplo de men¨² semanal. ?Nos faltan ideas e imaginaci¨®n?
R: Eso nos suelen comentar muchas familias. Aunque no dudo de que en algunas etapas de la vida esto sea cierto, pienso con frecuencia que no sabemos disfrutar ya de la sencillez. Sencillez no solo a la hora de cocinar platos saludables sino a la hora de tomar una pieza de fruta ¨Co las que sean¨C para merendar sin que surja la necesidad de ofrecer algo m¨¢s. Un yogur, unas barritas, un batido, unas galletas, un bocadillo y muchas m¨¢s opciones que se buscan como respuesta a la idea de que ¡°solo¡± la fruta no es suficiente cuando, en realidad, desde el punto de vista nutricional, lo es perfectamente.
P: Leche con cacao y galletas es el abec¨¦ de las meriendas y los desayunos espa?oles. ?Cu¨¢nto pesa lo emocional, la publicidad y el ¡°siempre se ha hecho as¨ª¡± en nuestra alimentaci¨®n?
R: Much¨ªsimo. Es ese momento de ¡°felicidad¡± que el adulto asocia a cuando se tomaba su leche con cacao, y que busca repetir con sus hijos, pero tambi¨¦n es la publicidad que le reafirma que est¨¢ haciendo lo correcto. Y luego est¨¢ la resistencia a cambiar una pr¨¢ctica que resulta c¨®moda por conocida y en la que muchas veces no se ve m¨¢s all¨¢ que una de las aristas: el az¨²car; quedando oculta la alteraci¨®n que estos productos producen en los sabores o el desplazamiento que se produce de otros alimentos m¨¢s interesantes desde el punto de vista nutricional.
P: ?Cu¨¢les dir¨ªas que son las peores comidas que hacen ni?os a lo largo del d¨ªa?
R: Hay muchos casos distintos y no es justo generalizar, pero los desayunos y las meriendas son dos tiempos de comidas en los que podr¨ªamos hacer grandes mejoras.
P: Tengo la informaci¨®n, tengo los h¨¢bitos saludables, doy ejemplo y en mi casa he levantado una trinchera de alimentaci¨®n saludable. Pero mis hijos se quedan a comer en el comedor del cole, meriendan con sus amigos en el parque y van a cumplea?os de ¡°manual¡±. ?C¨®mo equilibrar mensajes tan contradictorios en tantas y tantas ocasiones?
R: Es una de las cosas m¨¢s dif¨ªciles, y uno de los mayores retos de nuestros tiempos. De alguna forma se puede encontrar cierto balance a la vez que se sigue trabajando por mejorar los entornos.
En muchos colegios en tan solo un a?o se han logrado muchos avances y vemos que en muchos cumplea?os infantiles la oferta va cambiando. Se trata de seguir trabajando a la par que se ponen en marcha estrategias como ¡°no ofrecer, no negar¡±, conversar mucho con nuestros peques sobre estas situaciones y acompa?arles con empat¨ªa en el camino.
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