Por qu¨¦ los ODS son vitales para los pueblos ind¨ªgenas
La protecci¨®n de las comunidades originarias es esencial para todos, para el planeta
En la profundidad de la Amazonia, o en la calurosa sabana del ?frica, o en las fr¨ªas tierras del ?rtico, encontramos un com¨²n denominador que habita y guarda secretos milenarios: los pueblos ind¨ªgenas. Lamentablemente, la extinci¨®n de muchas de estas comunidades se debe hoy a la invasi¨®n que sufren de sus tierras en pos de ampliaci¨®n de la ¡°civilizaci¨®n moderna¡± y a la violencia que sufren por la aparici¨®n de narcotraficantes, mineros ilegales y guerrilleros en las zonas que ocupan.
?Pero qu¨¦ de civilizada tiene la sociedad si no permite a otros seres humanos mantener viva la tierra que los vio nacer? Si con fines lucrativos talan ¨¢rboles, contaminan r¨ªos y desaparecen animales que para estos pueblos son sagrados y parte vital de su ecosistema, de nuestro planeta.
Seg¨²n datos de las Naciones Unidas, hay m¨¢s de 5.000 culturas ind¨ªgenas en 90 pa¨ªses, es decir: 370 millones de personas. Ellos representan el 5% de la poblaci¨®n mundial y, a la vez, el 15% de la poblaci¨®n m¨¢s pobre. Estas son razones por las que los pueblos originarios tienen mucho que aportar y tambi¨¦n ganar con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
En un informe de las Naciones Unidas sobre la relaci¨®n de los pueblos ind¨ªgenas y la Agenda 2030 se detalla algunos de los puntos en los que estas comunidades est¨¢n ¨ªntimamente relacionadas.
Dimensi¨®n colectiva de los derechos sobre la tierra
Producci¨®n agr¨ªcola
Acceso a la educaci¨®n
La no discriminaci¨®n.
El primer punto trae un ejemplo muy ilustrativo sobre la actual situaci¨®n de algunos pueblos originarios y sus tierras: el Brasil de Jair Bolsonaro. La amenaza p¨²blica que significa el gobierno del actual presidente brasile?o, quien no ha ocultado su deseo de aplastar los derechos de los pueblos ind¨ªgenas, es sumamente alarmante. No solo porque se ha mostrado a favor de la explotaci¨®n de recursos naturales sin remordimientos, sino tambi¨¦n porque ha declarado la guerra estos pueblos.
La erradicaci¨®n de la pobreza (Objetivo 1) significa para las comunidades ind¨ªgenas tambi¨¦n la protecci¨®n y preservaci¨®n de los territorios que gestionan. Esto no solo por la producci¨®n agr¨ªcola (2), sino porque en basada en ellos que los pueblos construyen su identidad y cultura.
Por tanto, que Bolsonaro calificase como falsos los datos sobre la deforestaci¨®n de la Amazonia (13), minimizando la preocupaci¨®n que existe sobre los pueblos viven en ella, se traduce en ¡°dejar atr¨¢s¡± a estas personas. Asimismo, la sistem¨¢tica desactivaci¨®n de la FUNAI, el ¨®rgano federal encargado de la demarcaci¨®n de las tierras ind¨ªgenas, el aumento de las invasiones y el incremento de los asesinatos a defensores de la tierra y el medioambiente (15), encienden las alarmas de diversos organismos que velan por la protecci¨®n de los derechos humanos.
Hasta este punto y con el ejemplo brasile?o, hemos desglosado puntos que implican directamente a los ODS, lo evidencia la estrecha relaci¨®n de los pueblos ind¨ªgenas y la Agenda 2030. Es as¨ª que la misma ONU ha referido que 73 de las 169 metas ¡°est¨¢n relacionadas en forma significativa con la Declaraci¨®n de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Ind¨ªgenas.¡±
Los gobiernos han mostrado que van a paso lento en cuanto a incluir a los pueblos originarios en sus informes sobre la Agenda 2030. En el 2016 solo siete de los veintid¨®s pa¨ªses sometidos a revisi¨®n hicieron menci¨®n de los pueblos ind¨ªgenas seg¨²n el Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Ind¨ªgenas.
Hablar sobre pueblos ind¨ªgenas tiene muchas vertientes, y es preciso recordar el papel que juegan estas comunidades para el equilibro de nuestro planeta. La comprensi¨®n de la cosmovisi¨®n y la protecci¨®n de estos pueblos originarios nos puede salvar de la cat¨¢strofe clim¨¢tica que se avecina. Sin estos guardianes de la naturaleza quiz¨¢s las crisis ser¨ªan mucho m¨¢s graves y si los seguimos ignorando, no habr¨¢ batalla que podamos ganar para salvar el planeta.
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