Venezuela agoniza
Los venezolanos no se merecen el sufrimiento sin fin que les inflige el r¨¦gimen de Maduro
Venezuela agoniza. Sus servicios p¨²blicos, el suministro el¨¦ctrico, los abastecimientos y las infraestructuras est¨¢n bajo m¨ªnimos. La econom¨ªa se hunde en el abismo: el producto interior bruto ha ca¨ªdo un 50% desde 2014 y la inflaci¨®n super¨® el 1.500% en lo que va de a?o. Es absoluto el fracaso del r¨¦gimen, especialmente en los seis a?os de Maduro, que se ha precipitado hacia la dureza dictatorial con tanta velocidad como ha arruinado el pa¨ªs.
Editoriales anteriores
Tienen toda la l¨®gica las sanciones contra un Gobierno que a?ade el fraude y la ilegalidad a la ineptitud, la corrupci¨®n y el maltrato a la oposici¨®n, y m¨¢s todav¨ªa cuando se dirigen espec¨ªficamente a castigar a los dirigentes y a su entorno. Pero pierden eficacia y legitimidad cuando se desvinculan de la acci¨®n diplom¨¢tica y de los esfuerzos para sentar a Maduro en un di¨¢logo que abra el camino a la liberaci¨®n de los presos y a las elecciones libres.
La ¨²ltima y m¨¢s dura tanda punitiva ha congelado todos los haberes venezolanos en Estados Unidos, a la vez que el consejero nacional de Seguridad, John Bolton, amenazaba con castigar a los escasos socios comerciales que le restan a Maduro. No es seguro que este gesto contribuya al di¨¢logo propiciado por la oposici¨®n bajo la batuta de Juan Guaid¨®, sino que m¨¢s bien ofrecer¨¢ una oportunidad a los sectores m¨¢s radicales del r¨¦gimen, hostiles a cualquier tipo de negociaci¨®n.
No ofrece dudas el comportamiento tan dispar de Trump con reg¨ªmenes como el de Corea del Norte de un lado e Ir¨¢n y Venezuela del otro. Su concepci¨®n de las sanciones es la propia de un presidente unilateralista, con escaso fervor por la diplomacia y propenso a favorecer a los dictadores siempre que sean complacientes con sus intereses y a negarles el pan y la sal en caso contrario. Raz¨®n de m¨¢s para que los europeos reafirmen sus posiciones en favor de la diplomacia. Los venezolanos no se merecen el sufrimiento sin fin que les inflige el r¨¦gimen y la falta de resoluci¨®n de la comunidad internacional a la hora de poner fin al conflicto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.