¡°Nadie sale de su casa, coge un fusil y dispara a su vecino si antes no han manipulado sus mitos¡±
El escritor nigeriano Ben Okri advierte sobre el riesgo de los poderes que tratan de reinterpretar la Historia y las narrativas para controlar a la ciudadan¨ªa
Acaba de cumplir 60 a?os y se conduce con elegancia. Habla despacio y con serenidad y a menudo desaf¨ªa sutilmente en el cara a cara, estableciendo algunas distancias. Pero cuando el escritor nigeriano Ben Okri se sube al atril, es otra cosa. Despliega un magnetismo que le conecta con el p¨²blico y que ha hecho que muchos de sus lectores se conviertan en incondicionales. Es uno de los autores africanos con m¨¢s reconocimiento internacional y, de hecho, fue el ganador m¨¢s joven en su momento del Booker Prize, uno de los premios m¨¢s prestigiosos de la literatura en ingl¨¦s. Su narrativa ha llamado la atenci¨®n por su capacidad para combinar con naturalidad el mundo de lo invisible y el de lo visible, mezclando sin artificios esp¨ªritus o ancestros con cr¨ªticas sociales. Pas¨® por Barcelona para proponer en el CCCB una nueva manera de mirar al mundo.
Pregunta. En su ¨²ltima novela The freedom artist dibuja un mundo sin libros y con un poder autoritario. ?Qu¨¦ relaci¨®n hay entre estas dos cuestiones?
Respuesta. En el mundo de The freedom artist es fundamental para las autoridades que los libros desaparezcan, que la gente deje de formular preguntas. Y que la gente sienta miedo y sea maleable, porque esto hace que sea m¨¢s f¨¢cil de manipular y que el trabajo de la autoridad sea m¨¢s sencillo. En realidad habla de nosotros. Es hacia donde estamos yendo. Quieren que seamos menos humanos.
P. ?Es su visi¨®n del futuro?
R. No. Es mi visi¨®n del presente.
P. Pero tambi¨¦n hay una serie de personas que lucha por preservar esos libros...
R. Siempre habr¨¢ personas luchando para preservar las historias. Porque es una de las partes m¨¢s humanas que tenemos. En las historias conservamos nuestro esp¨ªritu, el sentido de nuestras vidas, qui¨¦nes somos, quienes quisi¨¦ramos ser, en qui¨¦n quisi¨¦ramos convertirnos. Y tambi¨¦n nos detienen a la hora de suicidarnos en masa.
P. ?Tiene algo que ver con esa idea de las historias su experiencia de la tradici¨®n oral africana, eso que usted ha llamado la literatura invisible?
Una de las cosas m¨¢s importantes es que constantemente nos cuestionemos lo que nos dicen
R. Mi idea de la literatura invisible no es solo ?frica. Cada cultura, cada naci¨®n, tiene una paralela que es invisible, hay una escrita y una hablada. Todas las culturas tienen estos distintos niveles, pero otro aspecto de la literatura invisible de la que yo hablo es la literatura secreta, la que habla de c¨®mo piensa y c¨®mo es la gente. No es solo la tradici¨®n oral, podemos llamarlo las historias espirituales. Y a veces ves c¨®mo esta literatura invisible tiene un impacto sobre la literatura visible en algunos libros, como Don Quijote, la Odisea, u obras de teatro como Hamlet. No tenemos la definici¨®n ideal, pero los llamamos libros imaginativos o m¨¢gicos. Y demuestran que la literatura ampl¨ªa y expande nuestra realidad. Es m¨¢s libre. No es solo la tradici¨®n oral africana, pero yo he aprendido sobre ella a trav¨¦s de mis ra¨ªces.
P. Ha mencionado algunos cl¨¢sicos de autores occidentales pero parece que en la literatura contempor¨¢nea tiene menos prestigio, ?no cre?
R. Podr¨ªa haber mencionado obras de Chinua Achebe, o mis propias obras, o las de Bessie Head; muchos autores latinoamericanos, o Toni Morrison, o James Baldwin... un gran abanico de autores. Rechazar la literatura imaginativa es absurdo. Necesitamos de todas. Hemos estado limitando la nuestra a un conjunto particular de textos. Deber¨ªamos poder abrazar todos sus territorios. Necesitamos romper las fronteras fijadas.
P. ?Esa es la aportaci¨®n que hacen autores procedentes de otras tradiciones?
R. Nuestra aportaci¨®n no es romper, sino ampliar. Vosotros sois los que tienes que romper las barreras. Pero romper no para destruir, sino para abrir espacio, para ver lo que nos constituye como seres humanos de una manera m¨¢s amplia y rica.
P. Usted, como otros autores de origen africano, se ha resistido a la etiqueta de realismo m¨¢gico que muchas veces le colocan.
R. En mi caso, considero que esa etiqueta es pereza intelectual, significa que no se ha invertido demasiado tiempo de reflexi¨®n. Yo siempre cuento la historia de las personas que dicen que todas las criaturas con cuatro patas son caballos... pues no es cierto, hay leones, jaguares, elefantes... Puede que haya elementos comunes pero eso no hace que una obra sea realismo m¨¢gico. De ser as¨ª, el libro del Genesis de la Biblia ser¨ªa realismo m¨¢gico, Donald Trump ser¨ªa un personaje del realismo m¨¢gico. Hay autores que est¨¢n explorando ¨¢mbitos que quiz¨¢ tengan alg¨²n rasgo que se le asemeje pero que no necesariamente quieren ponerle un nombre.
