Miuccia Prada: ¡°?Los millennials? Todo el mundo los busca, todo el mundo habla de ellos. Pero para venderles cosas. Yo tengo curiosidad por escucharles¡±
Si le decimos que la pr¨®xima primavera vestiremos de colores y con motivos retrofuturistas no nos creer¨¢. Pero nosotros estuvimos en el desfile que la firma italiana celebr¨® en China para contarlo
Estamos en China, pero es como si hubiese desfilado en cualquier otra parte del mundo. El pa¨ªs no cuenta, es la colecci¨®n lo que importa¡±. Lo dice Miuccia Prada momentos despu¨¦s de haber presentado su colecci¨®n masculina del verano 2020 en Shangh¨¢i, en un enorme silo convertido en espacio de arte y ante una audiencia multitudinaria: clientes, celebridades, influencers y prensa local e internacional. ¡°No importa comunicar, importa la moda¡±, prosigue, derribando amablemente otra certeza a la que se suele aferrar el marketing, eso que llaman relato, o storytelling. Porque Prada ser¨¢ recordada por haber revolucionado la moda, eso s¨ª, desde dentro y a su manera: cuando empez¨®, para los conservadores resultaba demasiado radical y para los radicales, conservadora. Hoy, su marca es un oasis de inspirada reflexi¨®n en un negocio frecuentemente descerebrado.
La leyenda cuenta que, de estudiante, Miuccia Prada iba a piquetes del Partido Comunista vestida de Yves Saint Laurent. Lo cort¨¦s no quita lo valiente o, como dice ella, la moda no es m¨¢s que moda. ¡°No estoy de acuerdo con aquellos que hacen pol¨ªtica con camisetas. Cuanto m¨¢s se complica la vida, m¨¢s intentan explicarla con simpleza. No me gusta. Yo hago moda, que es lo que s¨¦ hacer, pero siempre soy yo. Y soy curiosa. Si me intereso por el arte o la pol¨ªtica, es posible que se manifieste en mi trabajo, pero es ajeno a mi voluntad¡±.
Su voluntad, ahora, es transmitir optimismo, como el desfile que present¨® en China: una colecci¨®n poblada por canguros de nailon de colores, sastrer¨ªa caqui, accesorios con el logo sobredimensionado y motivos decorativos como sacados de la carpeta de un adolescente de los a?os ochenta. Ropa destinada a agotarse en las tiendas pero con poso intelectual, nost¨¢lgica pero futurista, cl¨¢sica pero en verdad no tanto. O s¨ª. La duda es fundamental en la ropa de Prada. Y posiblemente sea eso, en parte, lo que ha conquistado a una nueva generaci¨®n que sabe perfectamente qu¨¦ etiqueta merece desembolsar unos cuentos miles de euros y cu¨¢l no. ¡°?Los millennials? Todo el mundo los busca, todo el mundo habla de ellos. Pero para venderles cosas. Yo tengo m¨¢s curiosidad por escucharles¡±. Igual que la moda, la inteligencia y el respeto son lenguajes universales.
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