Miren Vietnam, no Hong Kong
El pa¨ªs asi¨¢tico, que EE UU pone de ejemplo para Corea del Norte, abre ciertos espacios de libertad personal mientras no se empleen para cuestionar a la autoridad
Cuarenta a?os despu¨¦s de que Vietnam hiciera morder el polvo a EE?UU, los retratos de Ho Chi Min y la propaganda del Partido Comunista pasan inadvertidos entre anuncios de Coca-Cola, Toyota o marcas locales de telefon¨ªa, comida r¨¢pida y cerveza. Ni en las bulliciosas y ca¨®ticas calles de Han¨®i, donde las motos se cruzan de forma inveros¨ªmil, ni en las m¨¢s modernas avenidas entre rascacielos de Ciudad Ho Chi Min (la siguen llamando Saig¨®n) es evidente la vigencia del r¨¦gimen. Un sector creciente de la poblaci¨®n accede a un modo de vida consumista que, cabe pensar, espantar¨ªa al riguroso padre de la naci¨®n si pudiera verlo.
En 1986, con la Doi moi, Vietnam inici¨® la transici¨®n a la econom¨ªa de mercado, como China pero con menos pausa, y desde entonces ha multiplicado por 10 su PIB. Las calles se llenaron de peque?os negocios ¡ªalgunos ocupan las aceras con sillas min¨²sculas¡ª y desembarcaron las multinacionales con sus f¨¢bricas. No se abusa del relato de la victoria sobre EE?UU, porque Han¨®i se reconcili¨® con Washington, que en 2001 lo declar¨® socio comercial preferente. Hoy la Administraci¨®n Trump anima al l¨ªder norcoreano, Kim Jong-un, a seguir la v¨ªa de Vietnam.
Este modelo, en que del comunismo solo queda el poder omn¨ªmodo del partido ¨²nico y su maquinaria burocr¨¢tica, abre ciertos espacios de libertad personal mientras no se usen para cuestionar a la autoridad. Amnist¨ªa Internacional ha documentado un aumento de la represi¨®n, con la mira puesta en quienes publican opiniones cr¨ªticas en blogs y redes sociales, confiados en la aparente apertura.
?Preferir¨ªa usted vivir en un r¨¦gimen autoritario, con una econom¨ªa emergente, que en otro totalitario, paranoico, ruinoso y vigilante hasta del peinado de sus s¨²bditos como el norcoreano? No cabe duda. Pero asumiendo que es el mal menor, no la meta. Que los ciudadanos de ambos pa¨ªses merecer¨ªan ser tratados como adultos, capaces de gobernar su destino.
En 1989, cuando cay¨® el muro de Berl¨ªn, muchos so?aron que la democracia liberal se impondr¨ªa en todo el planeta, a pesar de que China ya lo hab¨ªa desmentido aplastando la protesta de Tiananmen. El capitalismo triunfal no avanza siempre de la mano de la democracia. El modelo es Vietnam y, l¨¢stima, no Hong Kong, donde s¨ª defienden con u?as y dientes las libertades, incluso asumiendo un riesgo descomunal.
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