P. ?C¨®mo explicar¨ªa la l¨ªnea difusa entre el mundo de lo visible y lo invisible en sus obras?
R. Para m¨ª, la l¨ªnea entre el mundo invisible y el visible se relaciona directamente con la realidad imaginativa de la literatura: la lectura es un acto imaginativo. Los ni?os no tienen ning¨²n problema con una historia sobre un hombre que vuela o de una hormiga que habla. Tal y como yo lo percibo el mundo de la narraci¨®n es un mundo de posibilidades y no tiene sentido leer si no est¨¢s preparado para rendirte ante todas las posibilidades que cada historia te puede aportar.
P. En algunas de sus historias las crisis que se han producido en Nigeria tienen mucha importancia, ?por qu¨¦?
R. Escribo sobre lo que conozco, pero la importancia no radica en los hechos. Lo importante es la dimensi¨®n imaginativa, el aspecto humano, lo que nos dice sobre el ser humano. No es buena escritura si simplemente est¨¢s escribiendo sobre una experiencia espec¨ªfica en la ciudad de Lagos. Solo es interesante si extraes algo de ella, lo conviertes en algo nuevo y esa novedad puede hablarle a todo ser humano sobre qu¨¦ significa el hecho de estar vivos. Porque, para m¨ª, lo m¨¢s importante es el hecho m¨¢gico de estar vivos, la posibilidad de estar vivo y lo que podemos hacer con ello.
P. Y por ejemplo, la guerra civil, ?pone al descubierto esa humanidad?
Me interesa todo lo que ocurre en todo el mundo, porque lo que pasa en un lugar tiene un efecto y tiene relaci¨®n con lo que est¨¢ sucediendo en otro lugar
R. La humanidad est¨¢ presente en ese aspecto de la guerra civil que yo narro. El escritor es como un minero que va perforando para buscar una veta en esa experiencia, busca alguna fuerza, alguna potencia, alguna verdad. Buscamos una verdad que pueda cambiar nuestras vidas o, al menos, las pueda iluminar. En cualquier caso, no solo escribo sobre la guerra civil en Nigeria.
P. Y en ese trabajo de perforaci¨®n, ?el escritor puede encontrar soluciones?
R. Lo importante es ver el problema de manera muy clara. Demasiadas de nuestras soluciones son las de los pol¨ªticos, demasiado r¨¢pidas, irreflexivas, no han sido analizadas con suficiente profundidad y multidimensionalidad. Esta es una de las cosas importantes que hacen los autores. Analizan en profundidad y escuchan en profundidad. Ponen el foco, iluminan con una luz clara, sin sombras, los problemas y las dificultades. Cuando vemos de manera clara, entonces es m¨¢s f¨¢cil proporcionar una soluci¨®n buena y completa. Ojal¨¢ la gente leyese m¨¢s.
P. Volviendo a The freedom artist, las autoridades se deshacen de los libros para reinterpretar el pasado. ?Esa tambi¨¦n es una visi¨®n del presente?
R. As¨ª es como funciona el poder. Es as¨ª como nos manipula. Es as¨ª como los pol¨ªticos nos confunden. Simplemente, le dan un giro a una historia, retuercen las narrativas de las naciones y de los pueblos. Llegan y dicen ¡°este no es qui¨¦n t¨² eres, t¨² no eres as¨ª, de hecho, t¨² eres de esta otra manera¡±. Lo retuercen un poco y ese giro les permite dar una nueva interpretaci¨®n. Y nosotros somos el pueblo porque no formulamos preguntas profundas. Les escuchamos y aceptamos y luego, simplemente, nos vamos y destruimos el futuro... con muy buenas razones. Ocurri¨® durante el Tercer Reich; ocurre en muchas naciones cada d¨ªa; ocurre en Estados Unidos con Donald Trump; el Brexit es el resultado de una distorsi¨®n de los mitos. Los pol¨ªticos no pueden trabajarnos sin manipular nuestras leyendas, nuestros mitos y nuestras identidades. No puede haber guerra sin que haya habido una manipulaci¨®n previa. Nadie sale de su casa, coge un fusil y empieza a disparar a su vecino sin que se le d¨¦ una buena raz¨®n, una raz¨®n profunda de car¨¢cter identitario y, por tanto, de car¨¢cter m¨ªtico, para hacerlo. Y por eso, una de las cosas m¨¢s importantes es que constantemente nos cuestionemos lo que nos dicen.
P. ?Est¨¢ ocurriendo paralelamente en Nigeria y en Reino Unido?
R. Est¨¢ pasando en todas partes. Mi experiencia es universal. Me interesa todo lo que ocurre en todo el mundo, porque lo que pasa en un lugar tiene un efecto y tiene relaci¨®n con lo que est¨¢ sucediendo en otro lugar. Adem¨¢s muchos pol¨ªticos y dirigentes se est¨¢n plagi¨¢ndose mutuamente. Hay mucho plagio de Trump en todas partes en estos momentos. Y todo se relaciona con la narrativa, al fin y al cabo.
* Wiriko es una asociaci¨®n cultural que tiene como objetivo la difusi¨®n de las manifestaciones art¨ªsticas y las culturales africanas contempor¨¢neas. Desarrolla actividades de divulgaci¨®n a trav¨¦s de un magac¨ªn on line y de formaci¨®n mediante un Aula Virtual.
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