Tono bronco

Un a?o despu¨¦s de ganar el concurso interno por el liderazgo del PP, Pablo Casado tiene el control del partido. El poder es suyo; y tambi¨¦n la responsabilidad. El p¨¦simo resultado de las elecciones generales, que no mejor¨® en los comicios municipales, auton¨®micos y europeos, ha quedado envuelto en una espesa neblina gracias a la ayuda de Ciudadanos y Vox, que han permitido al Partido Popular de Casado aparentar lo que no es. Unas semanas de silencio del l¨ªder nacional, junto a su discurso templado en el debate fallido de investidura de Pedro S¨¢nchez, movieron a pensar que optaba por la moderaci¨®n frente a los tonos cada vez m¨¢s altos de Albert Rivera y las propuestas extempor¨¢neas de Vox.

La elecci¨®n de su equipo hace temer que entre sus objetivos no est¨¦ reflejar la diversidad que pueda haber en el PP, aunque dentro siempre de un aire com¨²n, ni tampoco contar con quienes por su experiencia pueden aportar a la organizaci¨®n conocimiento y bagaje pol¨ªtico y t¨¦cnico. Sus pasos tras las elecciones generales y locales llevaron a pensar que con Casado se abr¨ªa camino un l¨ªder conservador con af¨¢n de atraer a quienes se hab¨ªan refugiado en Vox, pero sin descuidar el flanco m¨¢s colindante con el centro.

La lucha por el liderazgo de la derecha pone en duda que la mesura vaya a presidir las principales actuaciones del primer partido de la oposici¨®n. El acuerdo alcanzado en las ¨²ltimas horas por el PP, Ciudadanos y Vox para que la popular Isabel D¨ªaz Ayuso gobierne la Comunidad de Madrid, pone de relieve que lo primero ha sido conseguir cuantos m¨¢s Gobiernos mejor. El esfuerzo del PP por sortear todos los impedimentos que Ciudadanos alzaba frente a Vox han sido descomunales, tanto en Madrid como en Andaluc¨ªa, en Murcia y en el Ayuntamiento de la capital de Espa?a. No se ha rendido ni ha desfallecido ante los encontronazos de sus dos socios. En ning¨²n caso se pod¨ªa permitir que esos Gobiernos fueran a manos de la izquierda. Su tenacidad ha rendido frutos en conseguir esas plazas y en convencer a Vox de que desistiera de sus postulados m¨¢s extremistas sobre las leyes LGTBI y los menores inmigrantes.

La elecci¨®n como portavoz parlamentaria de Cayetana ?lvarez de Toledo, que abandon¨® el PP de Mariano Rajoy por considerarlo d¨¦bil ideol¨®gicamente y pusil¨¢nime en la defensa de la identidad nacional, no abona la tesis de quienes desde su partido le piden moderaci¨®n y centralidad. Si hay legislatura porque llega a formarse un Gobierno, Casado tendr¨¢ a una portavoz implacable contra los nacionalismos y la izquierda en dura competici¨®n con su hom¨®loga de Ciudadanos, In¨¦s Arrimadas. Ambas han acusado ya a Pedro S¨¢nchez de estar fuera del constitucionalismo. Con la elecci¨®n ayer de Mar¨ªa Chivite para la presidencia de Navarra gracias a la abstenci¨®n de EH Bildu, que los socialistas aseguran no haber pactado, han ca¨ªdo sobre S¨¢nchez descalificaciones de extrema gravedad. ?lvarez de Toledo ha acusado al l¨ªder del PSOE de ¡°anexionista¡±, al suponer que ¨¦l y los socialistas navarros se han pasado al lado de quienes defienden la integraci¨®n de la comunidad foral al Pa¨ªs Vasco, adem¨¢s de consumar ¡°la abdicaci¨®n definitiva del consenso, no solo constitucional, sino tambi¨¦n moral espa?ol¡±. El tono ha empezado siendo bronco, y el PP corre el riesgo de instalarse en la desmesura de la mano de su nueva portavoz.